El 11 de marzo del presente año se realizarán en El Salvador las votaciones para elegir a los futuros diputados y gobiernos municipales. La única innovación en este proceso electoral es el hecho de que en la papeleta aparecerán las fotografías de los candidatos y la presencia de algunos candidatos no partidarios.
Abortaron la democratización del sistema electoral
Las ansiadas reformas electorales y la necesaria democratización del sistema electoral en El Salvador, fue abortada por la acción conjunta de los diputados de los diferentes partidos, que se unieron, a pesar de las diferencias políticas e ideológicas. Lo que salió el final fue una caricatura de candidaturas independientes, burlando las aspiraciones democráticas de la mayoría del pueblo salvadoreño.
Estos diputados aprobaron el Decreto Legislativo No 555, que estableció una serie requisitos casi imposibles de cumplir a los candidatos no partidarios, y aunque fue reformado posteriormente, continúa manteniendo requisitos que son difíciles de cumplir. Prueba de ello son las escasas candidaturas independientes en la actual contienda electoral.
Después aprobaron el Decreto Legislativo No 635 que introdujo algunas reformas electorales, pero se continúa priorizando el voto por bandera partidaria, anulando el voto directo. Este Decreto permitió que las argollas de los partidos continúen con el monopolio real de la presentación de candidatos. Diputados del FMLN y demás partidos políticos estuvieron de acuerdo. En esta ocasión el Presidente Funes no estuvo de acuerdo.
En la mayoría de los casos señalados, el presidente Funes y demás partidos dentro de la Asamblea Legislativa estuvieron de acuerdo en abortar este proceso de democratización, bloqueando las candidaturas independientes para diputados y el sistema de listas abiertas.
Acuerdos de Paz: una traición a la lucha por la liberación nacional
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se constituyó como un frente político-militar en cuya formación convergieron diferentes organizaciones, como fueron las FPL, RN, ERP, PRTC y PCS, entre las que existían profundas diferencias estratégicas y tácticas, que bajo la represión militar fueron coyunturalmente superadas pero los planteamientos reformistas reaparecieron posteriormente, al finalizar la guerra civil.
La heroica lucha político-militar del FMLN significó una esperanza para el pueblo, que ansiaba cambiar el injusto sistema económico, político y social. En esta lucha contra el sistema y el Estado burgués, muchas personas ofrendaron sus vidas, combatiendo a los gobiernos del PCN, PDC y ARENA.
La guerra civil terminó con la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, pero en ellos no se abordó, ni se plantearon soluciones a la problemática económica y social de los trabajadores, sino que las negociaciones se centraron en la supuesta “desmilitarización” de la sociedad y de los aparatos de seguridad, reformas a instituciones del Estado, creación de la Policía Nacional Civil y Procuraduría Para la Defensa de los Derechos Humanos y en la participación política electoral del FMLN.
Mucho antes de 1992 se inició al interior del FMLN una disputa por el control del aparato, la cual no fue para hacer prevalecer el marxismo-leninismo, como se le hizo creer a las bases, sino que fue una lucha en la cual la dirección burocrática del PCS terminó imponiendo su concepción reformista, electorera, la misma que tenia antes del inicio de la lucha armada.
Desde entonces, la dirección del FMLN ha puesto a los sindicatos y organizaciones sociales al servicio de los intereses de la cúpula del partido y no al servicio de la clase trabajadora, campesinos, pueblos originarios y demás sectores populares. A las bases del FMLN se les ha mentido, diciéndoles que el abandono de la lucha revolucionaria y el electorerismo es una cuestión táctica, coyuntural, pero en realidad es una estrategia permanente, por medio de las cuales los intereses de las grandes mayorías son cedidos.
La centralización de la dirección burocrática del FMLN
Aunque el FMLN hace alarde del centralismo democrático, no hay democracia interna en esa organización. En la mayoría de casos no son las bases del FMLN quienes eligen a la dirección, o a los candidatos a cargos de elección popular. Las elecciones internas fueron suprimidas hace tiempo. En muchos casos, los candidatos a diputados y alcaldes son impuestos, por encima de las propuestas de las mismas bases, a partir de alianzas que convienen a la dirección del FMLN. En su degeneración, la dirección del FMLN cerró todos los espacios que aseguran una verdadera participación de la juventud, las mujeres y hombres provenientes de la clase trabajadora, el campesinado, los pueblos originarios y demás sectores populares.
Se desvanecen las esperanzas en el gobierno de Funes
La dirección del FMLN quiere representar políticamente los intereses de los nuevos sectores capitalistas emergentes, algunos provenientes de la izquierda. Estos sectores buscan consolidarse como núcleos económicos dominantes y desplazar a los sectores tradicionales. Actualmente estos núcleos económicos emergentes tienen el control parcial del poder ejecutivo y del poder legislativo. Esta recomposición llevó a un resquebrajamiento de la derecha arenera, producto del cual surgió un nuevo proyecto político de centro derecha como es GANA.
Muy pocos cambios ha hecho el gobierno de Funes y del FMLN. El gobierno de Funes retomó íntegramente los planes de asistencialismo social de la derecha arenera, mediante los cuales mantenían el clientelismo político. A la fecha no han sido implementadas verdaderas soluciones a las necesidades de la clase trabajadora, los campesinos, los pueblos originarios y demás sectores populares.
El FMLN ha mantenido un juego político de criticar al gobierno de FUNES, pero en realidad éste no podría sostenerse sin el apoyo del FMLN. Esta contradicción no ha llevado a una ruptura, más bien todo apunta a que la política de la dirección del FMLN ha consistido en sacar provecho de los aparentes aciertos del presidente Funes y criticar sus desaciertos para mantener intacta su base electoral.
La actual dirección burocrática del FMLN ante sus bases se presenta como revolucionaria y socialista, mientras por otra parte abandona el discurso revolucionario y antimperialista. En los hechos no hace absolutamente nada para desarrollar la lucha antimperialista y mas bien se jacta de mantener buenas relaciones con el imperialismo norteamericano.
A pesar de la gravedad de la crisis capitalista, que se manifiesta en el alto desempleo, alto costo de la vida, inseguridad, violencia y descomposición social, la repuesta del gobierno de Funes y del FMLN ha sido aceptar y cumplir las recetas imperiales en materia de seguridad, como la militarización de la seguridad publica, lo cual es un claro retorno del militarismo, todo en aras de mantener relaciones armoniosas con el gobierno de Estados Unidos.
Este 11 de marzo: todos a protestar, votando nulo
En enero del 2009, las organizaciones que posteriormente reconstituimos el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), llamamos a votar críticamente por el FMLN, con el objetivo de sacar a ARENA del gobierno. Nunca hemos compartido el programa reformista del FMLN, ni sus métodos, pero en ese momento era el único partido que podía derrotar a ARENA. Y así lo entendían las amplias masas. El objetivo se cumplió, pero muy poco han cambiado las cosas en El Salvador, el gobierno de Funes y del FMLN resulto ser el mejor administrador del Estado capitalista en momentos de crisis, por que con un discurso de izquierda confunde y engaña a los trabajadores y a sus propias bases.
No descartamos que en el interior del FMLN existan elementos que todavía se identifican con los principios socialistas, pero han sido incapaces de remplazar a la actual dirección burocrática del FMLN. La realidad es que el FMLN abandonó mucho antes de 1992 la lucha por la liberación nacional y el socialismo.
El antidemocrático sistema electoral ha impedido que los trabajadores presenten sus propias candidaturas. Todos los partidos que se presentan a las elecciones para alcaldes y diputados, no satisfacen las necesidades del pueblo trabajador, tampoco el FMLN, que ahora se identifica con el sector burgués emergente. De las escasas candidaturas no partidarias para diputados, ninguna se identifica con un programa que beneficie a la clase trabajadora.
Por ello, en estas elecciones del 11 de marzo del 2012, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a protestar activamente, a votar nulo.
El Salvador necesita cambiar la reaccionaria Constitución de 1983, la cual en muchos de sus aspectos está descontextualizada, y sufre ya de muchos remiendos. Por lo tanto, también llamamos a la clase trabajadora, campesinos, pueblos originarios y demás sectores populares, a exigir la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que permita reorganizar el Estado y la sociedad en beneficio de los trabajadores y los sectores populares.
¡¡Todos a protestar votando nulo!!
¡¡Ninguna confianza en los partidos de oligarcas y burgueses!!
¡¡Por la independencia política de la clase trabajadora!!
¡¡Por una verdadera participación política de la clase trabajadora, campesinos, pueblos originarios y demás sectores populares: exijamos la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente!!
Centroamérica, 16 de Febrero del 2012
Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)
Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)