Por Armando Tezucún
Este año el gobierno de Otto Pérez Molina y el Partido Patriota ha tenido serias dificultades para conseguir la aprobación de las leyes que necesita para implementar su agenda de trabajo. La bancada del principal partido opositor, Libertad Democrática Renovada (Líder), desde noviembre del año pasado inició una interminable interpelación al ministro de Cultura y Deportes Carlos Batzín, por corrupción y malos manejos en el ministerio a su cargo. Utilizando la misma estrategia que usó el Partido Patriota en el Congreso contra el anterior gobierno de Álvaro Colom, perfeccionada al máximo, Manuel Baldizón y sus diputados han logrado estancar durante nueve meses la actividad parlamentaria, amparándose en que los procesos de interpelación no pueden ser interrumpidos. Fue necesario interponer un amparo ante la Corte de Constitucionalidad, que resolvió favorablemente el 14 de febrero, para que el 19 de ese mes el pleno del Congreso pudiera elegir los presidentes de las 47 comisiones de trabajo y el legislativo pudiera laborar normalmente. Realizada la elección, la interpelación continuó.
Aprovechando la puerta abierta por la CC, la bancada del PP junto con las bancadas aliadas (UCN, Unionista, Todos, Gana, Creo) lograron un convenio según el cual puede interrumpirse una interpelación con 80 votos para temas constitucionales y 105 para conocer temas de orden económico, social y financiero. De esta manera el 13 de junio el Congreso logró ratificar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, el tratado de libre comercio con México, las reformas a la Ley de Regulación Tributaria y reformas a la Ley de Propiedad Industrial. Estos son los únicos decretos que ha producido el legislativo en lo que va del año.
Sin embargo, la intención del gobierno de aprobar la emisión de bonos del tesoro por Q 3,500 millones (para cubrir una cuestionable deuda del Estado con empresas constructoras), ha impedido, desde la segunda quincena de julio, que se logren acuerdos para interrumpir la interpelación al ministro Batzín y avanzar en la revisión de leyes pendientes.
Las bancadas que han sido aliadas del PP cuestionan no solo la legalidad de esa deuda, sino que se oponen a que el Estado continúe endeudándose, pues la deuda está llegando a niveles poco recomendables. Desde la sesión plenaria del 25 de julio se ha intentado que entren a debate un paquete de leyes de transparencia, un informe de antejuicio contra la ministra de educación Cynthia del Águila y que se empiece a dar lectura a las 176 iniciativas de ley que están pendientes de pasar a comisiones. El temor de todas las bancadas era que los diputados oficialistas aprovechen la interrupción de la interpelación para introducir la propuesta de los bonos. Ese día las bancadas se retiraron del pleno una a una, tras conocer que el PP incluiría en la agenda dicha propuesta.
La desconfianza generalizada hacia la bancada del PP y el rechazo al endeudamiento, ha hecho que el cabildeo y búsqueda de consensos para lograr una agenda que desentrampe el Congreso fracase. El 1 de agosto el gobierno presentó oficialmente a la Dirección Legislativa la propuesta de ley de los bonos, incluyendo la aprobación de dos préstamos por Q 3,400 que están incluidos en el presupuesto oficial de este año. Esto agudizó la pugna, definiéndose 82 diputados en contra, 69 a favor y 7 indefinidos. Mientras, el PP cambió a su jefe de bloque, nombrando a Arístides Crespo, hombre clave para cabildear con otras bancadas.
En medio de denuncias de intentos de soborno a diputados, el 19 de agosto Arístides Crespo anunció que el PP retiraría de la discusión la iniciativa de los bonos y los préstamos, en vista de la imposibilidad de lograr acuerdos. Con esto se logró acordar una agenda mínima para la plenaria del 20 de agosto, que incluye la lectura de 50 iniciativas de ley y conocer la solicitud de antejuicio contra la ministra de educación. Sin embargo, ese día, aunque se logró interrumpir la interpelación, no hubo acuerdo sobre el antejuicio, que fue archivado, y en medio de altercados y empujones no se logró leer las 50 iniciativas. En una nueva sesión del 22, debido a falta de acuerdos, sólo se conocieron 25 iniciativas de ley, antes romperse el quórum.
El desempeño del Congreso este año pone al desnudo lo peor de la política parlamentaria burguesa: demagogia, compra de voluntades, corrupción e intereses ocultos. Por ello el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) propone como alternativa la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que transforme el país a favor de las masas oprimidas y barra toda la basura parlamentaria.