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Por Maximiliano Cavalera
Exactamente 50 años han transcurrido, desde que el primero de enero de 1959, las columnas guerrilleras del movimiento 26 de julio, marcharon por las calles de la Habana. El mundo quedaría estupefacto ante el desfile de guerrilleros harapientos que derrocaron a una de las dictaduras más sangrientas de América. Al momento de la victoria, el socialismo no era un problema a discutir, de hecho, del movimiento 23 de Julio, apenas Ernesto el “Che” Guevara, con costo había leído algunos textos marxistas, y dícese que Raúl Castro apenas había tenido una experiencia con el stalinismo. Pero ¿Cómo este movimiento nacionalista evolucionaría hasta ser el último de los Estados obreros que subsisten al día de hoy? En el transcurso del presente artículo intentaremos dar un breve bosquejo de los factores que llevaron a que Cuba virara al socialismo, así como las circunstancias que pasaron a la historia, a toda esta generación de revolucionarios.
Orígenes de la revolución
El 10 de Marzo de 1952, el general Fulgencio Batista da un golpe de estado al entonces presidente Carlos Prío Socarrás. Bajo el pretexto de combatir la corrupción y a los grupos mafiosos, el nuevo dictador llama en 1954 a una nuevas elecciones, en las cuales y dos con dos años de antelación se conocían los resultados. Este nuevo régimen político, se apoya fervientemente en el imperialismo Norteamericano y el distanciamiento entre el Estalinismo y los EUA. Para el 26 de Julio de 1953, un sector de la juventud de clase media se encontraba radicalizado, e intentaron tomar los Cuarteles Moncada y Céspedes. El golpe fracaso y la represión de este régimen sangriento no se hizo esperar, se capturó “enjuicio” y asesino a varios dirigentes estudiantiles. En 1956 partió desde Veracruz en México el yate Granma, en este partieron los revolucionarios nacionalistas del M-26 de Julio, entre los que se encontraban Fidel Castro, Ernesto Guevara y Cienfuegos. Al desembarcar la expedición fue atacada y diezmada por el ejercito de la dictadura, obligándolos a internarse en la Sierra Maestra, donde inicia el nuevo proceso de lucha guerrillera que llevaría al poder a los insurrectos.
Triunfo de la guerrilla
La cuba del general Batista era una sociedad de enormes contradicciones, una gran mayoría de la población vivía en condiciones de miseria y pobreza, por ejemplo, una investigación hecha por la Asociación Católica Cubana en 1957, basada en 2.500 familias rurales encontró que: “el 60% vivía en chozas techadas con madera de palmera y pisos de tierra sin recubrir, y sin agua ni comodidades sanitarias de ninguna clase. En el 70% de los casos se usaba alumbrado a kerosene y el 30% restante no tenía iluminación. La alimentación básica consistía en arroz, porotos y vegetales; sólo el 11% bebía leche, el 4% comía carne y el 2% huevos. El resultado era una deficiencia calórica de 1.000 unidades diarias”. (Que hacer-wwwnahuelmoreno.org) Asimismo, las grandes riquezas las poseían un grupo pequeño de familias burguesas e imperiales. La dictadura que se enriquecía a gran escala e inclusive desplazo en los negocios azucareros a la burguesía imperial, lo que debilito el apoyo norteamericano a Batista.
Por otro lado, El 47% de las tierras cultivadas pertenecía a las grandes compañías estadounidenses, la tasa de analfabetismo alcanzaba un 23% de la población, y el constante crecimiento demográfico iba repercutiendo en un fuerte desempleo (www.monografias.com)
En estas condiciones sociales se desarrolla la guerrilla y poco a poco se va constituyendo como la dirección de la lucha contra la dictadura a la que repudia la mayoría de la población, abasteciendo de material humano a los guerrilleros. El 6 de mayo de 1958, las tropas de Batista inician una ofensiva general en la Sierra Maestra para destruir la guerrilla. Se producen importantes batallas como El Jigue y Santo Domingo. Luego de un período defensivo en el que los rebeldes deben limitarse a los macizos del Pico Turquino, el Hombrito, la Bayamesa y Malverde, los soldados del ejército de Batista se retiran con numerosas bajas y desmoralizados, seguidos de cerca por una contraofensiva rebelde que cada vez posee más territorio. Para el 7 de Agosto Batista tiene que retirarse de la Sierra Maestra y su debilitamiento social es evidente. El 28 de diciembre del mismo año, las tropas del “che” inician el combate en la ciudad de Santa Clara y Batista se retira de la isla dejando como el país a cargo del general Eulogio Cantillo. Así es que en la madrugada del 1 de enero de 1959, las tropas del Segundo Frente Nacional del Escambray comandadas por Eloy Gutiérrez entraron a La Habana. Al día siguiente llegaron las tropas del Movimiento 26 de Julio comandadas por Camilo Cienfuegos y el Che Guevara, tomando sin resistencia el regimiento de Campo Columbia y la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, respectivamente. Al entrar al Campo Columbia, Cienfuegos detuvo al General Cantillo.
El socialismo y la revolución
Lejos de que la dirección de la revolucionaria comandada por Fidel Castro tomara el poder para construir el socialismo, esta deseaba constituir un gobierno democrático. Claro está, que debido a las presiones de la burguesía nacional, el imperialismo y el giro de las masas hacia la izquierda, en búsqueda de mejores condiciones de vida, terminarían delimitando el camino a la revolución socialista. Según el cura Jesuita español Armando Llorente, profesor y mentor de Fidel Castro en el colegio Belén de La Habana. En 1958, ante la interpelación del padre, sobre si la revolución era de carácter comunista, Fidel contestaría: "Padre, de dónde voy a sacar el comunismo si mi padre es más franquista que usted!" (Ídem)
Esta contradicción la analizaba más de 20 años atrás Trotsky quien caracterizaría: “Los partidos pequeño burgueses sin excepción a los stalinistas, pueden llegar más lejos de lo que ellos quisieran en el camino de una ruptura con la burguesía. En cualquier caso una cosa está fuera de dudas: aún en el caso de que esa variante poco probable llegara a realizarse en alguna parte y un ‘gobierno obrero y campesino’ - en el sentido indicado más arriba- llegara a constituirse, no representaría más que un corto episodio en el camino de la verdadera dictadura del proletariado.” (El Programa de Transición-León Trotsky)
Nahuel Moreno analizaría concretamente este proceso: “éste, como todo triunfo revolucionario, se ha dado por una combinación de varios factores favorables que confluyeron en un momento determinado. La combinación y el momento son únicos, y en esto reside la excepcionalidad de cada revolución. A esta ley, la más general, podemos agregarle otra: todos los triunfos guerrilleros de esta posguerra han sido una refracción particular sumamente intensa de graves contradicciones de la política internacional: han estado (…) sobredeterminados por la política internacional. Sin el enorme peso de estos factores externos, ninguna guerrilla habría triunfado. Aunque para llegar al triunfo, siempre han tenido que combinarse con un movimiento de masas dentro del propio país” (Nahuel Moreno-Informe al CC del PST colombiano)
La posibilidad planteada por Trotsky se materializo en Cuba, el gobierno nacionalista pequeño burgués recibió dos presiones fundamentales que serian: “En primer lugar, la voluntad de la burguesía y el imperialismo yanqui de detener la revolución una vez caído Batista, y el ahogo y amenazas cada vez más fuertes hacia Castro y la revolución. En segundo término y lo más importante, las masas cubanas habían entrado en la arena revolucionaria en un número y con una potencia extraordinaria, y la dirección castrista apeló a ellas para enfrentar la presión del amo imperial. En medio de esta batalla feroz es que el castrismo en el gobierno avanzó hacia dos de las tareas fundamentales de la revolución latinoamericana: la liberación nacional, rompiendo los pactos que ataban a Cuba al imperialismo, y la revolución agraria, iniciando la expropiación de los latifundios y la entrega de tierras a los campesinos.” (Ídem)
La revolución latinoamericana
El triunfo de la revolución cubana abre un profundo proceso de luchas en toda Latinoamérica, esta sería la experiencia más importante de los revolucionarios latinoamericanos, ya que habría un ciclo, en la cual el castrismo seria la dirección más importante de la zona. Inevitablemente, el poder lleva a esta dirección a mantener cierto estatus quo, en el cual no impulsó revoluciones en el continente, y cuando triunfaban, el propio Fidel recomendaba, como en Nicaragua, que la revolución nicaragüense no cometiera los mismos errores que la cubana, en una clara alusión a la no expropiación de la burguesía nicaragüense. El único que rompió con la política de no impulsar revoluciones en el continente fue el “Che” Guevara, quien sucumbió en Bolivia.
Han pasado más de 50 años desde el triunfo de la Revolución cubana, y la isla continua en la misma disyuntiva que hace medio siglo, continuar el camino al socialismo o empantanarse con la burocracia castrista y sucumbir ante el capitalismo. Nosotros abogamos porque Cuba mantenga la bandera del socialismo, pero con democracia obrera para los trabajadores y campesinos del último Estado Obrero.