Por Enrique Fonseca Ulate
El tema central de los últimos días ha sido la aprobación del aumento salarial de los diputados. Este incremento es de un 72%, con lo que su salario pasaría de unos 5 mil dólares a unos 7 mil para empezar. Luego por medio de ajustes “ordinarios” llegaría a unos 12 mil dólares mensuales.
Con la cuchara grande
Detrás de estos personajes, agazapados, se encuentran los ex diputados, ex presidentes que de manera automática se iban a ver beneficiados por el aumento. Ninguno de ellos dijo “esta boca es mía” y obviaron su beneficio. Es decir los que se quemaron por salir a dar su desvergonzada cara fueron los diputados. Otros, luego de que las cosas se complicaron, que hubo pequeñas movilizaciones, campaña mediática y otras manifestaciones, retrocedieron en su posición y luego se dedicaron a rasgar sus vestiduras. Pero es claro que en la primera votación no pueden alegar desconocimiento de la ley ni de los alcances del mencionado aumento.
Esto se produce en menos de tres semanas después de la investidura en el cargo de los denominados “padres de la patria”.
Lo que se manifiesta como verdad en todo este proceso son varios aspectos.
Corrupción y neoliberalismo
El primero es la rapiña por el poder como un síntoma de la crisis económica que hace que estos “representantes populares” se sirvan con cuchara grande. Esto no es novedoso, ya los costarricenses hemos visto como de diferentes formas, sea por consultorías, cenas, tráfico de influencias, concesiones de obra pública y otros mecanismos más, miembros de diferentes partidos y de sus altas estructuras han sacado provecho de su condición. Estos escándalos que han quedado patentes son sólo la punta del iceberg. Reflejan que hay un sistema enfermo, que para que sea rentable necesita de la corrupción como oxígeno. La libre empresa es un mito que se alimenta de los negocios estatales para sobrevivir. Por lo tanto el reparto de las cuotas de poder se hace imprescindible para sobrevivir.
Nuestro país no es el único, el ejemplo de Enron, Monsanto en los Estado Unidos, Alcatel, en Francia y otros que podríamos citar en una lista interminable, reflejan los que manifestamos anteriormente.
Ahora, queda también ejemplificado que los partidos “liberales” que promueven la desregulación de las empresas `por parte del Estado y otros mitos del liberalismo, lo hacen solo en función de sus intereses como empresa. El Movimiento Libertario, que durante la campaña electoral hizo alarde de acabar con la corrupción y el “chorizo” fue el más acérrimo defensor del mencionado aumento. El pacto con el gobierno para poder resarcir los gastos electorales, además de la coincidencia de objetivos con el gobierno de Laurarias, los hace ser parte del actual gobierno de coalición PLN- ML.
Por otro lado, los partidos pequeños como el Restauración Nacional (cristiano evangélico) y el PASE (de dudosa procedencia) marcan la cancha y anuncian su respaldo a las políticas del gobierno al apoyar la iniciativa del PLN para aprobar el aumento.
Continuar la movilización
El Frente Amplio hizo un llamado a la movilización, luego de que sectores hicieran grupos en redes sociales y otros mecanismos, muy similares a los que llevaron a manifestarse en contra de la resolución de la Sala IV (Sala Constitucional) aprobando el proyecto de minería a cielo abierto denominado Crucitas.
De igual manera, las organizaciones sindicales se quedaron en la denuncia y no llamaron a la movilización, pero con otro carácter, el de defender el salario de los trabajadores de la empresa pública y privada, que en este semestre fue de menos del 3%. Había que llamar a la movilización por un aumento extraordinario de salarios para los trabajadores como forma de demostrar que el dinero sí existe para subsanar estas necesidades. El problema es que la minoría de este país, se queda con esos recursos y hacen sus piñatas privadas.
Se acentúa la represión
Paradógicamente al pueblo y los trabajadores la receta es la represión cada vez más constante, otra señal de que los de arriba no están dispuestos a ceder migajas en el reparto del pastel. En los periódicos de circulación nacional se anuncia el plan del Ministerio de Seguridad Pública de intervenir varios colegios. De acuerdo a la lógica burguesa, la pobreza, el narcotráfico se va a acabar poniendo policías en los colegios. Estos flagelos se van a acabar con la eliminación del sistema que los produce y estas medidas no son más que la mampara para justificar la represión en contra de los jóvenes, como lo hemos visto en el caso de la intervención en la Universidad de Costa Rica y del Liceo José Joaquín Vargas Calvo. Por otro lado, los trabajadores de la Junta Directiva de SINTRJAP fueron desalojados de las instalaciones por medio de un operativo policial a gran escala para garantizar el negocio de la concesión de los puertos representado por la directiva tureca.
Sacar las enseñanzas
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) ve en esta crisis una lección para aquellos que creemos que necesitamos un cambio radical en nuestra sociedad, más que parches y remiendos que posponen las soluciones. El veto presidencial no es más que el resultado de la movilización y de la presión popular que abrió la primera crisis de este gobierno.
Tal y como las carreteras inauguradas a golpe de tambor por el recién salido Óscar Arias colapsan por las lluvias, así con las movilizaciones podremos hacer colapsar el gobierno de Chinchilla y su afán de defender a los ricos, poderosos y corruptos de este país.