Por José Manuel Guardiola
El día treinta de julio se llenó de tristeza con la represión a la que fueron sometidos los manifestantes miembros del frente nacional de resistencia contra el Golpe de Estado. El saldo del atroz acto fue: cientos de detenidos, muchos heridos y el asesinato del compañero Roger Abraham Vallejo.
Advertencia y represión
Desde el día anterior los voceros del gobierno de facto anunciaron que no se permitirían tomas de carreteras ni de edificios públicos. Ese jueves nos dirigimos al lugar convocado para realizar la acción planificada. Los primeros en llegar iniciaron la toma en el Durazno y se encontraron con un feroz oficial que les dijo:”tienen 30 minutos para despejar sino empezamos a disparar”. “Calmado” le dijo un compañero docente y el oficial respondió “30 minutos” al momento que veía su reloj. Cumplida la media hora se escuchó un disparo, inició la represión. Los presentes fueron desalojados sin mediar palabra y dispersados a toletazos y lanzando gases lacrimógenos. Ante tal acción el grupo de manifestantes iniciaron su regreso a la ciudad para reagruparse con el resto de compañeros que aún llegaban.
Emboscada
Mientras esto acontecía, un grupo de compañeros llegábamos a la gasolinera Dippsa en la salida de la carretera del norte. Nuestra sorpresa fue que se nos indicó que debíamos dirigirnos al Lolo, sitio ubicado en la carreta vieja y realizar ahí una toma. Nos dirigimos en varios autobuses y vehículos particulares. En ese lugar nos quedamos alrededor de veinte minutos y los coordinadores de la actividad decidieron que debíamos regresar hacia la ciudad para encontrarnos con los compañeros que habían sido reprimidos y perseguidos desde el Durazno. Al llegar al boulevar del Carrizal notamos que un pelotón de policías nos seguían apresurados y en menos de dos cuadras los teníamos encima golpeando uno de los buses de una de las organizaciones gremiales. Ante esta situación apuramos el paso, pero no fue suficiente para evitar la represión campal que tenían planificada.
Al llegar a la altura de la gasolinera Texaco maya vimos que frente a nosotros estaba esperándonos otro pelotón de soldados junto a una tanqueta policial. Ahí entendimos que caímos en una emboscada, fue muy tarde. Inició la feroz persecución de parte del Comando de operaciones especiales, escuadrón conocido como COBRAS, con tolete en mano golpearon salvajemente a todos los manifestantes. Nadie se escapó: jóvenes, mujeres, personas de la tercera edad resultaron toleteados, heridos y presos. Más de 90 manifestantes fueron llevados hacia la estación policial cercana, conocida como la cuarta.
La acción perpetrada por la policía fue brutal e innecesaria ya que los manifestantes ya se habían retirado del lugar de la toma y no realizaban alguna acción que obstruyera el paso de nadie. Pero sin duda esta acción tiene un objetivo y desatar el temor en los manifestantes para doblegar la resistencia. Los sucesos de ese día desnudan el régimen de facto residido por Micheleti que ordenó a la policía la brutal represión. Cabe destacar que hasta ese día la policía se había mantenido al margen de acciones represivas y los señalados hasta ese momento habían sido los miembros del ejército.
Las acciones represivas se dieron en todos los puntos del en donde se habían programado tomas. El saldo fue cientos de manifestantes detenidos ilegalmente, muchos heridos y la muerte del docente Roger Abraham Vallejo; que ese día fue mortalmente herido y a pesar de la intervención médica expiró el amanecer del día sábado.
La Joya de Custodio
La violencia desatada durante ese jueves negro nos recordó el comportamiento que los aparatos del estado tuvieron durante la década de los ochenta en donde imperaba la doctrina de la seguridad nacional y en nombre de esta se apresaba, torturaba o desaparecía a todo el que pusiera en riesgo el régimen. Sin duda no es casual que un personaje siniestro de esa época sea ahora asesor del gobierno de facto, Billy Joya pasó de ser perseguido de la justicia a principal planificador de la represión. Con la diferencia que antes lo hizo en la clandestinidad y ahora es presentado por los medios de comunicación al servicio del régimen espurio como analista y justificador del Golpe de Estado.
No es posible pasar por alto la actuación cómplice del Comisionado de los Derechos Humanos Sr. Ramón Custodio. En la lógica absurda de este personaje seguro que diría: “los heridos y golpeados en reiteradas ocasiones se fueron a estrellar contra los toletes que portaban los señores policías que resguardaban el orden”; y del compañero fallecido plantearía: “lamentablemente el manifestante se le cruzo a una bala que fue disparada al aire”
Roger vive, la lucha sigue
Contrario a lo esperado por el régimen de facto, la resistencia se fortalece. Así lo deja ver la multitudinaria manifestación del día viernes que desafiaron las advertencias hechas por la policía. Y las masivas asambleas realizadas por el magisterio a nivel nacional para discutir y tomar decisiones sobre las acciones a realizar durante la presente semana. En la capital se realizo frente a la sede del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras COPEMH, acción que a su vez resultó ser una toma del boulevar Centro América hasta el medio día. Ahí se decidió que durante toda la semana se mantendrá el paro de labores con acciones. Hay que denunciar que los compañeros de San Pedro Sula fueron reprimidos violentamente y detenidos muchos de ellos. La policía cínicamente ha nombrado una comisión para negociar con los sectores en resistencia. El Frente Nacional de Resistencia decidió que no negociará con nadie ya que hacerlo es reconocerlos como autoridad y estamos en rebeldía.
El día lunes se realizó el entierro del docente asesinado. Se salió desde la sede del COPEMH y el recorrido fue impresionante, fue una masiva participación de los compañeros luchadores que le acompañaron hasta su morada. Ese no lo despedíamos, lo recibíamos como Mártir de esta lucha justa. Durante el largo trayecto reflexionábamos que ese día le tocó a él pero que pudo ser: Carlos, Armando, José, Martha, Daniel…
¡Para los asesinos ni olvido ni perdón!
¡Abajo el gobierno de facto de Micheleti!
¡Por una Asamblea Constituyente Obrera, Campesina y Popular!