Por Armando Tezucún
El decrépito sistema guatemalteco de salud pública ha sido fuente de un nuevo conflicto social. El miércoles 25 de julio miembros del Sindicato de Médicos y Cirujanos, que trabajan para el Ministerio de Salud, realizaron una nutrida marcha de protesta en el Centro Histórico de la capital para exigir mejoras salariales y de condiciones de trabajo. En la manifestación participaron odontólogos, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, antropólogos y médicos. Al final de la marcha representantes del sindicato se reunieron con el presidente Jimmy Morales y el ministro de salud Carlos Soto, presentándoles un pliego de peticiones. Según el dirigente Luis Cuyún, subdirector médico del Hospital de Antigua Guatemala, las demandas se presentaron a las autoridades del Ministerio desde hace 16 meses, sin obtener respuesta alguna.
Las principales exigencias son un incremento salarial, la estabilidad laboral y la aprobación de la Ley de la Carrera Administrativa del Profesional que labora en el Ministerio de Salud. Los salarios para aquellos que laboran cuatro horas diarias, bajo los renglones 182, 189 y 029, por contrato, ascienden a Q 1,600, más prestaciones y bonos. Los que laboran bajo el renglón 011 con plaza presupuestada, reciben un mínimo de Q 3,757 por 8 horas de trabajo, más prestaciones. Los compañeros piden un aumento del 100%, considerando que al mes de julio la canasta básica ampliada (que incluye alimentos y los principales servicios) ascendió a Q 8,177 para una familia de 4.77 miembros (La Hora 07/08/2018). Al igual que en el gremio magisterial, el personal que está por contrato anual no tiene su trabajo seguro, pues cada año existe la incertidumbre sobre la renovación del contrato; de allí la demanda de que todos pasen al renglón 011, para tener trabajo estable. Para tener sueldos dignos de acuerdo al desempeño profesional, se pide la aprobación de Ley de Carrera Administrativa, gozando del escalafón.
El presidente Morales y el ministro Soto prometieron tener una respuesta el viernes 3 de agosto. “Las peticiones las tenemos que discutir en el Ministerio de Salud y el Ministerio de Finanzas, porque son propuestas que tenemos que hacer alcanzables y que podamos cumplir, en cuanto al presupuesto que tenemos este año”, declaró Soto (Prensa Libre 25/07/2018). Sin embargo, la oferta del gobierno fue de dar un bono de Q 2,000 en diciembre, una total burla. "Salimos totalmente indignados por la propuesta salarial que nos hicieron, que en pocas palabras es un ajuste salarial de Q80 para los médicos y profesionales que laboran de cuatro horas, y de Q160 a Q190 para los que trabajan ocho horas, lo cual no llena la expectativa y la propuesta que habíamos planteado", dijo el dirigente Cuyún (Prensa libre 04/08/2018). Como consecuencia, el sindicato anunció que a partir del lunes 13 de agosto se cerrarán las consultas externas en los hospitales y centros de salud a nivel nacional.
La medida fue ratificada el viernes 10 en asambleas a nivel nacional en los centros de trabajo. Los compañeros aseguraron que se trata de una asamblea permanente, una medida legal de acuerdo al Código de Trabajo. El personal se organizó para atender a los pacientes que requieran intervención inmediata en las emergencias, a pacientes con enfermedades crónicas, pacientes oncológicos o con padecimientos infecciosos, y se realizarán las cirugías previstas. Solamente las citas que ya estaban en agenda serán reprogramadas. Los pacientes hospitalizados tendrán sus respectivos cuidados (Prensa libre 11/08/2018). Ante el anuncio del paro, el vicepresidente Jafeth Cabrera aseguró que el gobierno tiene una propuesta de incremento salarial de Q 2 mil mensuales para los médicos y Q 1,500 para los demás trabajadores. “Mantenemos el diálogo, esperamos que ellos comprendan que no hay una bolsa de donde sacar dinero y repartir. Me he reunido con ellos, yo fui médico en el San Juan de Dios y desde esa época hay rezagos, pero no hay una vara mágica”, dijo Cabrera (Idem)
El 13 de agosto, a pesar de las amenazas del Ministerio de Salud de tomar medidas administrativas contra el personal que suspenda la atención a los pacientes, el paro inició en el Hospital Roosevelt de la capital y el Hospital Nacional de Jutiapa, con la suspensión de las consultas externas. Se espera que los médicos del capitalino Hospital San Juan de Dios se sumen al paro.
Nos solidarizamos con lucha del personal hospitalario y de los centros de salud, y demandamos al gobierno de Jimmy Morales un ajuste presupuestario para el Ministerio de Salud, recortando el presupuesto del ejército, los sueldos de diputados y funcionarios, y el recorte de los gastos superfluos. Llamamos a formar un frente unido de las organizaciones populares por la mejora del sistema de salud pública, que según la Procuraduría de los Derechos Humanos, está colapsado.