Por Leonardo Ixim

Con las movilizaciones estudiantiles y de la juventud en la Región Especial de Hong Kong se pone en evidencia una constante dentro que se da desde 2008 en la República Popular de China: en coincidencia con las repercusiones de la crisis mundial, que ocasionó en este país un descenso de las altas tasas de crecimiento, se han generado una serie de movilizaciones, huelgas y paros tanto de obreros en fábricas como de pobladores ante algunos megaproyectos.

Pero esta vez fueron los estudiantes y la juventud sobre todo, aunque con la solidaridad de la Central de Sindicatos de Hong Kong, los que se movilizaron para pedir que las elecciones de 2017 fueran realmente libres y no controladas por el Partido Comunista Chino (PCCH) desde Beigin, en la denominada revolución de los paraguas.

Una situación social que conduce a protestas

Hong Kong es una ciudad de más de siete millones de habitantes, famosa por su centro financiero internacional y sus importantes industrias, pero también por estar controlada por mafias conocidas como Triadas que se disputan el poder económico en la ciudad. Pese a que se considera rica, la desigualdad económica hace mella en la estructura económica, apareciendo demandas que tienen que ver con mejoras salariales y oportunidades para la juventud. Un quinto de su población vive bajo el nivel de pobreza, los salarios promedio diarios son de menos de tres dólares y la desprotección a jubilados y desempleados es normal; de igual forma el crimen organizado y el tráfico ilegal de todo tipo de bienes afectan a la población.

Todo esto es caldo de cultivo para una serie de demandas sociales, laborales y democráticas, que cuestionan la concentración económica de la oligarquía financiera aliada a la burguesía burocrática de Beigin. Así, el conflicto se empalma con el descontento de importantes sectores de la población china por la cada vez mayor desigualdad económica, provocada por el aterrizaje y caída de las altas tasas de crecimiento y la cada vez mayor amenaza de la burbuja inmobiliaria que da señales de explotar.

El régimen especial

Recordemos que esta ciudad, ex colonia británica que al igual que Macao regresa a la madre patria en 1998, se convirtió en región con un régimen especial bajo la fórmula de un estado y dos sistemas, misma lógica con que se pretende realizar la integración de la República China de Taiwán con la República Popular China. Esta fórmula en la política oficial de la burguesía burocrática gobernante de la RPCH plantea que se respeta la existencia del sistema capitalista tanto en Hong Kong como próximamente en Taiwán, lo cual es una pura formalidad, porque la transición al capitalismo de China promovida por la burocracia, hoy convertida en burguesía en la denominada alianza estratégica con las grandes trasnacionales imperialistas, no produce regiones con dos sistemas como el de Hong Kong y Macao, ya que hoy toda la RPCH es capitalista.

La política estatal china bajo esta fórmula mantiene la promesa de garantizar el sistema liberal-parlamentario aplicado por los ingleses en la Región Administrativa Especial de Hong Kong, con un jefe de gobierno electo por un Comité Electoral, electo a su vez entre los miembros del parlamento de la región. El parlamento está conformado por 30 representantes electos por sufragio universal y 30 por representantes de las fuerzas económicas y sociales de la región. Pero la exigencia de los habitantes de Hong Kong desde el regreso a la RPCH ha sido que el jefe de gobierno sea electo por sufragio universal directo, algo a lo que las autoridades chinas siempre se han negado.

No es la primera vez que se dan movilizaciones en la ciudad. Primero en 2002 y después entre 2004 y 2005, cuando China desconoció al jefe de gobierno de ese momento Tung Che-Kwa y fue sustituido por no considerarlo un hombre de confianza a la cúpula del PCCH. Estas movilizaciones fueron suspendidas con la esperanza de que se estudiara la propuesta de elecciones directas para el jefe de gobierno. En esa vez fue electo Donald Tsang, reelecto por el consejo ejecutivo en 2007. En ese mismo año el Consejo Legislativo decidió que para 2017 se podrá elegir al jefe de gobierno, algo que no cayó bien entre la población de la región.

En 2010 el Consejo Legislativo reformó nuevamente la Ley Básica que rige el sistema de gobierno, para aumentar diez escaños más en este cuerpo electo popularmente. Sin embargo este cuerpo se autolimitó en sus funciones, por ejemplo no puede fiscalizar el gasto del ejecutivo de la región. También reformó la composición del Comité Electoral, conformado por representantes distritales, grupos religiosos, fuerzas sociales y miembros del Consejo Legislativo, en total por 1200 miembros. Este complejo sistema hace que la mayoría de elementos, tanto en este comité como en el mismo legislativo, esté dominada por las elites capitalistas de la ciudad, cercanas al gobierno chino.

En 2012 nuevamente hay elecciones y el Comité Electoral nombra como jefe de gobierno a Leung Ching-Ying, otro hombre cercano a los grupos empresariales de la región y al poder central chino. Desde ese momento el gobierno chino va limitando la libertad de expresión y asociación en la región. En agosto la comisión encargada en la Asamblea Nacional Popular de China para los asuntos de la región, recomienda que la elección de aspirantes a jefe del ejecutivo post 2017 sea siempre por medio del Comité Electoral y, pese aceptar elecciones directas, se mantenga el visto bueno de este Comité. Este fue el detonante de la protesta.

La “revolución de los paraguas”

Las protestas han sido protagonizadas por estudiantes y jóvenes, tanto universitarios como secundarios, con el apoyo de algunos sectores obreros con sus propias demandas relacionadas al alto costo de la vida, lo cual preocupó al gobierno central chino y el local sobre las repercusiones del movimiento. El movimiento se autodenominó Occupy Central, pues ocupó el centro administrativo y financiero de la ciudad, aunque a diferencia de otros Occupies, no centró sus demandas en cuestiones económicas. Esto le generó el apoyo de un sector minoritario de la burguesía de la ciudad, que encontró eco en el liberal pro-imperialista New York Times.

Las potencias imperialistas, sobre Estados Unidos, aprovecharon las movilizaciones para criticar al gobierno chino por violar las libertades de la población de la región. Este aullido de lobo con piel de oveja por parte de la potencia que más viola los derechos humanos, como parte del reajuste táctico en las relaciones geoestratégicas con China, fue respondido enérgicamente por la cancillería china como un asunto interno. Y por supuesto que lo es; por tanto es peligrosa (como lo ha sido en otros conflictos internos recientes como Libia, Irak, Siria, Ucrania, etc.) la intromisión imperialista, pues siempre dificulta la solución de estos conflictos y provoca el surgimiento de fuerzas aun más reaccionarias en estos países. De igual forma, la respuesta china es una manera de escudarse en los asuntos internos para reprimir a la población y desactivar las protestas.

El régimen reprime la rebelión

Después de importantes forcejeos entre manifestantes y policías, Beigin y el gobierno local, evitando llegar a un nuevo Tianmen, buscaron otros medios para solucionar el conflicto. Una intervención estatal violenta debilitaría el papel de China como competidor serio del imperialismo hegemónico dentro del armazón del Brics y la Conferencia de Shanghai en tanto instrumentos del imperialismo emergente, y daría a Estados Unidos la oportunidad de seguir bloqueando a China mediante acuerdos bilaterales con sus vecinos circundantes de los mares de la región.

Las autoridades movilizaron a población afín al gobierno central y a algunos pobladores de regiones de la RPCH cercanas a Hong Kong, para enfrentarse a los manifestantes, pero también a esbirros de las Triadas, que aterrorizaron golpeando a muchos estudiantes. En todo esto la policía de la región asumió el papel de mediador y retomando la legitimidad el jefe ejecutivo, amenazó con que no se tolerarán mayores desordenes “entre sectores de la población enfrentadas”. En el ínterin las autoridades locales se reunieron con los representantes de los grupos empresariales más importantes para asegurarles que sin importar en rumbo que adquiera la reforma electoral, sus intereses no serán tocados.

Los partidos burgueses tratan de llevar a negociaciones

Los partidos Cívico y Democrático encaminaron a la Federación de Estudiantes Universitarios, a los secundarios y a los sindicatos a negociaciones con el jefe del ejecutivo Ching-ying. Estos partidos reciben financiamiento de fundaciones vinculadas al imperialismo gringo como la NED, se sitúan a la derecha y al centro respectivamente y fueron parte de las manifestaciones. Además cuentan con importantes vasos comunicantes con las élites burguesas de la ciudad y la burocracia china

Así, las negociaciones iniciaron el viernes 3 de octubre con el número dos del ejecutivo local Carrie Lam, donde el tema de la nominación a candidatos para jefe ejecutivo no quiere ser tocado por el gobierno de la Región Administrativa. En todo esto el Consejo Legislativo, que había sido bloqueado por los manifestantes, sigue sin sesionar, demostrando el poco interés hacia la problemática. Los estudiantes por su parte exigen que las negociaciones sean vinculantes y no consultivas.

Lo cierto es que las concentraciones van de más a menos y ante esta situación el movimiento estudiantil ha convocado a acciones de movilización en toda la ciudad. Esto repercutió en las negociaciones y el número dos del gobierno anunció su suspensión, pues los estudiantes no muestran ninguna confianza en las mismas.

La rebelión de estudiantes y obreros de Hong Kong tiene el potencial de generar una amplia movilización en toda la República Popular China contra la dictadura pro-capitalista del Partido Comunista Chino. El éxito de las movilizaciones por las reformas democráticas dependerá en gran parte, de la incorporación masiva de los trabajadores, que incluyan las sentidas demandas por mejores salarios, seguridad social y la mejora de las condiciones de vida de la población pobre.

¡Solidaridad con los estudiantes y obreros en lucha por reformas democráticas!

¡Alto a la represión por parte de la dictadura china!

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