Boletin del Movimiento de Veteranos de Guerra del Ejercito Nacional para la Democracia
“Cuando los cristianos se atrevan a dar testimonio revolucionario pleno, la revolución latinoamericana será invencible…...” (Comandante Ernesto “Che” Guevara).
La función de la Iglesia durante el feudalismo y su conexión con la Edad Media, la “cristiandad” obligó a que los primeros combates de la burguesía en ascenso se libraran bajo un disfraz ideológico y religioso. En pleno Siglo XXI y dentro de una trama de golpe de estado, la “cristiandad” personificada por el “aspirante” al papado, el Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, se quitó la máscara “redentora” y salió a la defensa de los explotadores y asesinos del pueblo hondureño. El Cardenal Rodríguez Maradiaga amenazó al presidente Zelaya para que se abstuviera de llegar a suelo nacional para “evitar un complotado baño de sangre”.
El representante de la “neo-cristiandad” se equivocó de época, este pensó que con el llamado que hizo en su “Bula” para la sumisión del pueblo hondureño, esto sería igual al período feudalista cuando los Papas “donaban” a la corona española las tierras y los indígenas del nuevo mundo descubierto por el conquistador Cristóbal Colón.
Los apellidos Michelleti, Ferrari, Poma, Altamirano, Guirola, Delgado, Sol y Cristiani, son ejemplos del “linaje” de las cofradías de criollos descendientes de los conquistadores que robaron las tierras a los indígenas centroamericanos. Los criollos esclavizaron a nuestros indígenas, destruyeron sus costumbres y creencias, los masacraron y a nombre de “Dios” los explotaron.
La “iglesia” que representa el cardenal Rodríguez Maradiaga y de las sectas protestantes que apoyan a los “gorilas” hondureños, son las que Marx muy bien definía como “El opio que solo sirve para adormecer a los pueblos y que no les permite liberarse de sus opresores”. El llamado de los emisarios de la “neo-cristiandad” hondureña también hizo eco y precipitó al arzobispado salvadoreño para que mostrara su verdadera cara a favor de los explotadores.
Por otro lado, los gritos de las “hienas” de la oligarquía salvadoreña representadas políticamente en el partido de los narcotraficantes (ARENA), acompañaron el “llamado” de Maradiaga y de la cavernaria e ignorante oligarquía golpista. Los cómplices areneros al verse frustrados en sus aspiraciones de retornar al pasado de las dictaduras militares, “berrean” por que se respete la “soberanía” de Honduras y que se permita el “libre” tránsito del comercio ya que se afecta al TLC. Arrogante y abusivamente hasta le piden al presidente Mauricio Funes que se mantenga al “margen” del conflicto interno de Honduras, etc.
Lógicamente, los oligarcas se frustraron y se acobardaron con la aplastante respuesta de la comunidad internacional. Los golpistas no podrán sobrevivir ni tan siquiera un par de meses al merecido bloqueo económico y político, ni tampoco podrán evitar su juzgamiento por traición, actos de terrorismo y les dolerá la ejemplarizante presencia de los “Cascos Azules”. También, por más que “cacareen” e insulten al presidente Hugo Chávez, no podrán negar que tienen una alta dependencia del petróleo de Venezuela y sin combustible jamás podrán poner en marcha su maquinaria económica. El golpe de estado se volvió en contra de ellos mismos y los ha conducido hacia un tonto suicidio.
En este contexto, la inteligencia y seguridad del estado salvadoreño tiene la obligación de investigar la posibilidad, según lo expresan los habitantes del lugar, que desde una isla del lago de Coatepeque que es propiedad del capo de Alfredo Cristiani se han estado trasladando armas de guerra hacia su finca cafetalera localizada en el volcán Chinchontepec y para ello han utilizado un helicóptero que es de su pertenencia. Esta preocupación de los vecinos de Coatepeque tiene su fundamento lógico, ya que es evidente que la conspiración promovida por las retrógradas fuerzas oligárquicas que estalló recientemente en la hermana República de Honduras, se inició en Guatemala y habían planificado que culminara en El Salvador. La “aspiración” estratégica de las derechas y del fascismo para derrotar a los gobiernos del cambio y destruir al ALBA, es un “parto” que nació muerto y sin la esperanza de utilizar sus “colmillos” sin encontrar la resistencia de los pueblos de nuestra patria latinoamericana.
¡VIVA EL HEROICO PUEBLO SALVADOREÑO!
¡POR LA CONSTRUCCIÓN DE UNA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA UNIDA EN LOS PRINCIPIOS Y EN LAS ACCIONES!
¡SIN PERDON Y SIN OLVIDO DE NUESTROS MARTIRES REVOLUCIONARIOS!
¡VIVA EL MOVIMIENTO DE VETERANOS DEL END!
END
(FPL-“Farabundo Martí”; FPL-GPP/ FCER; ERP; FARN; PRTC y FAL)
El Salvador, 8 de julio de 2009