Comité de Solidaridad Jalisco otro Atenco
¡Libertad Inmediata a los 12 Presos Políticos de Atenco!
Al pueblo en general:
1. En el marco de la segunda etapa de la Campaña Nacional e Internacional: Libertad y Justicia para Atenco, e igualmente en la rememoración del 2 de octubre de 1968, diversas organizaciones nos reunimos para seguir guardando en nuestra memoria colectiva la lucha del movimiento estudiantil-popular, cuyos acontecimientos hicieron de ese año un momento cúspide de la revolución mundial en la segunda mitad del siglo XX. A 41 años del despliegue democrático masivo decisivo de la historia contemporánea de México, hoy tenemos muy claro su gran contribución a la lucha por la justicia y la democratización del país. Aquella rebeldía estudiantil y popular dejó, entre otras cosas, una herencia política invaluable: la lucha por la justicia social y los derechos humanos. No obstante, también tenemos muy claro que las formas autoritarias y represivas de los gobiernos en turno siguen prevaleciendo impunemente –rechazamos aquí la exoneración al expresidente Luis Echeverría Álvarez, un criminal de Estado, pues es uno de los principales responsables del genocidio. El terrorismo de Estado perpetrado en aquel entonces sigue ejerciéndose con toda impunidad y ejemplos hay muchos: Aguas Blancas, Acteal y, más reciente, San Salvador Atenco.
2. Los gobernantes en turno, especialmente los del gobierno federal, al igual que sus portavoces mediáticos, afirman que México vive una democracia. Sin embargo, los hechos reales que observamos la mayoría del pueblo mexicano son totalmente contrarios a esta idea ficticia de la clase política en el poder.
3. Un ejemplo palpable de que los mexicanos no vivimos en ninguna democracia es, precisamente, la existencia de cientos de presos políticos en las cárceles del país. Un ejemplo reciente de los atropellos a los derechos ciudadanos y de la represión gubernamental es el caso de la liberación –el pasado 16 de septiembre, gracias a la presión de varios organizaciones–, de Jacinta Francisco Marcial, indígena otomí acusada del secuestro de seis agentes de la AFI está ahora nuevamente reunida con su familia después de pasar tres años en prisión acusada de un delito que no cometió. Uno de los mayores crímenes de Estado es la impunidad de los represores gubernamentales. Hace mucho tiempo que el poder político dominante, el que impone la oligarquía, se sostiene por el uso de la fuerza coercitiva, incluido el asesinato como parte del terrorismo de Estado. La represión gubernamental sobre los movimientos sociales populares, sindicales, indígenas, campesinos, ciudadanos, estudiantiles, etcétera, es una constante del ejercicio del poder. Esta represión a los movimientos que representan intereses y demandas justas y legítimas va acompañada de la detención y encarcelamiento de los dirigentes y luchadores sociales como es el caso, precisamente, de los líderes del Frente Popular de Defensa de la Tierra (FPDT), de San Salvador Atenco, del Estado de México. Dicho movimiento nacido en el año 2001, fue reprimido brutalmente, por las autoridades federales, estatales y municipales (PAN, PRI, PRD) el 3 y 4 de mayo de 2006. La lucha de resistencia popular y campesina legítima –contra el decreto que pretendía expropiar las tierras de los campesinos de San Salvador Atenco para construir un aeropuerto internacional, que fue derrotado por las movilizaciones populares, en 2002– fue duramente castigada con muerte, prisión y tortura en 2006. Por eso el gobierno tiene presos a 12 dirigentes de este movimiento, con penas que van de los 31 años, pasando por 67 y hasta 112 años de prisión en un penal de máxima seguridad. Todos ellos fueron condenados a terribles e injustas sentencias por delitos que no cometieron. Contra ellos se empleó el sistema de justicia de manera facciosa. La forma en que fueron detenidos, los abusos y violaciones a los derechos humanos a los que fueron sometidos, las irregularidades en sus procesos y condenas hacen ver de nueva cuenta que están presos sin un verdadero sustento jurídico y legal. Estas 12 personas son presos políticos y deben ser liberadas inmediatamente.
4. El FPDT es un admirable ejemplo de resistencia democrática popular-campesina que debe ser apoyado por el pueblo trabajador mexicano y por todos los ciudadanos que anhelamos un México digno, solidario, con justicia y equidad social. Quienes suscribimos esta carta pública, organizaciones y ciudadanos en resistencia pacífica, exigimos al gobierno federal la inmediata libertad de los dirigentes presos del FPDT, incluidos todos los demás presos políticos en el país. Demandamos el respeto pleno de nuestros derechos humanos y la aplicación de la justicia irrestricta a quienes si transgreden flagrantemente las leyes mexicanas.
Es por eso que las organizaciones de Jalisco otro Atenco apoyamos la iniciativa de la campaña nacional e internacional “LIBERTAD Y JUSTICIA PARA ATENCO” y llamamos al pueblo jalisciense y mexicano, y del resto del mundo a participar en ella hasta lograr la libertad de las y los presos.
Exigimos a las autoridades mexicanas:
LIBERTAD a los 12 presos políticos de Atenco
Cancelación de las órdenes de aprehensión a los dos perseguidos.
Revocación y anulación de las sentencias.Respeto irrestricto de los derechos humanos de los detenidos y perseguidos.
Castigo a los responsables de las violaciones a los derechos humanos y la represión.Alto a la criminalización contra los movimientos sociales en México.
Traslado inmediato de Ignacio del Valle, Héctor Galindo y Felipe Álvarez a un penal cercano a su domicilio.
Comité de Solidaridad Jalisco otro Atenco
Guadalajara, Jalisco, a 1 de octubre de 2009