Por Sergio de Castro Sánchez
Sindicalistas, indígenas y ambientalistas movilizados contra las políticas del presidente ecuatoriano. Se levanta la huelga de hambre contra la Ley Minera
Quito, 15 de enero. Varios miles de integrantes de diferentes sectores sindicales ecuatorianos marcharon en la tarde de hoy por las calles de Quito en exigencia de un cambio en la política laboral del gobierno de Rafael Correa. Esa misma mañana, el presidente ecuatoriano presentaba su informe anual en la Asamblea Nacional, a cuyas puertas grupos ambientalistas desarrollaban desde el 12 de enero una huelga de hambre en contra de la Ley Minera impulsada por el Ejecutivo y aprobada por el “Congresillo” el pasado lunes. Una Ley que, a falta de ser ratificada por Correa, ha supuesto fuertes movilizaciones en el sur del país y que está a la base del levantamiento que ha convocado el movimiento indígena para el próximo día 20 de enero.
Los manifestantes se concentraron en la capitalina Av. 10 de agosto, a la altura de El Ejido, y a partir de las 16:30 se dirigieron hacia Carondelet, en la Plaza de la Independencia, en donde demandaron reunirse con Correa. El ofrecimiento de ser recibidos por un asesor presidencial fue rechazado por los manifestantes que posteriormente se desplazaron hasta la Asamblea Nacional en medio de consignas que llamaban a la huelga general.
Un fuerte dispositivo policial impidió a la totalidad de los allí congregados acercarse a la carpa en donde se encontraban las huelguistas, hasta donde ingresó sólo una representación de los manifestantes. Ésta, conformada por los dirigentes de sindicatos como el FUT, CEOLS, UGT, FETRAPEC y también de la CONAIE, pidieron fuera levantada la huelga de hambre y que sus protagonistas se integraran a las movilizaciones que se prevén en los próximos días. A las 19:00 y después de una ceremonia realizada por un grupo de mujeres indígenas de la Escuela Dolores Cacuango, se dio por concluida la acción de protesta.
Mesias Tatamuez Moreno, Presidente del Frente Unitario de los Trabajadores (FUT), declaraba que la marcha “ha sido convocada por todos los sectores que queremos el cambio en este país. Correa tiene que entender que ahora es el momento de concertar con el pueblo ecuatoriano. Esto es un socialismo real, no un socialismo de pacotilla: el socialismo que busca los cambios por los que vamos a luchar”.
Respecto a la Ley Minera, aseguró: “Estamos totalmente en contra de ella ya que no se aceptaron las propuestas del pueblo y se la impuso para ayudar sólo a las multinacionales”. La Ley, que regula la minería a gran escala -inexistente en estos momentos en el país- y que otorga al estado un 5% de regalías -lo cual es denunciado como anticonstitucional por diversos sectores al obligar la Carta Magna a que éstas sean de mínimo el 50%- es la primera de una serie de leyes a la que deben seguir la Ley de Aguas y de Soberanía Alimentaria. Según conversaciones con integrantes del movimiento social ecuatoriano, Correa habría aprobado ya un decreto que privatiza la distribución del agua en las ciudades, lo cual también resultaría violatorio de la constitución impulsada por el mismo Rafael Correa.
Respecto a las movilizaciones que se han dado en el sur del país y que tendrán su continuación el próximo día 20, Mesías Tatamuez expresó apoyar “todas las medidas de hecho que habrá de hoy para adelante”, y exigió “que el Gobierno no diga que el pueblo es criminal cuando protesta. El Gobierno debe pensar que el artículo 98 de la Constitución es el derecho a la resistencia. Así, toda nuestra solidaridad y el rechazo a la prepotencia venga de donde venga”.
Marlon Santi, Presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), presente en la marcha, denunció que “el Gobierno ha impulsado la desaparición de los sindicatos y de instituciones indígenas”, así como “unas leyes que van dirigidas a que las trasnacionales se vean favorecidas y los más desprotegidos del país sigamos en la misma historia”.
Respecto a las reiteradas manifestaciones de Correa en contra de lo que califica de “grupos fundamentalistas”, Santi declaraba: “No sé de qué fundamentalismo habla Correa porque nosotros hemos abierto un espacio de diálogo y hemos hecho propuestas. El problema es que esas propuestas no han sido incorporadas. El Gobierno se ha creído ahora un dios. La palabra de él es sagrada y nadie tiene que oponerse”.
Una política económica que el movimiento indígena y sectores ambientalistas califican de “extractivista” y que ha llevado a la convocatoria de una movilización nacional para el próximo día 20 que, según Santi, “puede llegar a tener carácter de levantamiento”. “Vamos a estar en todas las provincias. Habrá marchas pacíficas, tomas pacíficas de representaciones de gobierno, de avenidas y carreteras. El Ecuador quedará paralizado”, añadía el líder indígena.
Para el Presidente de la CONAIE, “lo que buscamos es que haya cambios de fondo en esto que llaman desarrollo económico del país […]. Proponemos una economía solidaria y participativa. Las formas aquí en Ecuador para hacer un modelo de desarrollo equitativo, existen, pero el Gobierno está buscando lo más fácil: entregar los recursos a las trasnacionales y que la plata venga mañana. Además, la inversión que hacen las trasnacionales no se replica a la sociedad”.