Por Carlos Alberto Funes
El golpe de estado perpetuado el 28 de junio del 2009 vino a desenmascarar a muchos dirigentes y líderes sindicales oportunistas, siendo uno de ellos el actual Ministro de Educación Alejandro Ventura, personaje muy cuestionado en el sector magisterial por sus constantes traiciones al magisterio, por su total control desde hace 12 años en el Primer Colegio Profesional de Maestros de Honduras (PRICPMAH), y por las constantes denuncias de corrupción en que se le ha señalado dentro del mismo. Al igual que este personaje se encuentran muchos dirigentes de base de los diferentes colegios magisteriales que aprovechan la coyuntura actual para lograr sus aspiraciones personales, pasándose al lado del gobierno heredero del golpe y dejando atrás el sindicalismo o el gremialismo que les sirvió de catapulta para escalar posiciones.
El caso de Arnaldo Pinto
Pero estos oscuros personajes pertenecen a los seis colegios magisteriales y se han lucrado desde hace muchos años del colegio que dirigen y del INPREMA, tal es el caso del profesor Arnaldo Pinto –“dueño” del COLPROSUMAH (Colegio Profesional de Superación Magisterial de Honduras) y actual director del INPREMA-. Los casos son diversos y todos estos dirigentes tienen como único propósito el beneficio personal. El problema es el mismo en los diferentes sindicatos, tal es el caso de la dirigencia de HONDUTEL quienes después de ser el sindicato más fuerte que apoyaba la cuarta urna en el gobierno de Manuel Zelaya, fueron los primeros en que negociaron con las autoridades del gobierno de facto, o el caso de los líderes del Partido Unificación Democrática (UD) César Ham y Marvin Ponce quienes negociaron a título personal con los herederos del golpe.
Hay que recordar que en el magisterio se aprobó el Estatuto del Docente a mediados de los noventa, desde entonces este ha servido para que grupos o personajes hayan tomado el control de los colegios magisteriales, creando una gran masa de activistas que han degenerado la educación en el país, es así como el oportunismo y el chamberismo a calado muy fuerte en la conciencia social del docente. Es así que llega Alejandro Ventura a Ministro y quien ahora pone en duda el desarrollo educativo a nivel pedagógico y a nivel de corrupción, tanto así que en su gran mayoría los maestros no hubieran apostado un centavo por él, pero esa acción fue posible por la coyuntura actual; por un lado el ministro conoce el agua donde nada y conoce el precio de cada dirigente, por otro lado; le sirve al gobierno de Porfirio Lobo para decir que la dirigencia magisterial –columna vertebral de la resistencia- forma parte de su gobierno.
Las bases son las llamadas a derrocar a las dictaduras sindicales
El poder político del país y la oligarquía han tenido como estrategia copar e infiltrar de sus militantes al sector gremial y sindical, escalando con artimañas y fraude a las juntas directivas, unas vez ahí sirven como componedores, tapones o desmovilizadores de la base, tal y como sucedió con el ascenso de la lucha después del 28 de junio, quienes siempre priorizaron el discurso de Mel: “la negociación y la marcha pacífica” , cuando en ese momento hubo marchas que sobrepasaron las 200,000 personas y con una dirigencia consecuente, perfectamente se hubiera derrotado la dictadura golpista, optaron por cederle el espacio al régimen represor y estos golpearon salvajemente y detuvieron a muchos de la resistencia, asesinaron y siguen asesinando con sus escuadrones de la muerte. Estas dirigencias siempre han sido expertas en la negociación, y estas siempre han sido en detrimento de la clase trabajadora y a favor del patrono. Ha llegado el momento para que la base se forme políticamente, pero esto no sucederá con los que se han convertido en dictadores y se han enraizado en los gremios y sindicatos de donde hacen sus riquezas, temen a la formación de sus agremiados porque temen ser defenestrados, es entonces obligación de toda la base -que es consecuente- el iniciar proyectos políticos encaminados a tumbar dichas dictaduras.
Un maestro con formación política y con una dirigencia leal a la clase trabajadora será capaz de iniciar en el aula de clase una verdadera calidad educativa y a la par un proceso de transformación social en el alumno y padre de familia. A esto es a lo que le teme la oligarquía y la clase política del país.
¡Abajo las dictaduras en los gremios y sindicatos!