Por Arnulfo Gómez
El pasado viernes 12 de octubre, el Ministerio de Energía y Minas, a través de su “dirigente” Erick Archila (lacayo de la oligarquía nacional y de las transnacionales), presentó una propuesta para reformar la Ley de Minería. La misma propone cambios a 36 de los 80 artículos que contiene dicha ley. En estas modificaciones excluye a las consultas comunitarias y se propone crear un consejo minero que tendrá un representante de las industrias extractivas.
Queda claro que el Estado capitalista de Guatemala, controlado por la oligarquía nacional y las transnacionales, quieren a toda costa, seguir con el saqueo de los bienes y recursos naturales de nuestro pueblo, ya que las consultas comunitarias constituyen un contrapeso, para frenar el robo de nuestros recursos.
Esto es parte de una estrategia bien armada que va supuestamente desde lo “legal”, hasta la aplicación de “mano dura”, con la apertura de destacamentos militares en los lugares donde se encuentran los proyectos de minería o de extracción de petróleo, el hostigamiento y la represión de la población, el encarcelamiento y asesinato de líderes comunitarios, así también, campañas publicitarias en los medios de comunicación de mayor audiencia en el país y en fin un conjunto de tácticas militares y de propaganda para lograr sus objetivos sin tener oposición a su paso.
Con esto se deja a la deriva el derecho que tiene el pueblo de realizar las consultas comunitarias, ratificado en el artículo 65 del Código Municipal, el artículo 6 del Convenio 169 de la OIT y el artículo 19 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Y no quedará más que hacer valer nuestros derechos con tomas de carreteras, huelgas, paros y acciones cada vez más fuertes. Sin lugar a duda, nos están obligando a reaccionar con “Mano Dura”.
“La propuesta también establece que el porcentaje de regalías por la extracción de materiales de construcción será del 1%; en rocas decorativas, 2%; minerales no metálicos, metales básicos y piedras semipreciosas, 3% cada uno; metales preciosos y piedras preciosas, 5% cada uno; tierras raras, 10%, y 3% los minerales no contemplados” (Prensa Libre 13/10/12). ¿Cómo es posible que el Estado permita la invasión de nuestras tierras a cambio de miserables regalías?
Cabe resaltar, que esta propuesta de ley fue presentada al congreso el día en que la Selección Nacional de Futbol de Guatemala, tendría un partido decisivo, contra la selección de Jamaica, y la atención de toda la población iba a estar concentrada hacia ese juego de futbol, pues precisamente es el tipo de maniobras que utilizan los capitalistas con la ayuda de los medios de comunicación, para aprobar leyes a su favor y que nadie se dé cuenta.
A pesar de que el Presidente Otto Pérez Molina se había comprometido en tiempos de campaña a respetar las consultas comunitarias y a exigir un porcentaje mucho más alto de regalías, no es lo que en realidad está sucediendo. A continuación un extracto del diario la Hora “El actual presidente de la República, Otto Pérez Molina, el año pasado, cuando era candidato a la primera magistratura del país, dijo La Hora Política, del 30 de marzo, que propondría una ley minera “que regule estrictos controles ambientales, protección del agua y de la salud humana”, además, “que fomente la participación ciudadana y el derecho de consulta” … “Así mismo…agregó que la iniciativa de ley que propondría, contemplaría “un incremento de regalías digno para el país y los guatemaltecos”…Sin embargo, el entonces candidato Pérez Molina, dijo en un foro organizado por la Asociación de Gerentes de Guatemala, el 22 de agosto del año pasado, que el Estado debería obtener “no menos del 40 por ciento” por concepto de regalías mineras”. (Diario la Hora Martes 16 de Octubre de 2012).
Sin lugar a duda, así como ha pasado a través de la historia, ellos, nuestros enemigos de clase, nos quieren despojar “democráticamente” de lo último que nos queda. Pues sólo hace falta recordar que en el siglo XVI, cuando vinieron los españoles y ocuparon nuestro territorio, reagruparon a nuestra gente en los llamados pueblos de indios. En el siglo XIX, con el desarrollo del cultivo del café, la oligarquía nacional confiscó las buenas tierras, desplazando a los indígenas y campesinos hacia las montañas y nuevamente en el siglo XX se desarrollan los cultivos extensivos de caña de azúcar, de algodón y los bananos de la United Fruit Company. Hoy en día es el petróleo, el turismo, las minas, las represas y los agro combustibles, en fin, lo que ellos llaman el “Desarrollo”, el pretexto ideal para sumirnos en la miseria y para seguir explotándonos aún más y no parar de saciar su sed de riqueza y poder.