Por Sebastián Ernesto González
Ya se cumplió un año de gobierno de doña Xiomara Castro. Un pueblo cansado de los abusos cometidos durante doce años del Partido Nacional, dio un triunfo contundente al Partido Libertad y Refundación, que en alianza con el polémico Salvador Nasralla, lograron consolidar un triunfo que en el 2017 les fue arrebatado por un oprobioso fraude cometido por el entonces dictador y ahora presidiario, Juan Orlando Hernández.
Exigir que todo lo prometido en campaña ya esté cumplido es ser iluso, sin embargo, conformarse con lo que hasta ahora se ha hecho es ser ingenuo, aun falta mucho por hacer, y, lo poco que se ha hecho ha sido a medias.
El Partido Nacional dejó bien instaurado un manto de protección para los diversos casos de corrupción, de tal forma que, muchos de sus principales líderes y dirigentes medios nunca serán siquiera juzgados y muy pocos llegarán a ser tocados por el brazo de la Justicia.
Los avances más significativos
Hay que diferenciar algunas leyes que solo pueden ser aprobadas o derogadas desde el Congreso Nacional y otras que pueden ser creadas desde el mismo poder Ejecutivo. Para el caso, el Presupuesto del año 2022 fue aprobado por el narco gobierno saliente de Juan Orlando Hernández, situación que fue argumento para no cumplir con un aumento general de salarios, principalmente el de los maestros. Una de las medidas más significativas aprobadas desde el Ejecutivo pero que, a la vez, es excluyente, es el subsidio a la energía eléctrica para quienes consumen menos de 150 kW al mes, sin embargo, esta medida se vuelve controversial al existir mucha fuga de energía desde cualquier hogar, sea este de pobres, clase media, alta o empresarial.
Otra de las medidas a resaltar es el diálogo con la ONU para la instalación de la CICIH, por supuesto que lo ideal es que en el país exista una Corte Suprema de Justicia imparcial e independiente, no obstante, mientras siga instaurada la maquinaria judicial de la dictadura será imposible juzgar a los corruptos.
De las acciones realizadas en el Congreso Nacional resalta la derogación de las Zonas de Empleo y Desarrollo (ZEDE), que sin duda alguna, es una de las acciones más rescatables en el primer año de gobierno, no obstante que, sigue corriendo mucha agua por el tema como ser; demandas, negociaciones, contrademandas, arbitraje internacional, o el mismo funcionamiento de las que ya estaban creadas. Otra decisión a destacar es la Ley de Secretos, la que impedía conocer en qué se gastaron muchos miles de millones de lempiras. También se derogó la Ley de Empleo por Hora.
Es de reconocer que muchas de las Leyes que deben derogarse o aprobar dependen de la capacidad de consensuar en el Poder Legislativo, sin embargo, es evidente que este poder del Estado tiene una mayoría de derecha, los 50 diputados del partido Libertad y Refundación no son suficiente para cambiar el país bajo los estamentos de la democracia burguesa.
La enorme deuda que se debe cumplir
Si bien es cierto muchas de las medidas por aprobar dependen del Congreso Nacional, no hay que ocultar que muchos de los funcionarios no han dado el ancho, no existe avance alguno o este es muy lento.
Una de las principales deudas con el pueblo es en educación, todo lo que se habla sobre refundar la educación siguen siendo palabras. Para refundar la educación se requiere un acuerdo nacional donde el principal actor, los docentes, sean los primeros en ser concientizados, además, se deben capacitar a todos los maestros en las áreas de español, matemática, arte y deportes, capacitar a los analfabetas digitales y lo más importante aún; un plan agresivo para nivelar el rezago en los educandos.
En educación la calidad educativa es la principal deuda, pero, hay que agregar que en el 2022 los docentes no recibieron aumento salarial, no se cambió la edad de jubilación y, el Concurso Docente que inició bien ha terminado siendo fuertemente cuestionado, sobre todo por los dudosos resultados obtenidos por muchos de los concursantes y nombramientos de los más allegados a las autoridades.
Otra de las debilidades ha sido la generación de empleo, sumado al encarecimiento de la canasta básica y del combustible se refleja en la gran cantidad de compatriotas que siguen migrando a los Estados Unidos, poniendo en riesgo su vida.
Quizás en el 2022 sean válidas las excusas de la podredumbre dejada por la narcodictadura, sin embargo, este 2023 debe ser para cumplir de una vez por todas lo prometido, de lo contrario, se debe salir a las calles.