Por Manuel Sandoval
El jueves 20 de Agosto del año en curso, un sector del movimiento sindical, agrupado en el BUSSCO, convocó a una marcha de protesta. La manifestación movilizó unas 15,000 personas, tanto como el otro sector del movimiento sindical (la ANEP y el FIT-ICE) movilizó en defensa del ICE en julio. Junto al Magisterio, se movilizó un contingente importante de trabajadores hospitalarios de UNDECA, y sectores populares. Al mismo tiempo, se producía una movilización de “porteadores”, los taxistas informales, contra la disminución de permisos. Al final de la marcha, los campesinos desalojados en finca Changuina, en Palmar Sur, se instalaron frente a la casa de Luis Guillermo Solís, reclamando tierras para sembrar y vivir.
Esta multitudinaria marcha es un triunfo de las bases de la ANDE y de la APSE, que presionaron a las dirigencias para que tomaran medidas de lucha contra el congelamiento salarial que impuso el gobierno y los ataques que prepara. En el caso de la APSE, la convocatoria fue saboteada desde la Presidencia, que tergiversó el acuerdo de la Junta Directiva, negando que la movilización fuera en estado de huelga y atemorizó con un posible rebajo salarial. Es evidente que sólo con la organización y las iniciativas de lucha desde las bases se va a romper con la pasividad de las dirigencias frente al gobierno.
En la APSE la dirigencia no se cansa de repetir, que irá a huelga en el momento en que aparezca en el plenario el proyecto de Ley de Empleo Público. Es una excusa para no hacer nada, porque el gobierno ha dicho que los proyectos para eliminar los pluses salariales van para “mesas de negociación” y se puede presumir que éste va a ser un proceso que tomará algunos meses.
El objetivo del gobierno es claro: desmovilizarnos mientras tramita el paquete fiscal y recorta el presupuesto nacional, para lograr que el PLN, los libertarios y el PUSC aporten sus votos al IVA y la reforma al impuesto sobre la renta. Es curioso que las dirigencias magisteriales no digan nada al respecto, cuando el gobierno comienza a barajar la eliminación de la dedicación exclusiva al dejarla sin contenido económico en el presupuesto nacional.
Por el congelamiento salarial, el impacto del paquete fiscal sobre el costo de la vida de los sectores populares va a ser muy violento. Es necesario que las dirigencias magisteriales comiencen a rechazar esta embestida del gobierno.
Existe el peligro de que el proyecto de educación dual sea aprobado rápidamente, si no se redobla la movilización y se incorporan a la lucha los padres de familia y los estudiantes.
Esta movilización de hoy es importante para iniciar una escalada de lucha contra todos estos proyectos. Sin embargo, es necesario que todos los sectores del movimiento sindical y popular confluyan en una lucha unitaria, hacia una huelga general indefinida.
Planteamos, por eso, a las dirigencias de la ANDE y la APSE, que convoquen al BUSSCO, la ANEP, el FIT-ICE, la Rerum Novarum y todas las organizaciones populares, a un ENCUENTRO UNITARIO, que defina un plan de movilización para derrotar los proyectos del gobierno.