Por Mario Carranza
Al surgir los estados como superestructura de poder y dominación al servicio de los más poderosos y en detrimento de las mayorías; surgen con el los ejércitos como una herramienta servil útil solo y exclusivamente a una clase explotadora y dominante. Ahora lo irónico de este instrumento de represión es que su mayoría, salvo en los cuadros de mando, casi siempre está constituido por gente pobre y humilde pero que su adoctrinamiento exclusivo para doblegar a aquellos que amenazan al poder interno y externo del país les ciega y dado el momento y bajo las órdenes superiores, son capaces de destruir, reprimir, torturar y matar hasta a sus propias familias, esos hechos desgraciadamente se dieron siempre y recién se han dado en el pasado conflicto armado que vivió El Salvador y que concluyo con el Acuerdo de Paz.
A más ejército en las calles, más peligro para el pueblo
El sistema capitalista con su modelo neoliberal, los saqueos de las potencias imperialistas, la crisis cíclica que empiezan afectando a los grandes países que les dan origen; pero que como un domino se van asentado en los países subdesarrollados, unido al negocio del narcotráfico ha llevado a una espiral de violencia y delincuencia lo que es usado por el imperialismo y las clases dominantes para fundamentar la remilitarización del área centroamericana.
Las campañas mediáticas de los medios de comunicación unido a toda la superestructura lleva a que el pueblo vea la situación relacionada con el uso de la fuerza armada de ángulos diferentes y así de esa manera se puede apreciar que un porcentaje de la población pida y alabe la presencia militar en las calles, en las colonias en los centros penales, en las fronteras de nuestro país, lo que viéndolo desde el punto de vista histórico y de la realidad es contraproducente debido a que violenta el espíritu del Acuerdo de Paz que contempla, el acuartelamiento de las Fuerzas Armadas y por qué realiza tareas exclusivas de la Policía Nacional Civil (PNC), la cual nació del mencionado Acuerdo y que su exclusiva función es la seguridad pública o sea la protección de la población en interior del país, la que hoy parece se le ha olvidado que a esa institución.
El pueblo salvadoreño debe analizar las verdaderas intenciones de la presencia de las fuerzas armadas en las calles quienes reprimen, aplastan, capturan y hasta asesinan a sus mismos hermanos de clases, lo que realizan en obediencia y en defensa del sistema económico imperante. Es de señalar también el involucramiento de miembros de las fuerzas armadas en la venta de armas a grupos delincuenciales, lo que favorece en muchos casos a los mismos planes de remilitarización de la sociedad salvadoreña y que a pesar de las capturas de las personas involucradas, no se ha dado mayor información a la población.
¿Servicio militar obligatorio para que y quienes?
En el pasado conflicto armado que en su momento involucro a las fuerzas armadas de El Salvador y a los grupos armados que fueron parte integrante del FMLN, en ese horrendo conflicto, el mayor costo siempre le toco sufrirlo a la clase trabajadora, campesinos, pueblos originarios y demás sectores populares en general. Hoy nuevamente quieren que los hijos de la clase trabajadora, los campesinos, los pueblos originarios y demás sectores populares corran con los efectos del sistema capitalista y del narco capitalismo.
En cuanto a los nefastos planes de reclutamiento forzoso de la juventud y de la niñez, que el mismo presidente Funes y el FMLN apoya para lo cual están trabajando en crear los mecanismos legales los que a su vez serán ilegítimos y que amparadas en la inseguridad que genera la delincuencia, el crimen organizado y el narcotráfico quieren imponerle a la juventud y niñez salvadoreña quienes según palabras del mismo presidente son el futuro de El Salvador, eso nos empuja a creer que el futuro de El Salvador, será el futuro de militares, quizás hasta de dictadores.
El ministro de defensa Munguía Payes quien cuenta con la experiencia m de las dictaduras militares en las cuales se masacro al pueblo salvadoreño, respecto a los planes del servicio militar obligatorio para jóvenes ha expresado: que el Servicio Militar Obligatorio de Protección Civil para jóvenes “en riesgo” podría durar hasta 12 meses y costar cerca de $55 millones durante el primer año, según la planificación preliminar del proyecto…Según explicó, se plantea que los 6,000 jóvenes que participarán en el servicio militar sean parte de un programa que durará entre seis meses y un año, es decir dos ciclos…“Buscamos un servicio que ayude a los jóvenes a rescatar, reconocer e interiorizar valores cívicos y patrióticos. Un servicio que les ayude a respetarse a sí mismos, a los ciudadanos y al país”…los primeros seis meses servirán para enseñar técnicas de adiestramiento militar que no incluirán armas, practicarán deportes y aprenderán técnicas de primeros auxilios…“Después de los seis meses en que aprenderán destrezas y seguirán con su educación, recibirán capacitación en diversos oficios. Además, percibirán un salario como los demás militares”. (LPG, 6/06/2011).
Las opciones de la juventud: la mara, la pandilla, o el cuartel
Del análisis de estas declaraciones se puede apreciar lo costoso de dicho plan, siendo el mismo pueblo quien tiene que correr con los costos, ya que los burgueses no lo harán y aunque estuvieren de acuerdo de financiarlo trasladaran dicho costo al pueblo a través del aumento de costos de los productos o servicios vendidos; se puede deducir también que el objetivo es ideologizar a cierta parte de la juventud no para luchar por la liberación del pueblo sino para que defienda los intereses de las clases dominantes, de igual manera se está condenando a la juventud “en riesgo” al servicio militar obligatorio dándosele como anzuelo un salario y finalmente se puede determinar que otros de los objetivos de militares es crear grupos para militares juveniles los cuales serán formados en los mismos cuarteles para que luchen contra jóvenes pertenecientes a las maras y las pandillas, de este forma explotar y acrecentar los resentimientos de los jóvenes que ingresen a las fuerzas armadas esto queda bien claro cuando el Ministro Munguía Payes expresa que la medida, que podría costar cerca de $55 millones durante el primer año, busca dar un espacio a los jóvenes que se niegan a ingresar a pandillas y que sufren las represalias de estos grupos.” (LPG, 6/06/2011), Lo anterior podría llevar a un mayor aumento de la violencia. Es triste ver que lo que se alcanzó con el acuerdo de Paz de 1992, de acuartelar a los militares se está revirtiendo siguiendo la misma lógica de Costa Rica y Guatemala inmersa en el plan Mérida y El Salvador en la iniciativa CARSI.
El fin de estos gobierno títeres es fortalecer los ejércitos “civiles” de jóvenes instruidos en valores lo que equivale a ideologizarlos para que en su momento respondan a las ingentes necesidades del modelo neoliberal con sus medidas antipopulares enmarcadas en las doctrinas de seguridad nacional y con el anzuelo de que les van a pagar un salario.
Las familias salvadoreñas debemos decir: No al servicio militar obligatorio
En estos tiempos en donde la violencia, la delincuencia, la falta de empleo y de oportunidades hacen de la juventud su presa, esta medida del reclutamiento militar obligatorio podría a lo mejor ser bien vista por una parte las familias salvadoreñas o ser vista a lo mejor como una alternativa ante el desempleo y la falta de oportunidades, pero no es así, esta en ningún momento es una buena alternativa para la juventud; por lo cual el Partido socialista centroamericano PSOCA previene al pueblo salvadoreño de los nefasto efectos negativos de dicha medida y llama al pueblo a pronunciarnos en contra de esas medidas neofascistas y así evitar que en futuro cercano la actual juventud sea utilizada nuevamente por las ricos como carne de cañón con el pretexto de la defensa del pueblo o de combate a la delincuencia, cuando en realidad no es así, si las clases dominantes quisieran el bienestar para el pueblo, darían parte de sus riquezas, lo cual históricamente nunca lo han hecho, si no les es arrebato por el pueblo.
Educación, trabajo y salarios justos para la juventud
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) insiste al gobierno de Funes y del FMLN que la respuesta al problema de inseguridad y muertes de maestros y alumnos cerca de los centros educativos, no se solucionan sacando más soldados a las calles, ni reclutando seis mil jóvenes más, ni militarizando los penales, las calles y las instituciones públicas, la solución es crear verdaderos empleos, que se incrementen los salarios en general y que los fondos de ese seudo proyecto de Munguía payes sea para fortalecer a la UES y que esta habrá más espacios a la juventud salvadoreña.
De igual manera el PSOCA llama a la juventud a organizarse para detener la avanzada del militarismo, el cual pone en riesgo muchas de las libertades que fueron conquistadas con la sangre del pueblo, así mismo a luchar por un sistema que garantice un nivel de vida digno.
Por queremos un país libre y verdaderamente democrático: alto al reclutamiento y la remilitarización.