Por Frandav Lifú
El Sistema de Salud Público es uno de los sectores que más fue maltratado por el régimen nacionalista del 2010 al 2022, sin duda alguna que, este es uno de los enormes retos que sigue enfrentando la presidenta Xiomara Castro y que aún no logra superar como promesa de campaña.
En lo que corresponde al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) solo basta recordar los 7,300 millones de lempiras que fueron saqueados de la institución en el gobierno de Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), delito por el cual, entre los pocos nombres encontrados culpables figuran el del doctor Mario Roberto Zelaya Rojas y José Ramón Bertetty Osorio. El dinero desfalcado desapareció por arte de magia y, aunque Juan Orlando Hernández admitió en el 2015 que el Partido Nacional recibió parte del dinero, el mismo nunca lo regresaron, las palabras fueron “De esos recursos entiendo yo, por lo que me ha informado la gente de contabilidad del Partido Nacional, no sé si llega si acaso a los tres millones de lempiras (147.783 dólares)”. Reuters (03/06/2015)
El enorme desfalco al IHSS originó las enormes movilizaciones de las antorchas en el 2015 que dieron lugar a la venida de la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), misma que fue cesada en enero del 2020 por la alianza nacionalista-liberal.
Otro gigantesco caso de corrupción en el sistema de salud pública sucedió en la cuarentena del 2020 con la compra de los hospitales móviles, se destinaron 47 millones de dólares para la compra y así, poder enfrentar la pandemia del COVID-19, pero, en vez de los muy anunciados hospitales llegaron algunos que fueron bautizados como “hospitales chatarra”. Por este caso solo se encuentra preso el exdirector de la estatal Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H) Marco Bográn.
Estos dos enormes casos de corrupción evidencian que el Partido Nacional con sus líderes Porfirio Lobo Sosa y Juan Orlando Hernández, entre muchos otros, permitieron de forma activa o cómplice el saqueo de la Secretaría de Salud, complicando extremadamente la atención médica al pueblo hondureño.
La presidenta Xiomara Castro tiene la obligación de solventar el problema en salud pública
Una de las mayores debilidades del gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha sido asumir la administración del Estado sin tener una propuesta clara para comprender y afrontar las diferentes problemáticas en las diferentes secretarías, los pocos funcionarios que están teniendo éxitos es más por méritos propios que por una política clara del gobierno. Para el caso, la Secretaría de Educación le fue entregada a la dirigencia del magisterio para que hicieran lo que quisieran y la Secretaría de Salud le fue entregada al Partido Salvador de Honduras (PSH). Hasta ahora, con toda la problemática generada en ambas secretarías, pareciera que la presidenta del país les dijo a sus hijos “esto es de ustedes, ahí miren que hacen”.
Este contexto en este gobierno “sui géneris”, solamente, nos deja en evidencia la profundidad de los problemas a los cuales aún no se les encuentra soluciones pragmáticas, o quizás, simplemente no se les busca solución.
En lo que respecta al IHSS, este se sostiene con un presupuesto que es alimentado por el aportante afiliado y la aportación patronal, es administrado por una Junta Directiva conformada por representantes de las Centrales Obreras, de la Empresa Privada y del gobierno, sin lugar a dudas que, la Junta Directiva en su totalidad tiene mucho que ver en las decisiones que se toman, de ahí que todos tienen responsabilidad en las malas decisiones o en los casos de corrupción.
Durante los últimos años el nivel de cobertura del IHSS se ha aumentado considerablemente, algo que es muy correcto, en contraste, las instalaciones siguen siendo las mismas y la cantidad de médicos que atienden en igual forma, los médicos especialistas son muy escasos y casi en su totalidad atienden en el edificio de la Granja.
Ahora, obtener una cita con un médico especialista se vuelve una odisea, las forma en que las mismas se otorgan varían de una administración a otra, sin importar como las otorguen, implica una de dos cosas, o la cita implica que pasen varios meses para ser atendido o implica quedarse durmiendo en las afueras del IHSS haciendo fila, aun y cuando no existe garantía de lograr un cupo.
El problema es simple; son demasiados los pacientes para 1 o 2 especialistas, lo cual termina generando el caos del día lunes y martes (2 y 3 de octubre) en que una población enferma se volcó al IHHS del Barrio La Granja a obtener una cita con algún médico especialista.
El IHSS necesita ser fortalecido y sobre todo; se necesita construir más instalaciones y contratar más médicos. Es fácil la solución del problema, debe existir un consenso entre todos los sectores y mucha conciencia para aumentar las aportaciones, tanto de la patronal, quienes deben aportar más porque sus ingresos son fabulosos, como de los derechohabientes que todavía ganan salarios miserables. El Estado es quien mas debe aportar para garantizar la cobertura de la seguridad social para todos y de calidad.