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Mantengamos el proyecto original y la independencia política del FNRP

En el último año se ha desarrollado una sórdida pelea por el control del Frente Nacional de Resistencia Popular (F.N.R.P.), la organización de lucha, amplia y democrática, que se constituyó como un frente único de todas las fuerzas políticas y sociales que rechazamos el golpe de Estado del 28 de Junio del 2009.

Sórdida lucha por el control del FNRP

El pasado 26 de Febrero del año en curso, las mismas fuerzas políticas que hoy tratan de imponer la reconciliación con el gobierno de Porfirio Lobo, continuador del golpe de Estado, de manera sorpresiva intentaron torcer el rumbo del FNRP durante la realización de la magna Asamblea Nacional. En esa ocasión, la mayor parte de la dirección y de las bases de la Resistencia, rechazaron el asalto y decidimos mantener el proyecto original del FNRP, como una organización pluralista, amplia y de lucha.

Sin embargo, tras la firma del Acuerdo de Cartagena y el esperado regreso del ex presidente José Manuel Zelaya Rosales, ocurrido el pasado 28 de mayo, se han venido multiplicando e intensificando los intentos de convertir el FNRP en una fuerza electoral, alegando que ha cambiado la coyuntura y bajo el argumento de que solo mediante “la participación electoral” se puede alcanzar la toma del poder.

Quienes propugnan por constituir el llamado Frente Amplio Electoral con corrientes burguesas, como son los Liberales en Resistencia, de cara a las elecciones del año 2013, han llegado al absurdo de anteponer las elecciones a la movilización popular. Para los socialistas centroamericanos cualquier táctica es válida si ayuda a la movilización de los trabajadores y el pueblo, si empuja la lucha hacia adelante, hasta lograr el objetivo inmediato como es la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, producto de la movilización popular, como máxima expresión de la voluntad democrática del pueblo. Lo que no es válido es engañar al pueblo con falsas alternativas, que más bien conducen a la Resistencia a un callejón sin salida.

La política del ex presidente Zelaya

Sin lugar a dudas, el ex presidente Zelaya goza en la actualidad de un inmenso prestigio político y de muchas simpatías entre el pueblo de Honduras. Sin embargo, a partir de su discurso en el aeropuerto de Toncontín, la política del ex presidente Zelaya coincide con estas fuerzas que pretenden utilizar al FNRP para constituir un Frente Amplio Electoral, con el supuesto objetivo de sumar a las distintas fuerzas políticas y sociales al proyecto de refundación del Estado de Honduras.

Se ha elaborado una extraña teoría repleta de fetichismo político en torno al Frente Amplio Electoral, en el sentido de que al darles cabida a corrientes burguesas, como los Liberales en Resistencia, habrá una mayor cantidad de votos, capaz de imponer en determinado momento la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente

Esta teoría es absolutamente falsa: no es cierto que a mayor amplitud, mayor arrastre electoral. Todo depende del programa político que se enarbole, y si éste levanta las reivindicaciones más sentidas de la población: amplias libertades políticas, trabajo y salarios dignos, financiamiento y tierra para los campesinos, etc. Pero en la coyuntura actual, se ha colocado la carreta delante de los bueyes.

La discusión al interior del FNRP se ha centrado en el intento de unir al movimiento sindical y popular, agrupado en el FNRP, con estas fuerzas burguesas, como son los Liberales en Resistencia, a la que pertenece el propio ex presidente Zelaya. Lo que menos se ha discutido es el programa de lucha que debe levantar el FNRP para continuar con la movilización popular y lograr desde abajo la democratización de Honduras en beneficio de los pobres.

Hoy más que nunca se debe mantener el proyecto original del FNRP

El Acuerdo de Cartagena contempla en uno de sus puntos la legalización del FNRP como partido político. Quienes negociaron este acuerdo con los golpistas, a espaldas del pueblo, se arrogaron la facultad de decidir por encima de las bases del FNRP, violentando la decisión tomada en la pasada Asamblea Nacional del 26 de Febrero en el sentido de no convertir al FNRP en un partido político.

Precisamente la fortaleza del FNRP reside en que ha unificado a gente de diferentes sectores sociales y con diferentes concepciones políticas en la perspectiva de lograr un objetivo común y fundamental: la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, libre, soberana.

Recordemos el origen del FNRP. Este surgió con el propósito de derrocar a la dictadura de Micheletti y por la restauración del orden democrático, violentado tras el golpe de Estado. El FNRP es la conquista organizativa más importante del pueblo hondureño en las últimas décadas. El FNRP representa esa unidad democrática y pluralista del movimiento sindical, popular, campesino e indígena, que surgió espontáneamente al calor de la lucha contra el golpe de Estado.

Aunque los golpistas se vieron obligados a autorizar el retorno del ex presidente Zelaya, después que éste aceptara reconocer la legitimidad del gobierno de Porfirio Lobo, los objetivos por el cual surgió el FNRP no se han cumplido todavía: las instituciones del corrupto y antidemocrático sistema político se mantienen incólumes. Nada ha cambiado en Honduras, salvo el retorno del ex presidente Manuel Zelaya, aunque bajo amenazas y presiones como es el procesamiento penal del ex ministro Flores Lanza.

La lucha por la democratización de Honduras continúa, ahora en condiciones mucho más adversas, porque antes era mucho más clara y frontal la lucha contra los golpistas, pero a raíz del Acuerdo de Cartagena, existen fuerzas políticas al interior del FNRP interesadas en borrar las fronteras entre los golpistas y la Resistencia. Por ello, hoy mas que nunca es necesario mantener el proyecto original del FNRP. como una organización unitaria, democrática, pluralista, de lucha, como el frente aglutinante de todas fuerzas politicas que luchan verdaderamente por la democratización de Honduras en beneficio de los pobres.

¿Qué programa político y que tipo de Partido?

Existe un sector de la dirigencia del FNRP que pretende convertir a este en un nuevo partido político, pero para formar parte como un componente más del llamado Frente Amplio Electoral. Con esta opción, aparentemente el FNRP seguiría siendo independiente, aunque sería un vagón más de la locomotora dirigida por los Liberales en Resistencia.

¿Realmente es conveniente convertir al FNRP en un partido político más del antidemocrático régimen de Honduras, para formar parte del pretendido Frente Amplio Electoral?

Los socialistas centroamericanos no fomentamos el apoliticismo. Al contrario, aspiramos y luchamos por convertir al FNRP en la expresión organizada de un nuevo nivel de conciencia de los trabajadores. Pero este proceso no puede ser impuesto desde arriba, debe ser el resultado de la voluntad de las bases del FNRP y de la maduración colectiva, no de maniobras de un sector de la dirigencia. Aspiramos a que el FNRP avance políticamente, no que retroceda al oportunismo electoralista.

Quienes quieren convertir al FNRP en partido político se olvidan que la fuerza del FNRP reside en su diversidad y democracia interna, y que al transformarlo en partido político provocarían la inevitable ruptura de éste. Si esto llegase a ocurrir, el FNRP terminará siendo la base de apoyo electoral de fuerzas políticas burguesas, muy probablemente de los Liberales en Resistencia, pero ya no será jamás la alternativa obrera y popular para imponer la democratización de Honduras en beneficio de los pobres.

De la misma manera que no se ha discutido el programa de ese nuevo partido político, tampoco se ha discutido que tipo de partido político necesitan los trabajadores y el pueblo de Honduras.

Lo que está ocurriendo actualmente al interior del FNRP no es un proceso natural de avance y maduración política, producto de la necesidad de avanzar en nuestros objetivos, sino más bien refleja la imposición de un sector de la dirigencia del FNRP sobre el conjunto de las bases. Al no discutirse entre las bases del FNRP todas estas posibles alternativas, al no organizarse una discusión democrática con suficiente antelación, que permita sopesar las diferentes variantes, puede producirse un debilitamiento de la Resistencia.

En realidad, para poder construir el Frente Amplio Electoral con los Liberales en Resistencia, UD, PINU y PDCH, el FNRP tendría que dejar de ser lo que ha sido hasta el momento, tendría que cambiar su naturaleza de organismo amplio y unitario de lucha, para convertirse en la estructura electoral de ese Frente Amplio Electoral.

La trampa del Frente Amplio Electoral

En diversos procesos de la historia, las organizaciones de los trabajadores han participado en organizaciones donde confluye una diversidad de tendencias políticas. En algunas ocasiones, esta amplia unidad es progresiva, como ocurrió durante los primeros meses de lucha contra el golpe de Estado. En ese sentido, la participación de corrientes del Partido Liberal era progresiva, correcta y necesaria en el objetivo de movilizar al pueblo para derrotar al golpe de Estado.

La constitución de alianzas políticas puede ser considerada dentro de determinadas coyunturas. Sin embargo, en ningún momento se debe dejar al servicio de los sectores burgueses la dirección del movimiento sindical y popular, o someter a este al programa o a la política de esos sectores empresariales.

El descontento social genuino que brota de la miseria engendrada por la quiebra del Estado y de su antidemocrático modelo en Honduras, son un terreno fértil para la promoción de toda clase de “alianzas” y “frentes” por parte de algunos sectores de la izquierda reformista y oportunista. Estas propuestas “tácticas” son un verdadero terreno minado para aquellos que verdaderamente luchan por la transformación de Honduras a través de una Asamblea Nacional Constituyente

Detrás de las  frases “radicales” a favor del Frente Amplio Electoral se esconde una trampa: la disolución del programa de lucha los trabajadores y del aniquilamiento de la independencia política del FNRP.

Nuestras Propuestas

En este momento se libra una discusión muy importante al interior del FNRP, será la Asamblea Nacional del 26 de Junio la que determinará el futuro político inmediato de esta organización. En ese sentido solicitamos se considere por los delegados los siguientes puntos:

 

1.- Sigue siendo prematuro tomar una decisión sobre la participación electoral del FNRP, sin haber garantizado las condiciones mínimas democráticas. El retorno del ex presidente Manuel Zelaya y demás exiliados no ha modificado la naturaleza del gobierno y de sus instituciones. El Estado de Honduras sigue atropellando derechos más elementales, Se mantiene una política de represión selectiva con dirigentes campesinos, sindicales y gremiales. Quienes controlan las instituciones encargadas de vigilar los procesos electorales son los mismos que han estado involucrados en el quebrantamiento del orden constitucional.

2.- La desnaturalización del FNRP y su conversión en un nuevo partido político electoral no puede ser decidida a quemarropa en la Asamblea Nacional del 26 de Junio. Una decisión tan importante debe ser producto de la maduración colectiva, de la discusión democrática. No se puede votar que el FNRP se transforme en partido político, sino se ha explicado con antelación la naturaleza de ese partido, su programa político, su régimen interno, y los objetivos fundamentales.

3.- El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) plantea a los delegados que en esta coyuntura se debe mantener el proyecto original del FNRP. La mayoría del pueblo no luchó para obtener un remedo de Asamblea Nacional Constituyente retaceada que sea negociada en las alturas, y que termine cambiando las formas y no la esencia antidemocrática del actual régimen y Estado en Honduras.

4.- La Asamblea Nacional del 26 de Junio debe votar un Programa de Lucha para luchar contra los paquetazos económicos del gobierno de Porfirio Lobo, que debe contener mínimamente lo siguiente:

 

 

  1. Luchar por la constitución de una Asamblea nacional constituyente que refunde a la nación en beneficio de las grandes mayorías y que termine con las grandes brechas de miseria que imperan en el país.
  2. Abogar por la defensa de las grandes conquistas sociales, a saber: los estatutos gremiales y los contratos colectivos, la libertad de organización y de sindicalización, respeto de los institutos preventivos y de la seguridad social.
  3. Promover un congelamiento de los precios de los artículos de primera necesidad y un aumento general de salarios de acorde a la inflación imperante.
  4. Presionar al gobierno a través de movilizaciones para que se castigue a los violadores del orden constitucional y de los derechos humanos en la coyuntura política.
  5. Asegurar una verdadera reforma agraria donde se les destine tierras y créditos a los pequeños productores.
  6. Promover la participación de la mujer y de las minorías sexuales a través de una nueva Ley de equidad participativa que involucre la libre participación.
  7. Promover una nueva Ley de recaudación fiscal donde sean los grandes empresarios y terratenientes que paguen mayores impuestos.
  8. Obligar al Estado de Honduras que realice una mayor inversión en salud y educación, de igual manera que apertura fuentes de empleo para generar desarrollo social.

 

 

Centroamérica, 24 de Junio del 2011

 

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

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