Por Orson Mojica

La revolución mexicana de 1910 fue uno de los grandes acontecimientos revolucionarios del Siglo XX. Fue incluso anterior a la revolución Bolchevique de 1917, y se produjo en la frontera sur de los Estados Unidos.

Instauración del bonapartismo

Pero la gloriosa revolución campesina mexicana fue derrotada desde adentro, por la casta militar que asesinó a sus principales líderes, como fueron Pancho Villa y Emiliano Zapata. El resultado fue la instauración de un régimen bonapartista que paso por diferentes etapas.

Este régimen bonapartista fue ejercido primero por el Partido Nacional Revolucionario (PNR) (1928-1938), fundado por el presidente Plutarco Elías Calles(1924-1928), quien representaba a los sectores que salieron victoriosos de la guerra civil.

Posteriormente, presionado por las duras condiciones de la gran crisis del capitalismo en los años 30 del Siglo XX, el presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) dio un giro hacia la izquierda, nacionalizó la industria petrolera, profundizó la reforma agraria y encabezó los cambios al interior del PNR y transformó a éste en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) (1938-1946)

El general Lázaro Cárdenas le dio asilo a León Trotsky, el viejo revolucionario ruso que huía de la persecución stalinista. Trotsky analizó al régimen bonapartista sui generis del cardenismo y escribió que "En los países industrialmente atrasados el capital extranjero juega un rol decisivo. De ahí la relativa debilidad de la burguesía nacional en relación al proletariado nacional. Esto crea condiciones especiales de poder estatal. El gobierno oscila entre el capital extranjero y el nacional, entre la relativamente débil burguesía nacional y el relativamente poderoso proletariado. Esto le da al gobierno un carácter bonapartista sui generis, de índole particular. Se eleva, por así decirlo, por encima de las clases. En realidad, puede gobernar o bien convirtiéndose en instrumento del capitalismo extranjero y sometiendo al proletariado con las cadenas de una dictadura policial, o bien maniobrando con el proletariado, llegando incluso a hacerle concesiones, ganando de este modo la posibilidad de disponer de cierta libertad en relación a los capitalistas extranjeros". (La Industria nacionalizada y la administración obrera, León Trotsky, Escritos, 12/05/1939.)

Este régimen bonapartista sui generis, tuvo un fuerte componente corporativista. El PRM redobló su control sobre la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) y la Central de Trabajadores Mexicanos (CTM) ejerciendo un control totalitario sobre los principales sindicatos, organizaciones campesinas y populares del país. Bajo el cardenismo se sentaron las bases para el ulterior desarrollo industrial de México

En 1946, el PRM se transformó finalmente en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que fue derrotado por el Partido Acción Nacional (PAN), en las elecciones del año 2000, terminando un régimen de partido único que se mantuvo ininterrumpidamente por mas de 72 años en el poder.

La crisis del bonapartismo mexicano.

Con el tiempo el bonapartismo sui generis de la época de Cárdenas desapareció, y se transformó en un régimen bonapartista, reaccionario y con características totalitarias. Debido a que la principal consigna de la revolución mexicana fue “sufragio efectivo, no relección”, la Constitución mexicana prohíbe la relección, pero el PRI se las arregló para mantener cierta continuidad: el presidente saliente elegía al siguiente presidente, y en muchas ocasiones este nombramiento de dedo no reflejaba los intereses del presidente saliente.

En 1987 la disidencia del PRI se unió a la izquierda y conformó el Frente Democrático Nacional (FDN), presentando a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato presidencial en las elecciones de 1988, las cuales perdió por un abierto fraude electoral que favoreció a Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Cárdenas fundó en 1989, en alianza con la izquierda, el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Salinas de Gortari desde la presidencia impulsó las privatizaciones de los teléfonos y la banca, la aplicación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (NAFTA), aplicando una abierta política neoliberal que desarticulaba la tradicional base de apoyo del PRI. Por ello, cuando escogió como sucesor a Luis Donaldo Colosio, este fue asesinado por una oscura conspiración de los dinosaurios del PRI, quienes en una negociación interna escogieron como sucesor a Ernesto Zedillo. El gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) en realidad fue un gobierno de transición. Las transformaciones económicas realizadas bajo Salinas de Gortari erosionaron al PRI. El candidato del PAN, Vicente Fox Quezada (2000-2006), fue electo como el primer presidente que no era del PRI.

El repliegue del PRI.

En el año 2000, el PRI perdió la presidencia de México con el 36,11% de los votos, ante el 42,52% del PAN, y en un tercer lugar quedó la alianza jefeada por el PRD con el 16,64% de los votos, lo que presentó la ruina política de Cuauhtémoc Cárdenas. No obstante, el PRI quedó bien situado a nivel de diputados con el 23,17% ante el 30.74% del PAN y 17,60% del PRD. A nivel del Senado, el PRI obtuvo el 36.75%, el PAN el 38,11% y el PRD 18,85%. De esta manera el PRI se garantizó el derecho de veto para evitar el desmantelamiento de su aparato de poder.

En las elecciones del 2006, el PRI no logró recuperar el terreno perdido, pero no continuó cayendo. La pelea fue entre el PAN y el PRD. El PAN obtuvo el 35.89% de los votos, ante el 35,33% del PRD, cuyo candidato era el popular Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien denunció el “fraude electoral”. En esa ocasión, el PRI obtuvo el 22,26% de los votos.

A nivel de diputados el PRI mantuvo una votación del 20,6%, el PAN el 41,2% y el PRD el 25,4%. A nivel del Senado, el PRI obtuvo el 27,99%, el PAN el 33,63% y el PRD el 29,70%.

En las elecciones del 2000 y 2006 el PRI logró mantener un frágil equilibrio, y en cierta medida se convirtió en el partido decisivo en el Congreso, vista los intereses opuestos del PAN y el PRD.

El declive del PAN

Desde un poco antes de la presidencia de Salinas de Gortari, México comenzó a abrir su economía a las transnacionales y a aplicar planes neoliberales. Bajo los dos gobiernos del PAN se profundizó esa orientación económica, con fatales resultados para el pueblo trabajador.

Al no estar ya el PRI en el gobierno, indudablemente las masas mexicanas identificaron al PAN como  el causante de sus últimas desgracias. Los costos sociales de la guerra contra los carteles del narcotráfico, emprendida por el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), agudizó el tradicional clima de inseguridad en las ciudades, erosionando aun mas la popularidad del PAN.  Además, no hay que olvidar que bajo el gobierno de Calderón se sintieron directamente los efectos de la crisis mundial del capitalismo, que estallo en el año 2008 y que todavía perdura.

El Neoliberalismo social y la lenta recuperación del PRI

No estando a cargo del gobierno federal, al PRI no le quedó otro camino que concentrar su pelea por el control de las gubernaturas estatales. Fiel a su tradición bonapartista, utilizó su control sobre las organizaciones de masas, para acentuar el clientelismo político, poniéndose a tono con los gobiernos de “izquierda” de América Latina, que impulsan políticas neoliberales pero concentran programas de asistencia social a los sectores mas vulnerables.

Esta orientación “neoliberal social” le dio sus primeros resultados en las elecciones estatales del año 2005. Ese año el PRI ganó las gubernaturas de Veracruz, Aguascalientes, Tlaxcala, Zacatecas, Chihuahua, Hidalgo, Tamaulipas, Durango y Quintana Roo.

El peligro del crecimiento electoral del PRI hizo que los acérrimos enemigos del PAN, PRD y Partido del Trabajo (PT) lanzaran candidaturas comunes en los Estados de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, para enfrentar al PRI. Con ello más bien mostraron su propia impotencia y la creciente fortaleza del PRI.

El surgimiento de MORENA

El popular candidato Andrés Manuel López Obrador se mantuvo firme denunciando el fraude del año 2006, pero la burocracia del PRD, los diputados, senadores y gobernadores, estaban ansiosos de explotar sus cargos y al final, en los hechos, terminaron reconociendo en los hechos al gobierno de Calderón.

Esta claudicación provocó una ruptura entre AMLO y la cúpula del PRD. Después de peregrinar por todo el país, AMLO constituyó en Octubre del 2011, de cara a las elecciones del 2012, el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), desde el cual AMLO al final logró imponer nuevamente su candidatura presidencial al PRD, al constituir la alianza electoral Movimiento Progresista entre el PRD, PT y Movimiento Ciudadano.

En el acto de lanzamiento de MORENA, el intransigente AMLO denunció algo que pasó desapercibido para los medios de comunicación: “Enrique Peña Nieto es el candidato de esta minoría encabezada por Salinas de Gortari, cuyo principal instrumento de dominación son los medios de comunicación” (CNN, 02/10/2011).

Todos apostaron por Peña Nieto

Entonces, no solo tenemos que el PRI promovió el asistencialismo social en las elecciones estatales, que le permitieron dominar las 3/4 partes de los Estados antes de las elecciones del 2012, sino que una parte importante de la burguesía mexicana comenzó a gravitar nuevamente alrededor del proyecto del PRI.

Para apoyar a un candidato presidencial los grupos y fracciones de la burguesía lo primero que discuten es el plan económico, algo vital para sus intereses.

Vicente Fox, quien derrotó electoralmente al PRI, llamó a apoyar a Enrique Peña Nieto. “Debemos de cerrar filas atrás de quien vaya a ganar. No sé en este momento quién vaya a ganar, pero ya es claro que se perfila un ganador (…) No debemos tener miedo a que va a regresar el autoritarismo. Esa es una farsa. Hoy hay una auténtica división de poderes... hoy tenemos estructuras democráticas"(AP)

Fox llamó a apoyar la constitución de un gobierno estable y mayoritario: “Lo mejor para México es que ese ganador no sufra las frustraciones que me tocaron a mí, que le tocaron al presidente Zedillo, que le tocaron al presidente Calderón por gobiernos de minoría”. (CNN, 21/06/2012)

Y detrás de los grupos empresariales a, las grandes televisoras enemigas entre si, como TELEVISA que es pro PRI  y TV-AZTECA que es pro PAN, cerraron filas a favor de Peña Nieto.

El programa económico de Peña Nieto.

En una entrevista al diario El País, Peña Nieto aclaró muchas dudas: “Primeramente, el PRI no se ha ido, es falaz decir que el PRI se fue. El PRI se fue del Gobierno de la República, pero sigue gobernando y habrá de gobernar en 21 Estados del país”.

En relación al programa de reformas estructurales de la economía, Peña Nieto no oculta sus planes: “Tenemos un México en el que se ha incrementado la pobreza (…) tenemos un país que no ha tenido el mejor desempeño económico, sin dejar de reconocer la estabilidad macroeconómica y financiera que tenemos, que sin duda nos da una plataforma para que podamos impulsar las reformas estructurales (energéticas, laboral, fiscal) que el país necesita (…) Y la de la seguridad social añadiría. Todas están íntimamente ligadas, quizá la que menor vinculación tenga, sea la laboral. Obviamente más que marcar un orden, hacer esas reformas estará sujeto al acuerdo y consenso que vayamos teniendo con las otras fuerzas políticas. Mi compromiso es ejercer una presidencia que reconozca y recoja la participación de las otras fuerzas políticas del México democrático (…) hoy tenemos una tasa de crecimiento del PIB del 2%, 2,2% de promedio. Tenemos que elevarla porque creo que México tiene potencial para estar por encima del 5% al año de promedio, pero es necesario hacer reformas que posibiliten la generación de más empleo, que se traduzcan en niveles básicos de bienestar o de beneficio social como el sistema de seguridad social universal, que hoy solo tienen 44 de cada 100 mexicanos... En eso se van a traducir las reformas”.

El PRI que asumirá la presidencia de México en nada se parece a su antecesor que aplicaba políticas de neoliberalismo social para acceder al gobierno federal. Al parecer la profecía de López Obrador está por cumplirse: el retorno del grupo de Salinas de Gortari al poder. La alianza PRI-PAN para aplicar las reformas estructurales, y que la burguesía mexicana, que se ha quedado rezagada, compita económicamente a nivel de los países del BRIC ((Brasil, Rusia, India y China).

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