DECLARACION DEL PARTIDO OBRERO SOCIALISTA (POS) DE COSTA RICA

1. Desde el mismo domingo 29 de junio, día del golpe de Estado en Honduras, nuestro partido ha emitido varios comunicados fijando su posición de condena de tal acción y exigiendo la inmediata restitución de Manuel Zelaya como Presidente y de su gobierno porque es el gobierno elegido por el pueblo hondureño y ningún poder, más que el pueblo mismo, puede suspenderle su mandato.

2. Hemos denunciado que el objetivo del golpe de los militares y de la burguesía, con la complicidad abierta de la Iglesia Católica y de la mayor parte de las Iglesias Evangélicas, las Cámaras empresariales, la Corte Suprema de Justicia, el Congreso y la mayoría de los medios de prensa, es aplastar el ascenso de las luchas del movimiento de masas hondureño que ha estado haciendo su experiencia con la dirección política de Manuel Zelaya y la corriente política bolivariana y ha empezado a arrancarle, limitadamente, una serie de derechos democráticos y de reivindicaciones económicas y sociales. Hemos condenado y denunciado como “Golpe Gorila” lo sucedido en Honduras porque este ha ido escalonadamente creciendo en represión contra el movimiento de masas hasta cobrarse la vida de uno de los manifestantes desarmados e hiriendo a varias decenas más, quienes pacíficamente reclamaban en el Aeropuerto de Toncontín, este domingo, el regreso de su Presidente.

3. Al mismo tiempo, hemos sido claros de exigir el rompimiento de las relaciones diplomáticas en todo el mundo, con el Gobierno de facto de Rodrigo Micheletti, su aislamiento internacional y el bloqueo financiero y comercial. Saludamos la suspensión del abastecimiento de petróleo venezolano pero no es suficiente porque quedan como actos simbólicos aislados y no son acciones contundentes, en cantidad y calidad, para golpear a la burguesía hondureña y a su gobierno golpista. Y no creemos que sea válido el argumento de la burguesía costarricense y de algunas organizaciones que se oponen al golpe de que tales medidas no son convenientes porque afectan al pueblo, porque igual podríamos decir del Paro Nacional que convocan los valientes luchadores antigolpistas en Honduras. El bloqueo comercial es una acción más importante en tanto que Micheletti se ha ufanado de poder resistir el aislamiento político y diplomático los cinco meses hasta las elecciones nacionales de noviembre, mientras que el bloqueo económico golpearía el corazón de la burguesía, de su gobierno de facto y de la Fuerzas Armadas que son un poder también económico y financiero en Honduras. Sin embargo, hemos insistido que solo la confianza en las fuerzas de los trabajadores, el pueblo y su movilización y no la confianza en el régimen político mundial y sus instituciones como OEA, ONU, pueden garantizar la resistencia y el enfrentamiento al Golpe. Y aunque respetamos la confianza de las masas hondureñas en la dirección de Manuel Zelaya nos diferenciamos de éste en tanto que no ha avanzado en su limitado programa porque busca la concertación con la burguesía y sus fuerzas armadas y ni siquiera ha conformado una organización política independiente en la cual apoyarse y que impulsara en el ámbito político y social un programa alternativo al capitalismo atrasado en Honduras. Esperar que las masas desarmadas, conducidas por una dirigencia desde un avión pudieran tomar por asalto la pista del aeropuerto ocupada por un Ejército dispuesto, como lo demostró, a dispararle al pueblo sin ningún reparo era muy difícil que sucediera. Zelaya no ha llamado a conformar un Frente antigolpista, ni ha llamado a constituir los organismos propios de las masas para enfrentar el golpe y bajo un funcionamiento por asambleas democráticas que voten un Plan para enfrentar el golpe. Tampoco ha llamado a la huelga general por consideracióna los sectores burgueses de donde proviene y con los que ilusamente cree que puede convencer de renunciar a una parte de sus jugosas ganancias para trasladarla a lasempobrecidas masas hondureñas.

4. La retórica diplomática de las distintas instancias mundiales y gobernantes buscan que prime y se imponga la tolerancia a los golpistas mientras OEA y ONU presionan por una negociación ya para adelantar las elecciones y dejar en último plano e impune el Golpe de Estado o para que el golpe repliegue a Micheletti y se restituya en frío a Zelaya pero solo formalmente bajo compromisos que hagan desmoralizar a las masas hondureñas.

5. Hoy ha quedado más claro que detrás de la hipocresía de la burguesía mundial que “condena” el golpe, está la simpatía oculta por el objetivo reaccionario de los golpistas: Derrotar al movimiento de masas y su ascenso. Lo que no pueden compartir con esos gorilas es en que ellos abortan la táctica de enfrentar a las direcciones reformistas del movimiento de masas conlos mecanismos de la democracia formal y electoral que en la polarización busca ganarse la pequeña burguesía o clases medias, pero sin necesidad de recurrir todavía a la estrategia directamente fascista como los golpes de Estado y la ruptura del orden constitucional. La burguesía internacionalbusca una salida negociada que desanime y frene el proceso de ascenso de las masas en Honduras y sirva de mensaje para las demás direcciones de los movimientos de masas en el mundo y en particular en Latinoamérica.

6. La polarización social y política en el marco de una profunda crisis crónica del capitalismo hace que la ingobernabilidad constituya, cada vez más, una característica en el sistema político mundial. La institucionalidad mundial, en este caso, ha sido quebrantada por estos golpistas poniendo en peligro la tramposa política de la burguesía mundial de “reacción democrática” que ha replanteado el imperialismo para preparar el camino al aplastamiento de las masas. Esta derrota que quieren infligirle al movimiento de masas es condición sine qua non para cualquier plan de superación de la crisis económica capitalistaque requiere aceptación y resignación de los planes de sobreexplotación con los cuales contener e incrementar las tasas de ganancia de la burguesía. Pero por ahora, la opción fascista o la renuncia a los mecanismos democráticos formales no es la predominante como táctica para el imperialismo y busca agotar al movimiento de masas, ya sea desprendiéndole los sectores de las clases medias como aliados o llevándolas a la desmoralización y el agotamiento al no ver estas que las direcciones reformistas o nacionalistas burguesas estén a la altura de sus necesidades y objetivos de sus luchas y de su ascenso.

7. Insistimos en la necesidad de impulsar y fortalecer la resistencia obrera, campesina y popular hondureña en la organización y ejecución de sus medidas de enfrentamiento y boicot al Gobierno de facto a partir de la constitución de un Frente Único de Lucha contra el golpe que a partir de las asambleas de los luchadores organice esta resistencia y prepare y ejecute el Paro Nacional hasta la caída de este Gobierno Gorila y llamando a la solidaridad internacional paraque se movilice en cada país exigiendo a cada gobierno el rompimiento de relaciones y el boicot económico, comercial, financiero y militar a los golpistas y al ejército que ejerce el poder político, represor y económico explotador en Honduras. Insistimos en que este golpe no solo se circunscribe a Honduras sino que es también un intento más del imperialismo por empezar a probar con este tipo de recursos para aplastar la resistencia del movimiento de masas a nivel mundial. Por tal razón las acciones internacionales de los trabajadores y los pueblos son de una solidaridad desde fuera sino de un enfrentamiento a esta política que el imperialismo pone a prueba en Honduras parapronto generalizarla a nivel del movimiento de masas mundial. En nuestro paíseste tipo de golpes lo constituyó el Memorándum Casas- Sánchez en la lucha contra el TLC y el frente único burgués, mediático y de la Asamblea Legislativa (G38).

8. Estamos convencidos que la lucha por la restitución del Presidente Zelaya sería un gran paso en la continuidad de la movilización de los trabajadores y el pueblo hacia la única solución posible para superar el hambre,el atraso, la explotación, la opresión y la dignidad del pueblo hondureño dominado por el sistema capitalista de corte gamonalista que impera en Honduras: El gobierno de los trabajadores y el pueblo y la construcción en esta lucha permanente del partido socialista revolucionario que dirija a las masas y en la perspectiva de la Federación de Repúblicas Socialistas de Centroamérica.

 

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