Por Armando Tezucún
Escribimos estas líneas mientras el Tribunal Supremo Electoral anuncia los resultados preliminares de las elecciones 2011. Como era de esperarse, el proceso electoral pasa a segunda vuelta. A la cabeza de la votación, siguiendo la línea anticipada por las encuestas se situó el general retirado Otto Pérez Molina, del Partido Patriota, con el 32.62 % de los votos válidos; competirá con él en la segunda vuelta Manuel Baldizón del partido Líder con el 21.35 %.
Para que los trabajadores, campesinos y sectores oprimidos se percaten de si vale la pena o no votar en la segunda vuelta, si alguno de los dos candidatos favorecerá realmente a los más pobres, es necesario explicar y divulgar a qué intereses responden los diferentes partidos de la burguesía, quién financia sus campañas y a quién tendrán que retribuir sus favores quienes ganen la presidencia del país. Los partidos que participan en el actual proceso electoral expresan los intereses y los lineamientos de al menos tres grupos de poder económico que buscan el control del poder político.
El primero es el poder económico tradicional, conformado por las familias de la oligarquía que durante largos años han controlado la economía por medio de los latifundios de cultivos tradicionales, el comercio, los monocultivos y los grandes oligopolios de la agroindustria. El segundo es un poder económico emergente, en parte surgido de la oligarquía, como un sector modernizante vinculado a grandes grupos corporativos y en parte compuesto por otro sector que se ha enriquecido mediante negocios con el Estado. El tercero es el narcotráfico y en general, el capital vinculado al crimen organizado, cada vez más poderoso, y que es el principal responsable de la violencia política por el control de las alcaldías en el interior del país.
Hay otros dos grupos de tratan de obtener un espacio de poder influenciando los partidos políticos. Son las estructuras paralelas al Estado (civiles y militares) surgidas durante el conflicto armado interno y los grupos oligopólicos de los medios de información masiva. Todos estos grupos de interés tienen en algún punto relación entre sí, no están aislados, a ciertos niveles interactúan y comparten negocios. Además, las grandes empresas transnacionales también hacen valer sus intereses interactuando con los otros grupos y, lo que es vital para ellas, influyendo en las decisiones del Estado y los gobiernos.
Examinaremos brevemente los intereses que se expresan en las dos candidaturas que encabezaron la votación e irán a la segunda competencia en noviembre.
El Partido Patriota
El PP tiene como candidato a la presidencia a su líder y fundador el general retirado Otto Pérez Molina. La trayectoria de Pérez indica que con un gobierno dirigido por él hay un peligro real de que recrudezca la represión y el hostigamiento contra las organizaciones campesinas, sindicales, indígenas, estudiantiles y de derechos humanos. Se graduó como oficial del ejército en la Escuela Politécnica, realizando después estudios en la Escuela de las Américas (escuela en la que el ejército de los Estados Unidos ha entrenado a los militares represores de América Latina) y en el Inter-American Defense College. Pérez fue comandante militar bajo el gobierno dictatorial del general Ríos Montt, cuando se aplicó la política contrainsurgente de Tierra Arrasada. En esta época fue comandante de la base militar en Nebaj y en otros lugares donde ocurrieron masacres, desapariciones y torturas. Posteriormente fue jefe de la inteligencia militar e inspector general del ejército. En 1994 hizo parte de la cúpula militar que fue implicada en el asesinato del juez Edgar Ramiro Elías Ogáldez, así como en la ejecución extra judicial del guerrillero Efraín Bámaca.
El plan de gobierno del PP contempla aumentar la inversión extranjera, adaptándose a las normas de la Organización Mundial del Comercio. Limita la intervención del Estado en las políticas económicas de las maquilas, call centers y empresas mineras, a modo de garantizarles la exención de impuestos y facilitar la alianza público privada para construir grandes infraestructuras. En otras palabras, fortalece los ejes alrededor de los cuales gira actualmente la acumulación de capital de los grupos de poder económico del país.
En el equipo del PP figuran una serie de oficiales en retiro como Julio Balconi, Ricardo Bustamante, Marco Antonio Taracena, Mario Mérida, Mauricio López Bonilla y Roberto Letona Hora. Ellos conformarían el equipo de política de seguridad. El jefe de campaña es uno de ellos, López Bonilla, quien participó durante la guerra interna en el área de operaciones Xibalbá en Alta y Baja Verapaz, y fue asesor del ex general genocida Efraín Ríos Montt.
Ligada al financiamiento del PP está la familia Castillo Sinibaldi, una rama de la familia Castillo Córdova, que conforma la poderosa Corporación Castillo Hermanos, uno de los grupos económicos más importantes del país. Representando a esta familia están Ricardo Castillo Sinibaldi, ex candidato a vicepresidente del PP en 2007 y actual miembro honorario del partido, y Alejandro Sinibaldi, actual candidato a la alcaldía de la capital. Este último está vinculado al grupo publicitario Imágenes Urbanas.
Son también financistas del PP el grupo Emisoras Unidas y la cadena Radio Corporación Nacional. En menor grado han colaborado con el PP Dionisio Gutiérrez, los Novella, el grupo La Fragua y algunos grupos azucareros como la familia Leal. En el interior del país el PP está vinculado al grupo de Simón Penados, vinculado al narcotráfico y a los narcos Juan Ortiz y los Mendoza. También están vinculados al PP grupos de poder locales aglutinados alrededor de negocios corruptos de obras públicas, liderados por caciques que fueron conquistados al Frente Republicano Guatemalteco.
El Partido Patriota es uno de los que más violó la ley electoral, haciendo campaña anticipada desde finales del año pasado, e invirtiendo en propaganda mucho más del tope de gastos permitido por el Tribunal Supremo Electoral, que asciende a Q 48.5 millones. De acuerdo al TSE, a inicios de septiembre el PP había gastado Q 58 millones, aunque la cifra asciende a mucho más si tomamos en cuenta la campaña anticipada. Esto quiere decir que el PP tendría prohibido hacer campaña para la segunda vuelta.
Podemos decir que lo financia un 50% de capital emergente y narcotráfico, un 25% de capital tradicional y un 25% de capital que interactúa entre estos tres sectores.
Libertad Democrática Renovada
Surgió como una bancada independiente cuando su líder y candidato presidencial el empresario Manuel Baldizón decidió separarse de la Une con 10 diputados, logrando más adelante su inscripción como partido político. Baldizón tiene fuerte influencia en el departamento del Petén, de donde es originario, en especial sobre cinco corporaciones municipales.
Los intereses que representa son los de sus financistas, las familias Baldizón Tager y Baldizón Méndez, con inversiones el transporte, construcción y comercio (Grupo Balvar S.A., Jemabal S.A., Autobuses del Norte, Gasolineras Jaguar, autobuses Línea Dorada).La Gremial de Empresas de Seguridad Privada tiene presencia a través de su directivo el teniente Sergio Bardales, quien es parte de la estrategia de seguridad de Líder.
La transnacional petrolera francesa Perenco está vinculada con Baldizón, quien fue ponente y operador de la ley que permitió en el Congreso la ampliación por 15 años del contrato que le permite operar en la Laguna del Tigre. A través de Minondo Ayau de la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala, Líder está vinculado al tráfico de armas, y a través de Luis Mendoza a la corrupción en la ejecución de obras. Líder representa al capital emergente y al narcotráfico, con algunas interacciones con el capital tradicional.
Podemos ver claramente que ambos candidatos están implicados en una red de intereses que nada tiene que ver con las necesidades reales de la población oprimida. Los trabajadores, campesinos, indígenas, estudiantes, y sectores pobres no están para nada representados en estas candidaturas. Por eso el Partido Socialista Centroamericano declara que no hay por quién votar en la segunda vuelta y llama al voto nulo, manchando las papeletas o dejando por escrito la inconformidad con ambos candidatos burgueses.
La tarea más importante en el momento sigue siendo la conformación de un frente de lucha con las organizaciones sindicales, campesinas, indígenas y estudiantiles que refuerce las luchas que están en curso y nos prepare para enfrentar el futuro gobierno de derecha, que con seguridad incrementará la represión.