Por Maximiliano Fuentes
Recientemente, el gobierno ilegitimo ha anunciado a través de los distintos medios de comunicación el llamado al Dialogo con los diversos sectores sociales en pugna. En ese sentido, ha convocado a los miembros del Frente Nacional de Resistencia (FNRP), mismos que no han señalado su negativa, sino más bien han anunciado la instalación de una asamblea con los miembros de la Junta Directiva Nacional para tomar la decisión si entablan el dialogo con los golpistas.
El FNRP anunció: “…..por su parte que no asistirán a la reunión con el mandatario hondureño y que su comparecencia estaría condicionada a la determinación que se tomará en una asamblea a realizarse el 19 de octubre……” (El Heraldo 4/10/2010). No obstante, en ningún medio han manifestado que no se reunirán con Lobo Sosa. Es más, Arturo Corrales, vocero de la oligarquía y de los golpistas “…..aseguró esta mañana a radio HRN, que los representantes de la resistencia no han descartado una reunión con Lobo y que así lo hicieron constar por escrito.”
De igual manera, fueron llamados los Liberales en Resistencia, mismos que han asistido a reunión en Casa de Gobierno. Este sector disidente del Partido Liberal, de forma arbitraria y oportunista, han entablado el proceso del dialogo con aquellos que rompieron el orden constitucional y arremetieron violentamente contra los miembros de la Resistencia en las distintas jornadas de lucha. Acudiendo al llamado, han reconocido al gobierno ilegitimo de Porfirio Lobo Sosa y pretenden sustituir la enorme aspiración de los hondureños de refundar el Estado por el tramposo dialogo que propone la burguesía nacional.
Así mismo, asistieron los representantes del Partido de Innovación y Unidad (PINU), el Partido Democracia Cristiana (PDC) y la ultraderecha representada en la Unión Cívica Democrática (UCD). No nos dejemos engañar: para los golpistas el dialogo es un instrumento. Lejos de buscar el bien común y la igualdad social, su objetivo es agrupar a los distintos sectores y consensuar los cambios suficientes sin modificar el statu quo del bipartidismo y las enormes diferencias sociales que existen en Honduras.
La maniobra de Lobo
Presionado por obtener el reconocimiento internacional, el gobierno ilegitimo de Lobo Sosa ha realizado una serie de maniobras o reformas al interior del régimen político. Entre las reformas nos encontramos con la creación de la Secretaria de Derechos Humanos, la integración del ex Presidente Zelaya al Parlamento Centroamericano (PARLACEN) y recientemente la aprobación del nuevo aumento al salario mínimo. La intención es más que evidente: blanquear el golpe de Estado, limpiar la mesa de todo el sucio obtenido tras la expulsión de Zelaya y la ruptura del orden democrático, pero sobre todo, canalizar la enorme presión social a través del dialogo y la democracia burguesa. Desafortunadamente, los sectores sociales como el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) colaboran solapadamente o abiertamente con sus acciones u omisiones para la concretización de la política planteada por el gobierno de Lobo Sosa.
La Constituyente
El tema de la Constituyente ha sido objeto de múltiples enfoques e interpretaciones. José Manuel Zelaya, ex Presidente de la República, pretendió modificar los artículos pétreos de la Constitución para lograr su posterior reelección, pero en ningún momento planteó la refundación de Honduras a través del control democrático de los trabajadores sobre la producción y sobre los distintos poderes del Estado. Si revisamos la teoría contractualista clásica observaremos que la Constitución es ese pacto social que han establecido los ciudadanos con ese ente artificial que surge ante la necesidad de mantener o salvaguardar los derechos naturales. En la carta magna se encuentran establecidos las funciones del Estado, sus prohibiciones y como deben ser salvaguardados los derechos de los ciudadanos. Fuera de este enfoque, la teoría marxista manifiesta que el Estado, así como sus leyes son instrumentos de dominación política, donde la clase que ejerce el poder político y su dominación sobre el resto impone su voluntad en aras de coaccionar y mantener el orden de lo establecido. Razones por las cuales la ultraderecha dio un golpe de Estado cuando se vio amenazada por las intenciones de Zelaya de reformar el sistema político acentuado en el bipartidismo.
Desde meses atrás, venimos alertando sobre los peligros de una Asamblea nacional Constituyente negociada e impuesta desde arriba por los explotadores. Siempre hemos reconocido que la instalación de una Constituyente, que refunde el Estado de Honduras en beneficio de las grandes mayorías, debe ser el resultado de un proceso revolucionario, genuinamente democrático, y no de un proceso amañado y condicionado por aquellos que han violentado las leyes del país.
La derecha ha sido clara en sus intenciones: en ningún momento han planteado la necesidad de la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente. “Julio Cabrera, de la UCD, manifestó que debe agotarse cualquier diálogo para garantizar el respeto al sistema constitucional, basado en instrumentos internacionales, los derechos de libertad y movilidad, entre otros”.
"Todo aquel que apoye la Constituyente está violando la ley y se está convirtiendo en un delincuente que debe ser perseguido por la ley". “En el Congreso Nacional, a excepción del partido Unificación Democrática (UD), no hay ambiente para apoyar la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente. Al menos, eso es lo que se respira por el momento.” (El Heraldo 4/10/2010) Las distintas expresiones políticas de la oligarquía y de la burguesía nacional, pretenden establecer modificaciones a través del plebiscito y del referéndum, enfatizando que no se deben modificar los artículos pétreos.
Como podemos observar, los cambios o reformas propuestas no logran modificar las actuales condiciones en que se desarrolla la sociedad hondureña. El Estado que aspiramos construir es aquel que logre satisfacer las necesidades más sentidas del pueblo hondureño, es decir, un gobierno que proporcione trabajo para todos, salarios dignos, viviendas accesibles, un sistema de salud público de calidad, educación para todos y todas que involucre la participación de la mujer y que proporcione tierras y créditos accesibles a los campesinos, pero sobre todo que constituya un sistema participativo e incluyente donde todas los ciudadanos puedan participar de la vida política del país.
Es por todo lo anterior, que hacemos un llamado a todos los sectores sociales, gremios, sindicatos, organizaciones estudiantiles y de derechos humanos, a que no caigan en la trampa tejida por los golpistas. Las bases del FNRP deben de dar la pelea para que sus dirigentes no entablen negociaciones secretas ni a espaldas de la asamblea. La Constituyente sigue siendo nuestro camino, la forma de lograrla y obtenerla es a través de la derrota de los golpistas por la movilización permanente y la huelga general.
Por la independencia Política del F.N.R.P.
En diversas ocasiones hemos abogado por la independencia política del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Durante la lucha contra la dictadura de Micheletti era imperativa la unidad de acción, pero manteniendo una política de independencia de la clase trabajadora. En el momento de la lucha contra el golpe de Estado, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamó a la unidad de acción, es decir, que los distintos sectores sociales que aborrecían la dictadura y cuestionaban profundamente la ruptura del orden constitucional, se integraran en un frente común para emprender la lucha contra el gobierno que oprimía y cercenaba con métodos contrarrevolucionarios las libertades democráticas.
Claro esta, siempre manifestamos que fueran las centrales obreras, organizaciones sindicales y gremiales que dirigieran el proceso. Jamás llamamos al restablecimiento de Zelaya en el poder, sino que planteamos la conformación de un gobierno provisional encabezado por luchadores y dirigentes populares. En su momento planteamos, que uno de los enormes errores de la conducción política del FNRP fue plegarse a las intenciones de Zelaya, quien pretendía restablecerse en el poder político a través del dialogo con las instituciones que lo derrocaron. El Presidente defenestrado por un golpe de Estado cayó en la trampa tejida por los golpistas y por ello se encuentra de forma ilegal y arbitraria en el exilio.
Los sectores burgueses representados por el ex Presidente Zelaya empiezan a resquebrajarse. Los Liberales en Resistencia, encabezados por Carlos Eduardo Reina, fieles a sus tradición y extracción burguesa, han abandonado las banderas de la movilización y la sustituyen por el dialogo con los enemigos de la democracia y del pueblo hondureño.
Hoy por hoy, la línea política del FNRP sigue girando alrededor de Zelaya. No es casual, que durante el proceso de dialogo abierto por los golpistas la conducción política del FNRP establezca una reunión con Zelaya en la hermana república de Nicaragua. Hasta el momento, Zelaya ha decidido mantenerse al margen del dialogo, pero en el momento que le garanticen sus condiciones de retorno al país, es casi seguro que se sentara en la mesa para entregar el futuro político del FNRP y de la sociedad hondureña. Solo los trabajadores y trabajadoras, los hombres y las mujeres del campo y de los barrios populares garantizaremos las verdaderas transformaciones.