Por Sebastián Ernesto González

Una vez que se dio el Golpe de Estado del 28-J de 2009, lo primero que hizo el Congreso Nacional fue poner en vigencia la fórmula anterior para el cálculo del precio del combustible y eliminar la Ley de los 60 grados. Desde entonces los precios del galón de combustible  han venido en alza constante, alcanzando el último precio -que entró en vigencia a partir del 10 de abril- los 100.10 lempiras para la gasolina súper y de 94.69 lempiras para la gasolina regular.

En lo que va del año, la gasolina superior ha sufrido un aumento de 14.35 lempiras y la gasolina regular ha sufrido un incremento de 14.42 lempiras, en 15 alzas consecutivas.

El 21 de marzo del presente año el Congreso Nacional aprobó nuevamente la “Ley de los 60 grados”, que obliga a los importadores a vender las gasolinas a una temperatura de 60 grados Fahrenheit y no de 90 grados. Según el gobierno esta medida le acarreará un ahorro de 1.40 lempiras por galón al consumidor. Sin embargo, la Ley entró en vigencia hasta el  miércoles 11 de abril (21 después de su aprobación), a diferencia del caso en que una medida afecta a los consumidores,  cuando la aplicación de los aumentos es inmediata.

Estos aumentos constantes se dan aun cuando el petróleo de Texas bajó ayer el 1.4 % y cerró en 101.2 $ por barril de petróleo. (LT, 11/04/2012). Seguramente que aunque el precio de los carburantes siga bajando esto no se reflejará en el precio de los carburantes en Honduras. La explicación es sencilla: la mayor parte de las utilidades obtenidas se las llevan las transnacionales junto al gobierno, quien con esos fondos financia gran parte del gasto público.

Incrementos a los precios de los combustibles ocasiona bola de nieve

El exorbitante costo de los combustibles trae como consecuencia los inmediatos aumentos a los precios de la canasta básica, del trasporte y de la energía eléctrica. Así lo reflejó el diario La Tribuna en un recorrido que realizó en Tegucigalpa y Comayagüela, donde el impacto más fuerte fue en el costo de los frijoles, el aceite, verduras, legumbres, carnes y donde seguro que otros productos aumentarán sus precios en los días presentes. (LT, 10/04/2012). Actualmente, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el precio de la canasta básica por persona durante el mes; en el área urbana es de 2,725.1 lempiras ($140.09), incluyendo transporte y servicios básicos.

Pero sin duda alguna que los rubros que más se ven afectados con los aumentos a los combustibles son los del transporte y el de la energía eléctrica. Con los leoninos contratos firmados entre el Estado y las empresas térmicas -que funcionan a base de combustibles- nos encontramos que ante el aumento de los carburantes  también se incrementa el precio de la energía eléctrica.

Con este último incremento, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica incrementó en un 9.75 % el ajuste que hace mensualmente por combustible. Mensualmente la empresa le cobraba al abonado el 31.87 por ciento adicional por consumo total de kilovatios hora, y con el incremento este pasó a ser de 41.62 por ciento.

 La espiral de aumentos se ensancha y sigue

La empresa privada, cuando ve incrementados sus costos, lo único que hace es trasladarlos al consumidor final. Así lo manifestó Adolfo Facussé quien “aseguró que a los empresarios no les queda otra alternativa  que subir también los precios de los productos, porque a ellos se les está incrementando los costos de producción.”.

Jimmy Dacaret, empresario de la industria del pan, aludiendo a la ENEE dijo que “Esa ineficiencia y esa mala administración la está sintiendo el pueblo hondureño y afectando más a la clase media en el sector residencial y a la industria, porque se van a encarecer los productos, sacándolos de la competencia, lastimando la parte operativa y al final afectará al consumidor”.

Los industriales son del criterio de que esa situación se debe al mal manejo que ha existido siempre en la estatal eléctrica, ya que los gerentes han preferido contraer contratos con plantas térmicas, en vez de hacer uso de los recursos hídricos que dispone el país. Esa situación ha originado que la ENEE se encuentre amarrada a esos contratos, que son los que obligan a pagarles millonarias cantidades por ajuste de combustible, cada vez que aumenta el precio del barril de petróleo en el mercado internacional. (LT, 11/04/2012).

El jefe de la División de Control de Contratos de la Empresa, Rolando Castillo, explicó que el ajuste por combustible es una fórmula que tiene dos elementos de alimentación para calcularla: el precio del combustible en el mercado internacional y la tasa de cambio del lempira con respecto al dólar. (LT, 09/04/2012).

La devaluación del Lempira es otro factor que viene asfixiando al pueblo hondureño, cuando inició el régimen Lobo-Hernández, el valor del dólar se encontraba en 18.90 lempiras, sin embargo, en los actuales momentos se encuentra a un valor de 19.42 lempiras, y como lo dijo Rolando Castillo, también influye en el incremento de la energía eléctrica.

Mientras todo sube: los salarios se encuentran estancados

Desde que asumió el régimen Lobo-Hernández, se dio a la tarea de eliminar las conquistas sociales y económicas de los sectores asalariados, principalmente de los maestros, quienes han sido los más golpeados en estos 27 meses de los continuadores del golpe de Estado. Ya lo normal es que en las familias hondureñas los ingresos han sido sobre pasados por los egresos. En el caso de los docentes, ya llevan 3 años sin recibir aumento salarial. Los médicos interinos nuevamente manifestaron que irán al paro de no recibir aumento. En el 2010 el régimen aprobó un ridículo aumento al salario mínimo a partir del mes de septiembre.

Obviamente esta determinación benefició a la empresa privada. Pero en el 2011 los obreros fueron burlados nuevamente, esta vez con la complicidad de los Secretarios Generales de las Centrales Obreras, quienes firmaron otro miserable aumento al salario mínimo del 2011 y dejaron amarrado otro ridículo aumento para al año 2013.Nuevamente el mayor beneficiado fue la empresa privada.

A movilización nacional en contra de la alza de los combustibles

La gran crisis económica ocasionada con el Golpe de Estado ha traído funestas consecuencias para la clase media asalariada y los microempresarios, quienes han sufrido permanentemente con los altos costos de los diversos productos que tienen que ver con el consumo de combustible y de energía eléctrica. Con el latrocinio a que sometieron al país los golpistas, se generó una deuda interna que ahora la paga el pueblo, el mismo pueblo que se movilizó en contra de los golpistas. Ese pueblo que conformó al Frente Nacional de Resistencia Popular y que fue reprimido y asesinado.

El magisterio y los estudiantes mantuvieron luchas intensas en los años 2010 y 2011, pero sufrieron enormes  derrotas ante la ausencia de apoyo de las Centrales Obreras y el FNRP. Con la fuerte derrota del magisterio y con la firma de los Acuerdos de Cartagena,  se terminó de  desmovilizar al FNRP. Es así como el régimen Lobo-Hernández asesta las últimas estocadas al magisterio, aprobando las reformas a la Ley del Inprema y una nueva Ley General de Educación que eliminan casi en su totalidad las conquistas económicas y sociales de los docentes. 

Los colegios magisteriales Copemh y Pricphma, convocaron a  movilizaciones a finales de marzo  en los departamentos de Francisco Morazán y Cortés. Éstas fueron concurridas y reflejaron el enorme deseo de estos sectores de movilizarse. Sin embargo, tanto las dirigencias del FNRP (ahora de LIBRE) como las magisteriales no dan atisbo de pretender movilizar; más bien por el contrario, siguen las diferencias entre ellos, tal y como lo reflejan en los programas radiales, donde las contradicciones se ven de uno y otro lado.

El presidente del Sindicato de Trabajadores de la ENEE (STENEE), Miguel Aguilar, declaró que “…el pueblo debe protestar y demostrar que está inconforme con ese ajuste por combustible y que el gobierno debe buscar la forma de redistribuirlo y que lo absorban también los térmicos por lo consumido…”

El lado correcto es el de la movilización y este es el momento en que se debe movilizar nuevamente al pueblo hondureño. Se debe de parar las alzas constantes a los combustibles, a la energía eléctrica, a los productos de la canasta básica y del transporte. En este momento el pueblo debe de iniciar una lucha por detener el encarecimiento del costo de vida y por rescatar las conquistas sociales perdidas.

Pero… ¿Quién convocará a movilización?

Sin duda alguna que con zambullida del FNRP-LIBRE al ruedo electoral y con la derrota del magisterio, el pueblo se ha quedado huérfano de dirección. Con la mayoría de las direcciones de sindicatos y gremios metidos de lleno al activismo electoral, no hay quien convoque a movilización nacional para detener el alza de los combustibles. Sin embargo, le corresponde a la vanguardia asumir el liderazgo de discutir con las bases y comenzar a preparar un paro nacional con movilización en contra de los elevados costos de los combustibles y sus derivados. 

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