Por Miguel Ángel Hernández
Secretario General de la Unidad Socialista de Izquierda (USI), Venezuela
El VI Congreso del PCC cerró sus sesiones ratificando el ajuste capitalista y las medidas de mercado (despidos, más impuestos, fin de los alimentos subsidiados) que ya se venían aplicando en Cuba, bajo el falso slogan de “preservar el modelo socialista cubano”. Tal como en el caso chino, la burocracia del PCC se consolida como agente restaurador del capitalismo en Cuba. Esta es la triste realidad.
El argumento de la “actualización del modelo socialista” es similar al mecanismo discursivo del gobierno de Chávez que aplica una política antiobrera y antipopular, bajo el discurso de que se está “transitando al Socialismo del Siglo XXI”.
El VI congreso del PPC ratificó las inversiones extranjeras, las empresas mixtas, y en la decisión de avanzar en una legislación de mercado capitalista abierto como, por ejemplo, legalizando la venta de automóviles y el negocio inmobiliario, que hasta ahora era sólo para extranjeros.
Por otro lado, el Congreso le dio un espaldarazo al ajuste ya en curso contra el pueblo cubano. Entre las medidas de dicho ajuste se ratificó el despido de medio millón de trabajadores y la liquidación de la Libreta de Alimentos, una vieja conquista del pueblo cubano que, aunque reducida a su mínima expresión (sólo cubre 12 días de las necesidades del mes), ayudaba a más de la mitad de la población a mitigar la situación de miseria que se vive con salarios de entre 10 a 15 dólares promedio, mientras la burocracia del PCC y los nuevos ricos ganan sueldos privilegiados. Justamente, los 1.000 delegados al Congreso lo que no aprobaron fue un aumento de salarios acorde a la canasta familiar cubana.
La verdad de los “nuevos lineamientos”, votados en La Habana, la da con toda crudeza el economista cubano Omar Everleny Pérez, a quien muchos señalan como uno de los padres de la reforma: “Sí, hay gente que va a perder con las reformas. Sí, hay gente que va a estar desocupada. Sí, las desigualdades van a aumentar”. Dicho esto prosigue: “Esas desigualdades ya existen, lo que hoy tenemos es una falsa igualdad. Lo que hay que determinar ahora es quien merece realmente estar más arriba” (Le Monde Diplomatique, No. 142, abril 2011).
Mucho menos, los delegados se ocuparon de debatir y votar sobre el derecho de los trabajadores, la juventud y el pueblo a protestar, a hacer una huelga, formar un sindicato o un centro de estudiantes independiente del gobierno y del PCC. Más allá de palabras como “autocrítica” y “renovación”, ratificaron el régimen represivo de partido único.
El Congreso fue cerrado con la presencia de Fidel Castro, para ratificar su total apoyo a las resoluciones del VI Congreso.
Los socialistas revolucionarios, que desde siempre hemos defendido las conquistas socialistas de la Revolución Cubana, que venimos repudiando el bloqueo imperialista y que siempre hemos combatido a la burocracia del PCC y sus políticas, no podemos dejar de denunciar la realidad de lo que sucede en Cuba y el significado del VI Congreso del PCC. Nos solidarizamos con los trabajadores, la juventud y el pueblo cubano que deberán enfrentar este brutal ajuste y ataque a su ya difícil situación social. Y los animamos a luchar contra la restauración capitalista instrumentada por el régimen del PCC, y por volver a las viejas conquistas socialistas. Peleando por el fin del régimen de partido único restaurador del capitalismo y por el derecho a que los trabajadores y el pueblo tengan libertad para protestar, expresarse sin censura, hacer huelgas y formar sus organizaciones sindicales, estudiantiles y políticas libremente.
Hoy en Cuba está planteado luchar por un verdadero socialismo con democracia para los trabajadores, la juventud y el pueblo cubano.