Sin embargo, el impacto de este paro no fue tan intenso como se había previsto. El número de participantes en estas tomas fue más reducido que el día miércoles y jueves aunque mantuvo la disciplina y la combatividad de siempre. El día de hoy, el Frente de Resistencia organizo un mitin-concierto en el mismo lugar donde fueron acribillados los jóvenes que murieron y fueron heridos el domingo anterior en el Aeropuerto de Tegucigalpa. y el número de participantes fuer aún menor, unos 1500, cuando normalmente concurren entre 3 a 5 mil personas..

Esto sucede porque los sectores movilizados comienzan a resentir síntomas de cansancio y desgaste económico, pero también porque no aparece claro el panorama sobre cual será la suerte del gobierno de Manuel Zelaya a causa del llamado "dialogo" que ocurre en Costa Rica. En ese sentido, el "dialogo" se ha convertido en un factor de desmovilización y enfriamiento de la lucha socio política, como fue diseñado por sus promotores.

Lo que ha resultado un fracaso fue la huelga general que las centrales sindicales sospechosamente no organizaron bien. Salvo los sindicatos magisteriales (FOMH) y de entidades autónomas, afiliados a la CUTH, el resto no ha parado ni hay visos de querer hacerlo. En parte se explica porque existen nexos políticos entre la cúpula de la CTH y la CGT con los golpistas, no obstante que estos lo niegan. Por ejemplo, el principal asesor y viejo líder de la CGT, Felicito Ávila, hasta acompaño a los golpistas en Costa Rica; y la CTH no paso de un pronunciamiento verbal pero no saco a los trabajadores a la calle.

Debido a lo anterior, con doce días de huelga los docentes sienten una enorme presión mediática por su retorno a clases  y  ello ha generado un debate interno, pues la estructura magisterial ha sido clave para sostener la resistencia urbana. En esta semana las bases del gremio se reunirán y decidieran si continúan con la huelga.

Para mañana se prevé desarrollar una jornada de denuncia al rol cómplice del máximo jerarca de la iglesia católica, el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez.

Por otro lado, existe una campaña de terror económico y laboral, por el congelamiento de las cuentas bancarias de los líderes sociales y por la ola de despidos que el nuevo gobierno ejecuta contra todo simpatizante del Presidente Zelaya.

No obstante, estas medidas he tenido un efecto boomerang sobre la economía capitalista. Tras la denuncia del congelamiento de cuentas bancarias y en vista de la reticencia de la banca a pagar cheques ordenados por el gobierno golpista, comienza a generalizarse el temor entre los ahorristas sobre un "corralito financiero" por lo que en las última semana cerca de 206 millones de dólares han sido retirados del sistema bancario; hecho que tiene alarmados a los responsables de la Comisión Nacional de Banca y Seguros, quienes se deshacen en llamados públicos a la calma.

En resumen, parece haber un reflujo en la lucha social por desgaste y es que estratégicamente la huelga general es un método de lucha que permitiría la sostenibilidad de la misma. La lucha en la calle y las concentraciones en la capital son difícilmente sostenibles si los trabajadores no tienen recursos y si tiene que ir a trabajar.

La noticia que ha generado esperanza para la próxima semana, es que Mel Zelaya ha solicitado que las negociaciones se hagan en Honduras y ha anunciado que ingresara a territorio nacional en los próximos días. Ello reactivaría el entusiasmo popular.