Después de un mes convulsivo, en el que el gobierno ilegitimo de Porfirio Lobo Sosa ha asestado golpes importantes al nivel de vida de los trabajadores Hondureños, el parlamento golpista anuncia con desfachatez el arribo y condecoración con la Orden Gran Cruz con Placa de Oro, al ex presidente colombiano Álvaro Uribe. Contrario al historial político que le ha intentado dar la derecha internacional, el ex presidente colombiano Álvaro Uribe, no es el gran patriarca de la democracia que nos pintan, sino todo lo contrario, desde antes de su arribo al gobierno colombiano, ha encabezado un Estado que ha reprimido con gran dureza al movimiento obrero y campesino colombiano.
Desde su arribo a la política, Álvaro Uribe ha sido vinculado a cientos de denuncias en las cuales se le relaciona con el narcotráfico y lo grupos paramilitares colombianos, grupos culpables de miles de asesinatos y crímenes de lesa humanidad en contra del campesinado y el movimiento obrero. Por ende, el pueblo hondureño no se debe dejar engañar, y tiene que asumir la visita de Uribe como parte de un plan del imperialismo norteamericano para orientar políticamente al gobierno golpista de Porfirio Lobo.
En el contexto político actual, en el que el movimiento de las masas está en contra de las políticas de la burguesía y el imperialismo, el currículo de Uribe lo precede, y desde el punto de vista del gobierno golpista es muy impresionante. Recordemos la gran experiencia de su gobierno en impulsar a los grupos paramilitares vinculados al narcotráfico que asesinaban a campesinos y trabajadores, así como su exitoso plan para desarticular los movimientos sociales que le hacían frente a su gobierno.
El panorama de la visita de Uribe no termina solo con la asesoría política que puede brindar al gobierno de Lobo. Está vinculada a un plan estratégico, en el cual el imperialismo continua militarizando el área y crea grupos paramilitares preventivos que se encargan de mantener la hegemonía económica del imperialismo y la burguesía hondureña. La táctica sigue siendo las misma que la del plan Colombia, a través del enclave de bases militares y grupos paramilitares que limpian a los sectores más radicales de la sociedad Hondureña. Es necesario recordar las denuncias, en que se vinculan a mercenarios colombianos a los grupos paramilitares que han realizado asesinatos políticos en nuestro país.
Por si fuera poco, las denuncias que vinculan a los paramilitares colombianos no quedan ahí, más bien, la semana pasada fueron vinculados mercenarios colombianos a la masacre de la que fueron víctimas compañeros del MUCA en el bajo Aguan.
Por todo lo anterior, condenamos la visita del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, por considerarla parte del plan imperialista para fortalecer, tanto política como militarista, al gobierno ilegítimo de Porfirio Lobo. Asimismo, hacemos un llamado a todas las organizaciones revolucionarias, obreras y campesinas para que se pronuncien en contra de la visita de uno de los más fieles aliados del imperialismo norteamericano.
Reprochamos los honores que el parlamento burgués pretende hacerle a Uribe, no porque consideremos que el parlamento de los empresarios no puede premiar a uno de los suyos, es decir un burgués vinculado a paramilitares, sino porque pretenden darle honores en nombre del pueblo hondureño, pueblo que no dejará que utilicen su nombre para condecorar a un asesino.
Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)