Crisis energética en Venezuela:
Penumbra para los trabajadores y dólares para General Motors.
Por Maximiliano Cavalera
A inicios del año, nuevamente la Republica de Venezuela regresa a los primeras planas de los periódicos más importantes del hemisferio, algo muy habitual desde que su presidente Hugo Chávez Frías llegó al poder hace ya más de una década. Para sorpresa de muchos, en esta ocasión el mundo no ve a Venezuela solamente por los estridentes discursos del presidente Chávez, sino por una pavorosa crisis energética que tiene en zozobra a todo el país, problema que según expertos es la más seria desde hace de 30 años.
En medio de este aprieto energético que pasa Venezuela, han llovido críticas, sobre todo de los representantes de la oposición, que culpan al gobierno de Chávez y la poca inversión, que según ellos, el Estado ha realizado en el sector eléctrico en los últimos años. Cabe señalar, que la crisis energética que padece Venezuela, se ha vuelto el pan nuestro de muchos países del área, sobre todo, tomando en cuenta que son pocos los países que no la han padecido. Podemos mencionar a Costa Rica, Nicaragua, Ecuador entre las naciones que pasaron por el problema de la penumbra forzosa, debido a que la producción energética no satisfacía las necesidades de la demanda interna.
El comienzo de una crisis.
El mes de enero vio acrecentar los apagones que venía sufriendo Venezuela desde finales del año pasado, por casi todo el país, es cortado el servicio eléctrico, creando una situación de caos e inseguridad por los altos índices de delincuencia. La situación se caracteriza así: “en algunas ciudades de provincias del país, donde el racionamiento de electricidad es hasta de ocho horas por día, las amas de casa comenzaron a tomar la previsión de salar la carne que compran en el súper, como si se tratara de una pieza que acaba de cazar su marido, para que no se descomponga en medio de un apagón. Los hogares de Caracas son como acuarios sin peces: en cada rincón hay envases, ollas, baldes donde se almacena agua para afrontar los cortes programados del servicio, que duran entre tres y cuatro días. El día a día se dificulta. (El País 15/02/2010)
Según el gobierno, los racionamientos son ocasionados por fenómenos naturales que han provocado sequias y poco abastecimiento de las represas hidroeléctricas. “En su discurso ante el Parlamento, de casi cinco horas, Chávez afirmó que la "sequía es la única razón" del racionamiento eléctrico que se aplica en toda Venezuela con excepción de Caracas” (El País 16/02/2010) La afirmación de Chávez, parte de un hecho muy peculiar en un país productor de combustibles fisiles como Venezuela, y es que el 80% de su producción de energía se cimenta en la creación de energía Hidroeléctrica, es más: “el embalse de la hidroeléctrica del Guri, que surte de energía a más de 70% del país, ha reducido sus niveles de agua y su capacidad de generación a consecuencia de la sequía.” (El País 15/02/2010)
Es más, según algunos expertos, la crisis de energía que viene atravesando Venezuela es producto de dos fenómenos climatológicos que han coincidido en el mismo tiempo para alejar las precipitaciones trayendo como consecuencia la sequía más severa de los últimos cuarenta años. El Niño y la Oscilación Cuasi-Bienal son los causantes de este periodo de sequía que ha afectado el sistema eléctrico Venezolano.
Crisis política.
Desde inicios de los racionamientos, el problema se ha acrecentado a tal grado que el gobierno había decidido ampliar los cortes energéticos a la capital de venezolana, la ejecución de esta estrategia creó un caos tan grande que el mismo día, los cortes programados para Caracas fueron abolidos por el propio presidente Chávez: "Rectificar es de sabios y después de 24 horas hemos detectado impactos no deseados. Entonces quiero decirle al pueblo de Caracas que he ordenado suspender los cortes eléctricos" (El País 15/01/2010). Al día siguiente las consecuencias se hicieron saber, el titular ministro de Energía Eléctrica Ángel Rodríguez fue destituido de sus funciones "Le he pedido la renuncia al ministro de Energía Eléctrica, Ángel Rodríguez. Ya conversé con él, lo ha tomado como un soldado, de la mejor manera” (Ídem)
Pero la crisis va más allá de la destitución de un ministro, sobre todo, sí tomamos en cuenta que este es un año de elecciones legislativas en Venezuela y que: “En las últimas semanas han dimitido o sido sustituidos cinco ministros, entre ellos el de Defensa y vicepresidente del país; hay cortes de suministro eléctrico a todas horas; desabastecimiento masivo de artículos de primera necesidad; y una devaluación del bolívar que no hará sino incrementar una inflación que ya fue en 2009 del 30%.” (El País 16/02/2010)
La situación resulta tan complicada para el gobierno del presidente Chávez, que tuvo que recurrir a la asesoría de su gran aliado en las crisis, el gobierno Cubano y la asesoría de Ramiro Valdés quien se dice es: “Un íntimo colaborador de Fidel Castro, Ramiro Valdés, que lo ha sido todo en la isla, hoy ministro de Informática y Comunicaciones, además de desempeñar las vicepresidencias del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros, es el hombre de la situación en Caracas.” (…) “Valdés está nominalmente encargado de resolver una crisis energética que deja a casi todo el país sin fluido entre dos y ocho horas varias veces por semana; y que si la sequía no cede podría, teóricamente, provocar la oscuridad total en abril” (El País 16/02/2010)
Elecciones y la popularidad de Chávez
En estos meses en que ha recrudecido la crisis energética, el gobierno del presidente Hugo Chávez se ha limitado a culpar de lo que ocurre al fenómeno climatológico El Niño, al calentamiento global y al consumismo propio del capitalismo. Pero indudablemente los apagones y las penurias que ocasionan han tenido repercusiones políticas: “según un estudio de la firma Datanálisis realizado en diciembre pasado, el 80% de los venezolanos culpa al mal desempeño de su Gobierno a la hora de enfrentar la crisis eléctrica, y el 29%, a él (presidente Chávez) directamente.” (El País 15/02/2010)
Según este estudio la popularidad del presidente Chávez ha disminuido de un 60% de popularidad que tenía en febrero del 2009, hasta un poco menos del 50% en diciembre del 2009. Datos que indican que los racionamientos junto a otros factores menoscaban la popularidad del presidente Chávez. Claro esta, este decrecimiento no significa, por lo menos hasta el momento, de un rompimiento de las masas con el Chavismo. La propia firma que realizó el estudio analiza los datos de la siguiente manera: "No es verdad que Chávez esté destruido, pero sí es cierto que ha descendido 10 puntos en las encuestas". (Idem) Es más, aún con la reducción de la popularidad del presidente Chávez y su gobierno, si las elecciones legislativas fueran en estas fechas: “En febrero de 2009, la popularidad de Chávez superaba el 60% y, desde diciembre pasado, se encuentra por debajo del 50%; aún bastante alta después de 11 años de Gobierno, y suficiente como para ganar las dos terceras partes de los escaños en las elecciones parlamentarias de septiembre próximo. (Ídem)
Efectos económicos
Si bien es cierto, crisis energética es provocada por la disminución en la capacidad generadora, producto de las continuas sequias en Venezuela, esta solo es una verdad a medias. Venezuela ha sido uno de los países que más a crecido económicamente en el área producto de sus exportaciones de petróleo, estos enormes ingresos han incremento el consumo desmedido de un estrato de la población que tiene mucho dinero y no produce lo que necesita para el consumo interno. Así es que: “Al crecimiento acumulado del consumo interno se suma ahora una mayor necesidad de combustibles para el sector eléctrico” (Portafolio.com.co 21/02/2010).
Porque es importante esto?, porque el gobierno Venezolano pretende solucionar la crisis estableciendo plantas de combustión termina, lo que está provocando que: “La crisis se está devorando el excedente de combustibles para exportación, mientras crece en el país la necesidad de importar derivados del petróleo por las recurrentes paradas de sus refinerías y la voracidad del consumo local.” (Idem) Tantos años de bonanza han tenido una repercusión importante en el aumento de la demanda de combustibles para consumo personal en Venezuela (tiene la gasolina mas barata del mundo), que ahora precisa tener una mayor disponibilidad de productos derivados del crudo para alimentar plantas termoeléctricas y así aplacar la crisis energética. Es más: “En una entrevista reciente donde reconoció que el consumo doméstico terminará por reducir los saldos exportables, el ministro de Energía, Rafael Ramírez dijo que la prioridad será "el mercado interno". (Ídem)
Pero la crisis podría empeorar, en el 2009 las exportaciones venezolanas de derivados cayeron un 17% a 390.000 barriles por día (bpd), debido al mal desempeño de las refinerías nacionales y el recorte de producción acordado en la OPEP para defender los precios del crudo. En el mismo lapso, el país incrementó las importaciones de productos en un 55,8 por ciento, llegando a un pico de 158.000 barriles por día (bpd) en septiembre."Si la tendencia continúa sin que se instalen nuevas refinerías, Venezuela podría convertirse en un importador recurrente de productos por el crecimiento de la demanda interna, lo que ya sería estructural y no coyuntural", dijo Luis Palacios, de Medley Global Advisors en Nueva York (Ídem) Y si a esto le sumamos las paradas programadas a las refinerías y fallas operativas: “las refinerías nacionales no han podido responder al aumento del parque automotor, luego de que las ventas de vehículos nuevos pasaran de apenas 63.000 en el 2003 a casi medio millón en 2007.” (Idem). Asimismo el crecimiento acumulado del consumo interno se suma ahora a una mayor necesidad de combustibles para la producción energética, volviendo el panorama económico complicado para el gobierno de Chávez.
Que la crisis la paguen los ricos.
El gobierno Venezolano se ha planteado la solución de la crisis energética, para hacer esto, no solo ha programado cortes de energía en el país. Sino que también el plan de ajustes contempla desestimular económicamente el consumo del agua y la luz. Para lograrlo, el gobierno de Chávez ha decidido incrementar el cobro en las tarifas de energía (Caracas) en un 75% para los usuarios que consuman más de 500 kwh y que no reduzcan por lo menos un 10% su tasa habitual. Asimismo el incremento entre un 250% y 400% más en la factura del agua, para todos aquellos consumidores que excedan 40 mtrs³ al mes. Esto significa que se están aplicando tarifas que establecen multas para los altos consumidores y de reducción de tarifas para quienes ahorren más del 10% de consumo, las medidas incluyen la suspensión del servicio.
Las disposiciones tomadas por el gobierno de Chávez es un fuerte golpe para los trabajadores y pobres de Venezuela, ya que imponiendo multas no se logrará más que dejar palpables las diferencias económicas imperantes en Venezuela. La lógica es simple, si tengo la capacidad adquisitiva para pagar las multas, podre seguir obteniendo mis servicios de agua y Luz sin problemas.
La solución de la crisis energética pasa por entablar un plan nacional para afrontar la terrible crisis. Pero este plan nacional no debe estar controlado de ninguna manera por la burguesía y sus esbirros, ni por la burocracia estatal, ambas son las culpables del desabastecimiento de energía a la población. La solución para el problema es todo lo contrario, deben ser los trabajadores y los sindicatos de las empresas quienes se encarguen de buscar una salida a este terrible problema. Los trabajadores venezolanos deben exigir el control obrero de la producción energética. Los trabajadores deben crear sus propios comités para la solución de la crisis.
Asimismo solo la supervisión de los obreros podrá impedir que las soluciones a la crisis no se vuelvan otro negocio de la burguesía y en este caso del imperialismo, quienes desde ya, comienzan a lucrarse con la inversión de 300 millones de dólares en una planta comprada a la transnacional General Motors. Solo la vigilancia diligente y el control obrero harán salir a Venezuela de esta pavorosa crisis e impedir que se repita.