Por Sebastián Chavarría Domínguez

Una de las grandes justificaciones de la oligarquía libero-conservadora nicaragüense para romper la Republica Federal, en 1838, fue que como Estado Unitario Nicaragua podía ser una gran nación con la construcción del canal interoceánico por el rio San Juan. Fue el mito de la construcción del canal lo que permitió construir la nacionalidad nicaragüense, que no existía.

El derrocamiento de Zelaya

Durante el siglo XIX y comienzos del siglo XX, todos los gobiernos soñaron construir el canal. Todas las guerras, revoluciones y hasta la invasión de los filibusteros de William Walker estaba relacionado con el mítico canal y el rio San Juan.

El dictador liberal José Santos Zelaya (1893-1909) soñó construir el canal interoceánico con el apoyo de los Estados Unidos, pero cuando estos se decidieron a construirlo en Panamá, después de arrancar ese territorio a Colombia en el 1903, Zelaya ofreció el proyecto canalero a Alemania y Japón, potencias imperialistas que se estaban armando para desatar la primera guerra mundial. El enojo de Zelaya terminó con su derrocamiento en 1909, producto de una rebelión libero-conservadora financiada por Estados Unidos.

Tratado Chamorro-Bryan y su abrogación

Para garantizarse que ninguna otra potencia le hiciera competencia al Canal de Panamá, Estados Unidos firmaron el tratado Chamorro-Bryan en 1914, que le daba la concesión exclusivamente a Estados Unidos, quien mantenía en ese momento tropas de ocupación en nuestro territorio.

 El canal por Nicaragua fue tirado al olvido. Bajo circunstancias desconocidas, el dictador Somoza Debayle logró la abrogación del tratado Chamorro–Bryan en 1970. La sola posibilidad de construir otro canal por Nicaragua era un chantaje contra los militares nacionalistas panameños, quienes con Omar Torrijos a la cabeza se preparaban para negociar con Estados Unidos la devolución del canal de Panamá. Esta fue una de las causas del apoyo militar panameño a la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) para que derrocara a Somoza Debayle.

Buscando el sueño perdido

Nicaragua se encontraba en 1990, sin rumbo cierto, devastada económicamente por la agresión imperialista y la guerra civil. Por ello, ante las penurias económicas y sin recursos, los gobiernos del periodo neoliberal debieron recrear un sueño de grandeza para engañar a la población: la construcción del canal interoceánico.

En marzo de 1998, el entonces presidente Arnoldo Alemán mediante Acuerdo Presidencial No 68-98 creo una comisión especial para estudiar la posibilidad de construir un canal seco, es decir, crear una línea de ferrocarril que uniera puertos del atlántico con puertos del pacifico.

El proyecto del canal seco nació muerto. Dos empresas de oscura procedencia se disputaron la concesión. Ninguna consiguió atraer a los famosos inversionistas. No obstante, bajo las administraciones de Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños, los funcionarios no dejaron de cobrar las coimas, lo que encareció aun más el proyecto.

Canal Interoceánico (CINN) contemplaba unir por ferrocarril, el puerto de Monkey Point, en la costa Caribe,   con el futuro puerto de Pie de Gigante, en el istmo de Rivas. Sit Global contemplaba unir el puerto de Monkey Point con el puerto de Corinto, el más importante en la costa del Pacífico. CINN y Sit-Global, estimaron un monto total para la construcción del canal seco de US$2,600 y US$1,300 millones, respectivamente.

Posteriormente, a mediados de diciembre de 1999, mediante el Acuerdo Presidencial No. 436-99, Arnoldo Alemán creó la Comisión de Trabajo para el gran canal interoceánico de Nicaragua

El proyecto de Enrique Bolaños

Con el Acuerdo Presidencial 160-2002, el entonces presidente Enrique Bolaños, modificó la composición de la Comisión creada por Arnoldo Alemán, cambiando a los funcionarios, incorporando a Dionisio Marenco, del círculo cercano a Daniel Ortega

Enrique Bolaños presentó el 2 de octubre del 2006, al finalizar su mandato, ante la VII Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, el proyecto para la construcción de un canal interoceánico de 280 kilómetros de largo para barcos de 250,000 toneladas métricas, a un costo de 18,000 millones de dólares. El soñado canal interoceánico tardaría 12 años en construirse.

Estos anuncios de la administración Bolaños se hicieron en los precisos momentos en que Panamá se preparaba para realizar el referendo sobre la ampliación del Canal de Panamá, el cual se realizó el 22 de Octubre de ese mismo año. Actualmente las obras de ampliación del Canal de Panamá cuestan unos 5,000 millones de dólares y se estima que estaría terminado en 7 años.

Daniel Ortega retoma el proyecto canalero

Apenas había retomado Daniel Ortega el gobierno, cuando en abril del 2007, el primer vicepresidente del Parlamento de Rusia, Sergei Babúrin, visitó Nicaragua para discutir varios proyectos de inversión, entre ellos estaba “la posible cooperación en la realización del proyecto del canal interoceánico en lo que Rusia tiene gran experiencia". (END 25/04/2007)

El tema pareció relegado al olvido, pero en Diciembre de 2008, en una visita de Daniel Ortega a Moscú, el canciller Samuel Santos, confirmó que a Rusia le interesa “la posibilidad del canal interoceánico por Nicaragua para los grandes barcos” y construir centrales hidroeléctricas en el centro de Nicaragua(END 18/12/2008)

Jacinto Suarez, diputado sandinista, reforzó el argumento para calmar a los panameños: “la ampliación del canal de Panamá tiene un problema: por más grande que lo hagás, no hay más agua para llenarlo. Ellos van a ampliarlo, pero con esa ampliación no van a llenar los requerimientos del comercio internacional. Ellos lo saben (…) Ahora, que un país con plata como los rusos decidan hacer un estudio, es porque la cosa es factible (…) Los rusos vinieron en tiempos de (Enrique) Bolaños. Los rusos y los chinos también vinieron en tiempos de (Arnoldo) Alemán” (END 23/12/2008)

Ese mismo año 2009, el príncipe Zayed Al Nahyan, ministro de relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, de visita en Managua, anuncio: "Estoy aquí con un equipo que ha sido bien seleccionado y que representa al gobierno y al sector privado, muchos de ellos son de firmas muy importantes del país (...) yo creo que ellos van a estar muy interesados en revisar esta propuesta del canal interoceánico” (END 6/10/2009)

Conflicto fronterizo por el dragado del rio San Juan

La crisis del sistema capitalista ahuyentó a los inversionistas, y el proyecto volvió a entrar en un letargo, que fue interrumpido a finales del año 2010 con la crisis entre los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua, por el repentino dragado del rio San Juan, que fue llevado hasta la Corte Internacional de Justicia de La haya.

El rio San Juan ha sido la eterna manzana de la discordia entre las burguesías costarricense y nicaragüense. El Conflicto ha vuelto a recobrar notoriedad por la sorpresiva decisión de la presidenta Laura Chinchilla de construir una carretera en la orilla del rio San Juan, argumentando inicialmente que se trataba de una vía de comunicación para un canal seco. La decisión apresurada del gobierno costarricense muestra la decisión de competir con el proyecto del canal interoceánico por el rio San Juan, a cualquier costo.

Buscando dinero para su construcción

En la XI Cumbre de Presidentes de países del ALBA, realizada en Caracas, Daniel Ortega volvió a plantear la necesidad construir el canal interoceánico: "Tenemos estudios que queremos presentar al ALBA (...) porque consideramos que existe la viabilidad del canal por Nicaragua (…) nos gustaría contar con el respaldo y la participación, en primer lugar, de los países latinoamericanos y caribeños, de los países del ALBA, y por ahí, hay que buscar también inversión de países como China o Brasil".(END 06/02/2012)

En el acto político en memoria del general Augusto C. Sandino, el presidente Daniel Ortega avanzó un paso más en el proyecto canalero, al anunciar el inicio de los estudios previos a su construcción: “estamos empeñados en lograr la construcción del canal (interoceánico). Le hemos dado la misión de coordinar el equipo al vicecanciller Manuel Coronel y a (el ex guerrillero) Edén (Pastora), quienes conocen bien el río, su curso, sus afluentes y su profundidad". (END 21/02/2012)

De la misma manera que un trabajador desempleado ansía sacarse el premio mayor de la lotería, el gobierno de Daniel Ortega ha resucitado el sueño de la construcción del canal interoceánico, y busca desesperadamente financiamiento en momentos en que Estados Unidos y la Unión Europea presionan a su gobierno, restringiendo préstamos y donaciones.

Los anuncios de Daniel Ortega ya causaron airadas repuestas del canciller de Costa Rica, enrique Castillo, quien declaró que "Nicaragua no puede construir un canal sin el consentimiento de Costa Rica porque la ribera derecha del río es territorio costarricense" (END 24/02/2012)

Cualquier intento de construir el Canal interoceánico se topara inmediatamente con la oposición del imperialismo norteamericano, el que tradicionalmente se ha opuesto a que otras potencias imperialistas intervengan en su patrio trasero. ¿Hasta donde esta dispuesto a llegar el gobierno Sandinista? Si de verdad Daniel Ortega quiere construir el canal, y no se trata de una maniobra propagandística o de negociación, deberá apoyarse en el movimiento de masas no solo en Nicaragua, sino en el conjunto de Centroamérica, incluido está, por supuesto, las masas trabajadoras costarricenses.

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