El próximo 4 de febrero del 2024 se realizarán las elecciones generales en El Salvador, donde en un mismo acto se elegirán el presidente de la República, diputados para la Asamblea Legislativa (AL) y Parlamento Centroamericano (PARLACEN).
En esta ocasión, en el pináculo electoral, como principal centro de atención se encuentra la polémica reelección del presidente Nayib Bukele, quien logra burlar, con una sentencia judicial, las normas constitucionales que prohíben, la reelección inmediata. La oposición parlamentaria ha reprochado tal pretensión de Nayib Bukele, pero no ha logrado impulsar ninguna acción de masas que lo impidiera.
La reelección no es un problema de principios para los socialistas centroamericanos. El pueblo tiene derecho a elegir a su gobierno por mayoría de votos. El problema es que la reelección de Bukele se monta sobre un recorte de las libertades democráticas, la persecución de los dirigentes sindicales, y un grave retroceso antidemocrático del sistema electoral, que hoy es más restrictivo que antes. Por eso nos oponemos tajantemente a este tipo de reeleccion.
Por parte de la oposición burguesa, se integraron a la contienda electoral por la presidencia, los siguientes candidatos: Joel Sánchez, por Alianza Republicana Nacionalista (ARENA); Luis Parada, por Nuestro Tiempo (NT); Manuel Flores, por Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN); Javier Renderos, por Fuerza Solidaria (FS); y; Marina Murillo, por Fraternidad Patriota Salvadoreña (FPS).
Reelección y cambios antidemocráticos al sistema electoral
La candidatura de Nayib Bukele, corre por una coalición “atrapalotodo”, compuesta por Nuevas Ideas (NI), Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), Partido de Concertación Nacional (PCN), y Cambio Democrático (CD). En la práctica este bloque funciona activamente dentro de la AL, siendo mayoría absoluta. Mediante la mayoría actual de diputados, Bukele ha podido modificar y hacerse del control de toda la institucionalidad del Estado. De esta manera, fue posible que magistrados de la Sala de lo Constitucional emitiera la sentencia No 1-2021, de fecha 3 de septiembre de 2021, que lo habilitó de manera temprana para su reelección. Para garantizar el control del proceso electoral, Bukele impulsó las primeras reformas electorales, el 15 de marzo de 2023, con la derogación del artículo 291-A del Código Electoral (CE), para poder hacer cambios al sistema electoral un años antes de la votación.
El 11 de julio de 2023 se aprobaron las reformas al CE para que se incluyan fotografías y nombres de candidatos en las papeletas de votación. También fue aprobado el cambio de sistema de votación del cociente residual por el sistema de la media mayor, eliminando la representación de las minorías. Otra reforma electoral fue la reducción de 84 a 60 diputados. Después, con la Ley especial para la reestructuración Municipal, se redujo de 262 a 44 municipios, reduciendo la participación de la población en los territorios. Al centralizar la representación popular en pocas personas, se restringe o limita la participación popular, se elimina la representación de las minorías, creando un sistema mas elitista que crea las condiciones para un partido hegemónico.
Bukele quiere reafirmar el control de la Asamblea Legislativa
Las encuestas dan por ganador a Nayib Bukele con un 60% de los votos, en las elecciones del 4 de febrero próximo De confirmarse esa tendencia, la coalición oficialista obtendrá amplia mayoría en una asamblea cuyo número de diputados se ha reducido, garantizándote de esta forma la mayoría absoluta para reformar la Constitución y garantizar la reelección indefinida, con el propósito de consolidar su régimen bonapartista en vía acelerada hacia una nueva dictadura. Bajo el esquema del nuevo sistema de conteo de votos, las asignaciones de diputados y concejales se realizarán con los escaños que obtengan los promedios más altos, dándole clara la ventaja a la coalición de Bukele. El nuevo sistema de conteo de votos, no permite la representación de las minorías.
La seguridad como mejor carta de presentación
Bukele se presenta como el líder carismático que rescató a El Salvador del mal que no pudo solucionar el bipartidismo ARENA-FMLN: las pandillas. El logro más importante de Bukele ha sido la desarticulación de las pandillas que controlaban amplios territorios. Los planes de seguridad que le antecedieron fallaron, solo maquillaron el problema de la violencia. Incluso el Plan Control Territorial de Bukele había fracasado, pero el viraje a última hora instaurando el régimen de excepción fue una improvisación surgida a consecuencia del atolladero de las negociaciones de Bukele con las pandillas.
El régimen de excepción ha sido una herramienta operativa que permitió capturar a los pandilleros y la liberación de los territorios que estaban bajo su control. El encarcelamiento de más de 71,000 personas en el marco del régimen de excepción, han caído prisioneros justos por pecadores. Existen denuncias de torturas. Las muertes de personas recluidas superan las 300, muchas han muerto por negligencia o asesinadas por el Estado. Algunos han sido liberadas condición médica crónica. Para Bukele esto es simple daño colateral. Estos abusos dieron como resultado el surgimiento del Movimiento de Familiares de Víctimas del régimen de Excepción (MOVIR), quienes se han transformado en el sector que mas ha luchado contra Bukele
Reacomodos de los grupos de poder y aceptación tácita de Estados Unidos
Al comienzo de su mandato, Bukele tuvo que afrontar la oposición de grupos empresariales y de poder. En el transcurso del tiempo, estos grupos de poder se han puesto de acuerdo y aceptan que Bukele juega el rol de salvador del Estado. Incluso, las críticas que Estados Unidos hizo en su momento sobre los ataques a la libertad de prensa, y violaciones a los derechos humanos, han sido abandonadas. Altos funcionarios de Estados Unidos han visitado recientemente El Salvador, lo que demuestra que existe un reconocimiento tácito al rol que Bukele juega por el momento, en su afán de reordenar las instituciones del Estado.
Demagogia y represión sindical
Mientras Bukele goza de popularidad y del reconocimiento de los grupos de poder, está atacando de manera sistemática y en silencio a los sindicalistas que se le oponen, acosando, despidiendo a los dirigentes más combativos, utilizando el Ministerio del Trabajo para entregar las directivas sindicales a sus seguidores, atemorizando al resto de activistas sindicales.
Bukele creó ilusiones que podía dar una reforma al sistema de pensiones que liquidara el esquema neoliberal actual del Sistema de Ahorro de Pensiones (SAP), logrando engañar y atraer a un sector de los dirigentes sindicales. Con el control cuasi total del movimiento sindical y con mayoría absoluta dentro de la Asamblea Legislativa, el bukelismo el 20 de Diciembre del 2022 realizó una vulgar reforma al SAP. Esta reforma fue una maniobra que sólo sirvió para maquilla la deuda pública: Por cierto, el Gobierno hace uso discrecional de los fondos de pensiones. Estos movimientos financieros han sido declarados reservados por 7 años.
El talón de Aquiles de Bukele sigue siendo la crisis económica y la falta de empleo.
Los precios de la canasta básica siguen al alza Entre 2019 y 2022 el precio de la canasta básica oscilaba entre $198 y $212 dólares en la zona urbana, para el cierre de 2023 ronda los $257,81 y $193,48 dólares. En la zona rural, en ese mismo periodo, aumentó de $145 y $183 dólares a $193,48.
Para este 2024 el Gobierno hizo un enorme recorte en materia social, siendo lo inverso del Plan Cuscatlán, demostrando el poco interés por atender a la clase trabajadores y sectores populares. Los recortes fueron así: $40 millones menos para el Ministerio de Desarrollo Local; $10.2 millones menos en el Ministerio de Vivienda; $38.2 millones menos para la Procuraduría General de la República; $90.9 millones menos en el Ministerio de agricultura y Ganadería y; $17 millones menos en el Ministerio de Trabajo y Previsión Social.
Solo queda protestar activamente con el voto nulo
Las elecciones generales del próximo 4 de febrero se realizarán en el marco de una aguda crisis fiscal y un prolongado estancamiento económico. Aun así, por el efecto de haber puesto a raya a las pandillas, Bukele seguramente ganará la presidencia y una mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa y diputados al PARLACEN.
La reelección de Bukele ya es una realidad, no solo porque ha logrado cautivar al 60% de la población que se encontraba desesperada por las pandillas, sino, también, porque los diferentes grupos de poder de empresarios han cerrado filas en torno a su proyecto. Un segundo mandato de Bukele es inevitable. Las masas trabajadoras y la clase media tendrán que convencerse, por experiencia propia, que la demagogia de Bukele acarreará grandes limitaciones económicas, mas grave de las que ya soportamos, y que detrás de su gobierno están los empresarios deseosos de recomponer sus negocios.
El sistema electoral se ha vuelto más antidemocrático, restringiendo la participación de nuevas fuerzas políticas. En estas condiciones, sin la existencia de una verdadera oposición revolucionaria, no hay una opción política aceptable para los trabajadores y el pueblo. Por ello, desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos al voto nulo para demostrar nuestro rechazo activo al proyecto dictatorial de Bukele.
Las bases para la instauración de una nueva dictadura ya han sido colocadas, nos tocare reagrupar a las fuerzas sindicales y de izquierda para luchar por las transformaciones democráticas que necesita El Salvador.
Centroamérica, 31 de enero del 2024
Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)
Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)