Otra celebración del “Día del Trabajador”:
1º de Mayo: Excusas y demagogia.
El 1º de mayo en Nicaragua dista de ser una jubilosa celebración, la profunda crisis económica y una clase trabajadora debilitada y fragmentada; permiten a los partidos de la burguesía (FSLN incluido) engañar al pueblo trabajador, dejando irresolutas las demandas socio económicas mas sentidas.
Por Liev Contreras.
Este año, la celebración oficialista dirigida por el FSLN no tuvo lugar el propio primero de mayo, sino que el partido de gobierno convocó a una concentración la noche del treinta de abril. Esta táctica denota la creciente incapacidad del FSLN para convocar a sus simpatizantes, pues la celebración anticipada les permitió movilizar a los trabajadores de las distintas instituciones del Estado, lo que habría sido imposible el propio primero de mayo por ser un día feriado. A pesar de ello, la plaza de la República ubicada frente a la llamada “Casa de los pueblos”, no contó con una masiva participación.
Discursos, y más discursos.
Los oradores de la celebración oficialista fueron miembros del gobernante FSLN, llamando la atención la participación de dirigentes sindicales como José Antonio Zepeda de Asociación Nacional de Educadores (ANDEN), Roberto González de la Central Sandinista de Trabajadores (CST), y Gustavo Porras del Frente Nacional de Trabajadores (FNT), quienes son además diputados del FSLN en la Asamblea Nacional, lo que demuestra lo “comprometido” de dichos dirigentes con la política oficialista.
Todas las intervenciones ensalzaron las acciones de Ortega al frente del gobierno, e hicieron coro al eterno discurso que señala como origen de todos los males de los nicaragüenses al imperialismo yanqui y el sistema neoliberal. Pero como se puede deducir de sus propias intervenciones, tal carácter anti imperialista y clasista, no son más que simples recursos retóricos que los dirigentes sandinistas desempolvan cada primero de mayo.
El empleo: “bien, gracias”
Para la dirección sandinista se ha avanzado en la creación de empleos. Según datos proporcionados por Jeannette Chávez, Ministra del Trabajo: “a partir de los Programas que el Gobierno ha impulsado, como el Programa Hambre Cero, se han beneficiado a 13 mil familias, lo cual ha incrementado el nivel de ocupación, principalmente, de mujeres. En este Programa, se han beneficiado 13 mil 736 socias, organizadas en 2 mil 96 Grupos Solidarios, que también ha dado empleo a sus familias y esto aumenta el número de ocupación. (…) se han generado 30 mil empleos, más los datos que aquí les he señalado con los Programas del Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, se hace casi 57 mil nuevos empleos directos”. Esta afirmación sin duda es temeraria y a todas luces falsa.
Esto provocó contradicciones en el discurso de los dirigentes sindicales afines al sandinismo, pues el propio Luis Barbosa, Secretario General de la CST increpó a Ortega señalando: “Queremos conocer cuál es la política de empleo de nuestro Gobierno, para acompañarlo”. La supuesta creación masiva de empleos es tan mítica que el propio Ortega señaló que las plazas supuestamente creados son 10 mil, un dato muy alejado de los 57 mil que señala su Ministra del Trabajo: “Digamos, que si hemos generado 10 mil empleos, por otro lado se están yendo 15 mil trabajadores al desempleo, porque están desmontando esas empresas (…)”.
El FSLN pretende engañar al pueblo con rimbombantes cifras, las que son negadas por la realidad misma, que señala que las plazas de empleos se reducen cada día, y la sofocante situación económica hace que el salario de los trabajadores sea cada vez más miserables.
El salario: siempre irresuelto.
La Ministro del Trabajo destacó como un éxito el aumento en los porcentajes en el salario mínimo que el Gobierno ha aprobado en este año y cuatro meses de su gestión; señalando que: “el salario mínimo, en menos de un año, se haya reajustado un 33%, a fin de que vayan logrando un mayor poder adquisitivo. Más de 103 mil trabajadores han sido beneficiados con ese ajuste, y sabemos que estos aumentos han sido perfectamente absorbidos por la economía del país, sin producir descalabro.”
Lo que la Ministro olvida es que aún así, los salarios en Nicaragua son los mas bajos de la región, que los trabajadores son incapaces de costear siquiera la canasta básica, que el Ministerio del Trabajo muestra profunda incapacidad para la aplicabilidad coercitiva de la Ley de Salario Mínimo; y que tales aumentos no benefician al grueso sector de nicaragüenses que trabajan en el sector informal. Así mismo, olvida que la tendencia inflacionaria que sufre el país hace impagables los servicios y bienes mas elementales, la inflación del 2007 rayó en 18% y hasta Abril del corriente, el Banco Central anunciaba una inflación acumulada de 6.88%.
El supuesto éxito del salario mínimo, fue negado por el propio Ortega quien señaló: “con un salario que está por debajo del salario justo, aún cuando esté a la par de lo que llamamos el salario mínimo aquí en Nicaragua, porque, el salario mínimo no es el salario justo... ¡claro que no lo es!”
El FSLN: más de lo mismo.
Aunque al llegar al poder, el FSLN se comprometió a no cometer los errores de los anteriores gobiernos de derecha, propugnando una administración sobria bajo el eslogan de “Arriba los Pobres del Mundo” y el “Pueblo Presidente”. Aún así, este gobierno no se ha escapado de los vicios que le critica a sus antecesores, realidad que no pudo ser ocultada por la dirección sandinista, esto fue palpable durante la intervención de Miriam Reyes quien habló en nombre de los trabajadores estatales, y señaló: “¡No es cierto que estamos prestando servicios de calidad, seguimos manteniendo megasalarios! Seguimos manteniendo gente corrupta que, en años anteriores nos hacían la vida imposible y ¡hoy también nos la hacen!” La dirección sandinista por un lado llama a los trabajadores a tener “conciencia de clase” y a defender la “revolución”, mientras por el otro son parte orgánica del sistema de corrupción que tanto critican.
Ante la crisis… sólo excusas.
La cabalgante crisis económica que sufre el país es justificada por el FSLN y su cúpula como una consecuencia de los 16 años de los gobiernos de de derecha. Ortega crea toda una ideología para justificar la incapacidad orgánica de la burguesía sandinista para resolver la crisis económica, pues de ejecutar soluciones verdaderamente clasistas atentaría contra sus propios intereses económicos. Por ello, el FSLN culpa de todos los males al imperialismo, olvidando en la plaza que los diputados sandinistas hicieron quórum para aprobar el CAFTA, y que los funcionarios sandinistas negociaron con el FMI el programa económico para el país.
Ahora Ortega, pretende engañar al pueblo trabajador, y señala: “Hacer la contrarrevolución, a través de esos agentes que tienen sus redes orquestadas, a través de algunos medios de comunicación, que son los instrumentos para tratar de crear la sensación de caos.”
¿Y la independencia sindical?
Algo para lamentar profundamente, es la manipulación que hacen los cuadros sandinistas pertenecientes a la burocracia de los sindicatos. Las asociaciones de obreros son utilizadas con fines politiqueros sin la menor independencia de clase, convirtiéndolos en meros apéndices del gobierno sandinista, Gustavo Porras, diputado y dirigente del FNT destaca como un gran valor esta suerte de ser vagón de cola del gobierno: ·” (...) y ahora, el cuento es ‘sindicatos blancos, sindicatos blancos’ y, ¡somos Sindicatos Rojo y Negro, somos Sindicatos Sandinistas! Y este, es nuestro Gobierno y lo vamos a defender.”
Las enseñanzas.
Este 1º de mayo no hubo nada que celebrar para los trabajadores de Nicaragua. El FSLN y su dirección han demostrado una vez que no están de parte de la clase obrera y campesina. Ante la agitada situación económica han recetado discursos y demagogia, esto demuestra el carácter burgués del FSLN que no se diferencia en nada de los gobiernos antecesores a los que tildan de “neoliberales”. El FSLN sin duda es una de las patas que sostiene el sistema capitalista, aunque lo critiquen, haciendo negocios desde el poder estatal, ayudando a mantener el corrupto sistema de repartición de cargos por medio del pacto político que mantiene con Arnoldo Alemán del PLC.
Los trabajadores de una vez por todas, debemos forjar organizaciones independientes, con conciencia de clase; sólo así podremos acabar con la miseria y empobrecimiento de la gran mayoría de nicaragüenses.