Por Diego Lynch
Una vez que el gobierno de Daniel Ortega y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tomaron el poder, desmovilizaron por medio de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), todas las luchas estudiantiles por las reivindicaciones sociales, por el seis por ciento a las universidades y por los derechos que los gobiernos constantemente violentan a la población.
Las pocas y aisladas luchas que se han reflejado en algunos recintos han sido entre la misma dirigencia sandinista de UNEN, quienes en aras de perpetuarse en el poder, manejar los fondos del presupuesto universitario y congraciarse con el Frente Sandinista, se agreden en entre ellos y se acusan de malos manejos y robos, denigrando de esta forma a la Dirigencia Estudiantil, la cual durante muchos años ha sido el brazo estudiantil armado del FSLN.
UNEN traiciona a comunidad estudiantil
Tras el brutal homicidio del estudiante Evans Omar Ponce a mano de seis delincuentes menores de edad, la comunidad estudiantil ha salido a las calles a protestar de forma pacífica, exigiendo justicia y una reforma al código de la niñez y la adolescencia. Tras las primeras protestas estudiantiles, UNEN ha decidido apoyar dicha lucha y ponerse al frente de la misma, jugando con la conciencia estudiantil y de la familia del joven Ponce, ya que desvirtúan la realidad y tratan de desviar las protestas que deberían ir dirigidas al gobierno, quien es el encargado de brindar la seguridad a la población y de prestar los medios necesarios para los centros de detención y reivindicación.
De esta manera se logra visualizar como la Dirigencia Estudiantil trata de desmontar y minimizar las protestas, evitando que los estudiantes desestabilicen al gobierno, a como lo hicieron hace unas semanas cuando los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-MANAGUA) salieron a las calles exigiendo no se les reformara su año académico.
Debates continúan
Los debates y discusiones sobre la reforma o no al código de la niñez y la adolescencia continúan en la palestra pública; mientras en las calles los estudiantes exigen mayor seguridad y mano dura en contra de estos seis delincuentes menores de edad, algunos diputados y especialistas en psicología infantil expresan que poner mano dura no es la solución sino evitar que se cometan los delitos.
El hecho de castigar con penas mayores a los jóvenes que cometen delitos no los ayudara a reintegrarlos a la sociedad, los sistemas penitenciarios en Nicaragua no prestan las condiciones adecuadas para rescatar a los privados de libertad, contrariamente quienes salen de estos centros se vuelven más violentos y culpan a la sociedad por haber estado encerrados. La solución es crear programas dentro de los sistemas penitenciarios que permitan la participación de todos los reos, que les den estudios y carreras técnicas y el Estado debería de garantizar centros de trabajos técnicos tales como talleres, para que una vez cumplan con su condena estos puedan regresar y reintegrarse a la sociedad como cualquier otro ciudadano.
Si bien es cierto la conciencia de la población se encuentra afectada por el homicidio de Evans Omar Ponce, hay que tomar en cuenta que existen parámetros dentro de los Derechos Humanos que protegen a las personas de penas y castigos que afecten la integridad de la persona, por lo que es necesario analizar bien este tema y buscar la manera de rescatar a la juventud, no solo en este caso en específico sino en todo tipo de delitos, no podemos permitir que el futuro de Nicaragua se esté perdiendo en las calles con la violencia y las drogas, los delitos hay que evitarlos no solamente castigarlos.
Nuestra Política
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) una vez más llama a toda la población Nicaragüense a unirse en esta protesta que justamente realiza la comunidad estudiantil en busca de su seguridad, de igual forma exigimos al gobierno de Daniel Ortega que brinde los fondos necesarios a los penitenciarios y que cumpla lo mandatado por nuestra constitución política, la que manda al estado a brindar apoyo a la juventud y a crear reformatorios que rescaten a estos jóvenes de los vicios y de la violencia que a diario se vive en nuestro país; recordemos que los delitos no se evitan con penas más duras sino que se evitan creando una sociedad de bien, con trabajo y educación.