Por Pedro Vargas.
Coordinador CTC-COMPA
La Coalición de Tendencias Clasista (CTC-VZLA) en el marco de la Campaña Regional contra la Flexibilidad Laboral, invita a las organizaciones sindicales, y sociales a sumarse a la conmemoración del 12 de agosto como el Día de Acción Regional contra la Flexibilidad del Trabajo o Tercerización.
Como es conocido, mundialmente, desde hace varias décadas la formación social capitalista viene implementando la flexibilización del trabajo o tercerización a nivel mundial. Esta política que vienen imponiendo las clases dominantes mundialmente; hace referencia a la fijación de una organización del trabajo, a través de una regulación flexible para el manejo de los derechos laborales en el interior de las empresas privadas e inclusive en organismos público. La aplicación de la flexibilidad laboral requiere de un proceso de desregulación del marco jurídico. Donde existan nexos o vínculos estrechos, entre libertad de empresa y el contrato individual de trabajo. Indudablemente estas políticas buscan flexibilizar los antiguos mecanismos conquistados a través de las luchas libradas por los trabajadores y sus sindicatos.
La flexibilización del trabajo o tercerización permite que la burguesía dueña de los medios de producción impongan las nuevas condiciones de sobreexplotación: aumenta la intensidad en la producción, acelerando el ritmo de los equipos, ampliar la jornada de trabajo y aplicar los turnos rotativos, intensifica la jornada laboral, modificar los horarios a su conveniencia, cambia permanentemente los roles a ejecutar y rota los sitio de trabajo, cambia los horarios de descansos, cambia en su provecho los periodos de vacaciones y de recreación, obligando bajo estas condiciones adecuar al trabajador a los equipos y no los equipos a los trabajadores. Con todo esto, se crean mayores oportunidades a las burguesías en el mundo a través de la modificación de la organización del trabajo incrementándose la sobreexplotación de la clase obrera.
Es decir, se incrementa la libertad a la burguesía para acrecentar las tasas de ganancias o plusvalía.
Los mecanismos hacia una economía de mercado mundial, impuesto por la Organización Mundial del Comercio (OMC), tiene como preferencia la flexibilización del trabajo. Estos mecanismos obligan a los gobiernos a elaborar leyes que apunte a la desregulación de las legislaciones, en favor de la burguesía. Es decir, la nueva seguridad jurídica mundializada apunta a la desregulación del mercado laboral en cada nación. De esta forma, se originan innumerables concesiones a los dueños de los medios de producción privadas, en las estructuras jurídicas. Libertades que permite potenciar mayores oportunidades a las empresas, a través de la disminución de puestos de trabajo permanente, creación de fuentes diversificadas de empleo precario o tercerizados, superar los impedimentos a la diversificación de un mismo producto con diferentes: presentaciones, etiquetas, envasados, entre otros, rebaja de los costos de producción, traslado de los inmensos costos en publicidad a los consumidores finales. Es decir, mediante esta lógica de producción capitalista hay un incremento de la plusvalía, es decir, maximizan sus ganancias.
Por ello, la cámara venezolana americana (VENAMCHAM), ha llegado a la conclusión que carece de sentido mantener el derechos a la contratación colectiva y que esta conquista de la clase obrera sólo ha engendrando inconvenientes para la propia clase trabajadora. Po ello, no pueden instalarse nuevas empresa y esto indudablemente no beneficia a la mayor parte de los trabajadores. En tal sentido, había que recomendar nuevas formas de contratación a sus afiliados. He aquí, donde conciben, nada más y nada menos, que las empresas debía continuar la práctica de contratos individuales a tiempo determinado.
De ahí, que la burguesía organizada en VENAMCHAM guiados por su práctica explotadora y con este orientado análisis económico. Logra vincular la existencia de empresa contratista, subcontratista e intermediadoras, con los contratos a tiempo determinado. Es decir, descubrieron la panacea de este siglo, lo cual les permitirá: la subcontratación, eliminar la estabilidad laboral, impulsar el trabajo temporal, crear la generación de empleos tercerizados o precario, reducción del costo de la venta de la fuerza de trabajo, alta rotación de trabajadores, contratar al que no protesta, al que no reclama, al obediente. Indudablemente con la existencia de estas forma de contratación se seguirá presionando al obrero, se le obligará a firmar contratos sin la posibilidad ni de leerlos, se les seguirá haciendo firmar hojas en blanco, despedir a los sospechosos de ser revolucionario, es decir, profundizar la violación de los derechos laborales y sociales.
Por supuesto, la clase dominante en cada empresa para aplicar estas políticas cuenta con sus presidentes, gerentes y superintendentes. Es decir sus técnicos (administrativos, ingeniero, sociólogos, psicólogos, abogados, entre otros) incondicionales que trabajan para ellos; y en tal razón colocan sus conocimientos al servicio de los intereses de la burguesía. En este aspecto, hay que señalar, que cada día un número importante de técnico y profesionales se proletarizan y asumen el programa de la clase obrera, deslindándose con ello de las posiciones de la burguesía.
Por ello, es importante la incorporación de todos los explotados a la lucha por la derogación de todas las políticas de flexibilidad del trabajo o tercerización. Ya que, la eliminación de la precarización permitirá; el ingreso de miles de personas a las nóminas de las empresas, como trabajadores fijos, con iguales derechos. Cuestión que permitirá también el aumento de las fuerzas propias de la clase obrera. Para continuar en lucha por la trasformación política, económica, social y cultural.
Por todas estas razones, la clase obrera continua en lucha enarbolando su programa, no cedemos ni bajamos nuestras consignas centrales por la socialización de las empresas y colocarlas bajo control obrero. Así lo entienden los trabajadores y estamos en luchan para ello, pues los capitalistas, enemigos acérrimos de la clase obrera, no están dispuestos a aceptar estos derechos, ni ningún otro, que no sea para favorécelo.
Además, no podemos olvidar que la formación social capitalista no acaba la explotación. La clase obrera está consciente, que la vía definitiva para acabar con la explotación, es el camino de la revolución socialista y la edificación de la formación económica y social socialista.
¡¡POR LA SOCIALIZACIÓN DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN!!
¡¡TODO LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN BAJO CONTROL OBRERO!!
¡¡A LUCHAR POR LA EDIFICACIÓN DE LA FORMACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL SOCIALISTA!!