La lucha sigue contra minería, hidroeléctricas, el racismo y las arbitrariedades

 La movilización del pueblo Gnäbe-Buglé,  la solidaridad del pueblo panameño y de organizaciones indígenas y populares de todo el continente, forzaron al gobierno oligárquico de Ricardo Martinelli a enviar a sus ministros a San Lorenzo y firmar unos acuerdos a los que se negaban. Esta nueva victoria, la tercera contando la lucha de Changuinola en julio de 2010 y la de San Félix en febrero de 2011, fue posible por la combatividad y valentía de este pueblo que salió a las calles por días, sin temor a la dura represión, y por la actitud consecuente de sus dirigentes agrupados en la Coordinadora de Lucha, dirigidos por Rogelio Montezuma y la cacique Silvia Carrera.

 En estos momentos tenemos presente en nuestras mentes a jóvenes valientes, como Jerónimo Rodríguez y Mauricio Méndez, que sacrificaron su vida en esta lucha, así como a las decenas que fueron heridos, golpeados y detenidos, defendiendo el derecho a la vida digna para el pueblo Gnäbe-Buglé y para todos lo habitantes de este Istmo.

 El pueblo Gnäbe-Buglé ha mostrado el camino para vencer al gobierno oligárquico y sus imposiciones antipopulares: decenas de miles que bajaron de los cerros y trancaron por una semana la Interamericana; la huelga general de los obreros agrícolas de Volcán-Cerro Punta; la paralización de la zona bananera de Changuinola; la movilización de miles de educadores en todo el país; las marchas en la ciudad de Panamá y Colón de obreros, estudiantes e indígenas de todas las etnias.

 Como aclaró muy bien la cacique Silvia Carrera, esta lucha no ha terminado y no terminará hasta que el gobierno firme la ley que prohíbe explotación minera e hidroeléctricas en la comarca. Como señaló con toda claridad Silvia Carrera, no es la primera vez que este gobierno firma un compromiso para burlarlo después. Como bien dijo la cacique, basta ya de mentiras, es hora de que respeten a las comunidades indígenas, pues han resistido los abusos durante 500 años.

 Martinelli y sus aliados, los “empresaurios” del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), mienten cuando dicen que no les interesan las minas pero que las hidroeléctricas son necesarias para el “progreso” del país.  Las empresas mineras, que aprecian el dinero y no la vida humana, calculan que puede echarse al bolsillo los casi 250,000 millones de dólares que estiman que vale el yacimiento de cobre de Cerro Colorado. Los que están detrás del proyecto hidroeléctrico del Tabasará son los socios de Martinelli, Felipe Pipo Virzi y Gabriel Betesh (miembros del PRD además), los mismos que se apropiaron dolosa y gratuitamente del terreno de Paitilla gracias a los funcionarios corruptos de la ANATI.

 El movimiento popular panameño tampoco va a olvidar que los responsables de la masacre de San Félix del 5 de febrero, son los mismos responsables de la masacre de Changuinola de julio del 2010: Ricardo Martinelli, José Raúl Mulino y Gustavo Pérez. Tarde o temprano tendrán que responder a la justicia por estos asesinatos, por los ojos cegados, por las lesiones personales y las torturas infringidas a jóvenes, niños y mujeres. Además, instamos a los organismos de derechos humanos, a los sindicatos  de trabajadores y organizaciones  populares de todo el mundo, que también han sido solidarios con esta causa, a que repudien y sancionen a estos individuos que han demostrado con sus palabras y sus actos ser portadores de un racismo inaceptable en este planeta.

 Martinelli y su gobierno fracasaron en su intento de presentar al pueblo Gnäbe-Buglé como “intransigente” y responsable por las millonarias pérdidas económicas del cierre de la Interamericana. Los aplausos, los cacerolazos, los vivas que la gente gritaba en las aceras y en los balcones a las marchas,  muestran el grado de rechazo que el pueblo panameño siente por las imposiciones del gobierno de Martinelli. Los abusos policiales, además de asesinar a Jerónimo y Mauricio, han matado cualquier posibilidad de reelección inmediata que no sea con el fraude electoral del autócrata Martinelli.

 El Movimiento Popular Unificado (MPU), por las razones expuestas, reitera su llamado a las organizaciones indígenas, gremiales y populares a continuar uniendo  esfuerzos para derrotar los pasos de Martinelli hacia el control absoluto del poder, entre ellos la imposición de la Sala V de la Corte Suprema de Justicia y las reformas constitucionales amañadas. Por eso es necesario que exijamos una Asamblea Constituyente soberana y originaria.

El pueblo Gnäbe-Buglé, una vez más ha marcado el camino:  la lucha y la movilización son las herramientas de los que no tienen nada que perder, más que sus cadenas.

¡¡¡VIVA EL PUEBLO GNÄBE BUGLË!!!

 

Panamá, 8 de febrero de 2012.

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