El Gobierno de Carlos Alvarado Quesada, alineado a la agenda empresarial de grupos de la burguesía organizada como la UCCAEP y Horizonte Positivo, orienta su política a favor del gran capital, valorando como gastos innecesarios los derechos políticos, sociales y económicos de la clase trabajadora. Esto queda evidenciado en la reforma fiscal regresiva aprobada hace dos años, la cual ha golpeado fuertemente las condiciones de vida y la capacidad de consumo de la clase trabajadora, provocando un efecto contractivo y recesivo en la economía del país y perdonado decenas de millones de dólares a las grandes empresas evasoras, con los cuales se hubiese podido suplir el hueco fiscal. Aunado a esto, la política del gobierno ha limitado de manera gravosa el derecho de la clase trabajadora —trabajadores privados y públicos— a organizarse sindicalmente para defender sus intereses.

La crisis sanitaria provocada por la pandemia por el SARS-CoV 2 ha confirmado, de forma grosera y evidente, esas pretensiones regresivas del gobierno. Se han evidenciado, además, los intereses mezquinos de los grupos empresariales dominantes del país que, junto al gran desprecio a la salud y la vida de quienes dependen de un salario, promueven el recorte de jornadas y despidos para trabajadores privados y públicos. Hace un año, el objetivo del gobierno y las cámaras empresariales era limitar la capacidad de organización y resistencia de los trabajadores en aquellos sectores que, se decía, eran esenciales; hoy, esos mismos sectores son sometidos a recortes de presupuesto que afectan la calidad de sus servicios y atacan los derechos laborales y económicos de sus trabajadores; ahora son considerados prescindibles. Se protegen así los capitales de los grupos multimillonarios, ocultos en muchos casos en cuentas bancarias de paraísos fiscales.

Bajo esta realidad DENUNCIAMOS:

  • Que los costos para enfrentar la pandemia están recayendo exclusivamente sobre los hombros de la clase trabajadora.
  • Que los recortes al gasto y a las jornadas de empleo públicos anunciados por el gobierno forman parte de un mismo ataque a los derechos laborales del conjunto de la fuerza trabajadora del país. Estas medidas solo profundizan los golpes a las condiciones de vida de las mayorías sociales y limitan la respuesta de atención sanitaria ante la pandemia.
  • Que la oposición y el bloqueo feroz a caminos políticos justos y solidarios para enfrentar la crisis y promover una reactivación económica con efecto positivo para las mayorías del país, solo logrará prolongar el impacto socioeconómico negativo.
  • Que los recortes deterioran la capacidad del Estado para cumplir con sus funciones y atender las necesidades y aspiraciones sociales, como la educación y la salud.
  • Que las políticas neoliberales no buscan únicamente una reforma económica regresiva, son un proyecto de reestructuración social y cultural en profundidad con graves consecuencias negativas.

La crisis sanitaria NO PUEDE OCULTAR NI PERDONAR a los verdaderos responsables del déficit fiscal, del desempleo masivo y del deterioro progresivo de las finanzas de la CCSS: los grandes evasores y deudores empresariales, así como los gobiernos cómplices que han respondido a esos intereses. Son esos grupos político-económicos los que dividen a la clase trabajadora del país, creando falsas dicotomías entre trabajadores públicos y privados, como una estrategia para golpear y empobrecer al conjunto de los grupos asalariados. Además, dichos sectores no sólo proponen una agresiva agenda político-empresarial que afectaría la prestación de servicios sociales, las finanzas de la CCSS y de FODESAF, sino que también se resisten a la más mínima reforma solidaria y, ante el más mínimo proyecto que controle la evasión, asumen una posición de víctimas.

Ese mismo coro empresarial chantajea al país a través de la presión de las calificadoras de riesgo y la OCDE, la amenaza de fuga de capitales y un mayor aumento del desempleo; lo cierto es que ni ellos ni los gobiernos que les favorecen están interesados en resolver los grandes problemas de la clase trabajadora. Por el contrario, políticas relacionadas con el manejo dogmático de la inflación por parte del BCCR, la privatización de empresas del Estado, y los recortes a diversos servicios públicos, entre otras, demuestran que combatir la desigualdad social no es una prioridad para los gobiernos y grupos dominantes.

Señalamos además que, una estrategia más en esta línea política es la que insiste en mayor endeudamiento con el FMI, decisión que sólo hipoteca el futuro nacional y que obliga al país a seguir implementando reformas de tipo regresivo, con altos costos para la vida social. La política del actual Gobierno, confabulada con el gran capital, no solo ataca directamente a los sectores populares sino que torpemente empobrece a todos los sectores del país. Sus decisiones afectan a los pequeños y medianos propietarios, quienes resienten directamente la pérdida de la capacidad adquisitiva de los trabajadores.

La gravedad de la situación que enfrenta el país y la determinación de las élites en aprovechar esta grave coyuntura, para seguir imponiendo una agenda retrógrada y dañina, debe motivar a los sectores populares y la izquierda del país a articular esfuerzos y rechazar con determinación las acciones que solo benefician a los intereses del gran capital y de su gobierno; las cuales ya han mostrado sus efectos perniciosos en los países donde se han aplicado.

DEMANDAMOS:

DETENER EL ATAQUE A LOS DERECHOS Y GARANTÍAS DE LAS Y LOS TRABAJADORES PÚBLICOS Y PRIVADOS.

  • IMPLEMENTAR UN IMPUESTO DE EMERGENCIA PROGRESIVO SOBRE LOS GRANDES PATRIMONIOS, DIVIDENDOS Y RENTAS NACIONALES.
  • SOLVENTAR LA NECESIDAD DE LIQUIDEZ A TRAVÉS DE LAS RESERVAS DEL BANCO CENTRAL DE COSTA RICA
  • DETENER LAS NEGOCIACIONES CON ENTIDADES EXTRANJERAS QUE OCASIONAN EL INCREMENTO DE LA DEUDA EXTERNA.
  • PONER EN MARCHA UN PLAN NACIONAL DE OBRA PÚBLICA E INVERSIÓN PARA REACTIVAR LA ECONOMÍA, GENERAR EMPLEO Y POSIBILITAR LA RENTA BÁSICA UNIVERSAL PARA LA CLASE TRABAJADORA.

¡LA CLASE TRABAJADORA Y LA SALUD POR ENCIMA DE LAS MILLONARIAS GANANCIAS

DEL CAPITAL!

 

GRUPO SOCIALISMO Y LIBERTAD

 

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