Por Alejandra Juárez
El sábado 1 de mayo en una conmemoración más del Día del Trabajo, aproximadamente 60,000 mil residentes del Estado de California se reunieron en el centro de la ciudad de Los Ángeles, para marchar a los largo de la avenida Broadway y hacer manifiesto el descontento general que existe en esta región por el acoso del que son sujetos nuestro hermanos latinoamericanos en Arizona, estado que a partir del mes de Julio pondrá en vigencia la nueva Ley Migratoria SB1070 en contra de los residentes latinos de dicha entidad federal.
Con pancartas, banderas de Estados Unidos, música y discursos, más que celebrar el Día del Trabajo hoy se dijo NO a la desigualdad, la discriminación y la diferenciación entre pueblos, más que un llamado a la reforma migratoria, hoy se hizo un llamado de justicia para nosotros los latinos que contribuimos activamente en la economía de este país.
El pasado 13 de abril la Cámara de Representantes aprobó con una diferencia de 14 votos (35 a favor y 21 en contra) la propuesta de ley SB1070 elaborada por el Senador Russell Pearce, la cual permite que los cuerpos policiales determinen quien es sospecho de residir ilegalmente en Arizona, detenerlo y deportarlo inmediatamente; decisión que sembró desde el inicio la inseguridad y pánico entre la comunidad latina.
Los sectores a favor de los inmigrantes respondieron que dicha propuesta era anticonstitucional y que violentaba los derechos del ser humano, Pearce declaraba que era necesario “quitarle las esposas a las fuerzas policíacas y dejarlos hacer su trabajo” para poder combatir el crimen en la región. El republicano John kavanagh también afirmó en apoyo al argumento de Pearce que “La inmigración ilegal es responsable del crimen, el secuestro, drogas y que se cuela en los servicios del estado, por lo tanto nadie puede estar parado a la orilla de la línea y no tomar parte en la batalla”.
Pero mientras estos dos discursos se dispersaban por todo Estados Unidos, la gobernadora republicana de Arizona Janice Brewer tenía la última decisión, la cual la comunicó en conferencia de prensa en las Oficinas del Departamento de Transporte para evitar el contacto con los manifestantes que desde el anuncio de esta propuesta han manifestado su rechazo.
El viernes 23 de marzo alrededor de las 13:00 horas en horario de California, Brewer afirmó ante los medios de comunicación su desición justificándola con las siguientes palabras: “Durante semanas, esta legislación ha sido objeto de un intenso debate e intensa crítica. Mi decisión de firmar no fue de ninguna manera tomada a la ligera. No tolerare persecuciones de perfil racial o discriminación racial contra los inmigrantes. Esta ley representa otra herramienta para que nuestro estado pueda avanzar en la resolución de una crisis que nosotros no creamos y que el gobierno federal se rehúsa solucionar. Una crisis causada por la inmigración ilegal y la frontera porosa de Arizona”.
La nueva ley que entrará en efecto en los primeros días de julio o principio de agosto tiene como puntos básicos los siguientes:
-Todo policía en servicio puede cuestionar y detener a cualquier persona sospechosa de ser ilegal (bajo argumentos razonables) y que no pueda demostrar lo contrario con documentos legales.
-Todo ciudadano que conduzca a una persona sin documentos migratorios legales comete un acto criminal.
-Todo ciudadano que contrate y transporte jornaleros ilegales en la carretera comete crimen.
-Toda entidad pública y proveedora de servicios públicos debe exigir documentos que prueben la identidad y legalidad de toda persona.
Posterior a la aprobación de esta ley que afecta aproximadamente medio millón de indocumentados, Pearce festejó manifestando “Es un gran día para Arizona, los ciudadanos no deben temer esta nueva legislación, únicamente los Ilegales”, olvidando que ese sector tan repudiado por su sentimiento xenofóbico genera 5.2 billones de impuestos al Estado y 4.6 billones de ingresos sobre ventas, así mismo el Senador Pearce aparentemente ignora que es nuestra comunidad la que limpia baños, lava pisos, construye edificios, casas, cosechan las tierras y preparan los alimentos que todo el Estado y el país consume, pasando también por alto que son nuestras mujeres las que protegen y crían a los hijos de Arizona, vendiendo su fuerza de trabajo sin ninguna legislación que las respalde como trabajadoras del hogar y niñeras y mucho menos como seres humanos.
Lamentablemente la Gobernadora Brewer también hizo uso del olvido, al afirmar que la inmigración es un problema que Estados Unidos no ha creado, ignorando por casualidad o por interés talvez que las causas reales por las cuales tenemos que abandonar nuestra tierra y estilo de vida, son de origen completamente estructurales.
¿Señora Brewer dónde queda la invasión estadounidense, la invasión capitalista en los países latinoamericanos? ¿Dónde queda el control que la falsa América ejerce en nuestra economía? ¿Dónde queda la invasión sin ejércitos y sin armas que cada día su país lleva a cabo por medio de transnacionales que ocupan nuestras tierras? ¿Dónde quedan los convenios y tratados con que nos obliga su país a competir en un mercado completamente desigual para nuestros campesinos y pequeños productores de materias primas?, pero lo más interesante de todo Señora Brewer, ¿Dónde quedan los principios de libertad e igualdad que su país y el sistema capitalista tanto han proclamado y por los cuales ha llevado la guerra a varias regiones del mundo, intentando salvarlo de la opresión femenina, la falta de expresión y especialmente de nuestros intentos de democracia calificados por su Congreso como intentos comunistas, cuando únicamente han sido luchas de los sectores menos favorecidos por liberarse del yugo económico?, ahora usted nos persigue coartando nuestra libertad de locomoción, un derecho inherente de todo ser humano, ahora usted y su Estado nos persigue, nos detiene y cuestiona únicamente por nuestra apariencia física, ¿y mañana con qué políticas nos sorprenderán?.
A partir de esta fecha la frustración ha estado presente en la comunidad latina con conciencia social, es demasiado triste y agobiando ver como nuestro pueblo sigue oprimido. Para nosotros los latinos no importa el lugar o la región, no importa si estamos en nuestros países oprimidos o si cruzamos hacia el norte hacia la aparente libertad, el destino hasta el momento sigue siendo el mismo, leyes como estas solamente reflejan una cruda realidad que nos persigue por siglos, la sombra de la opresión y la desigualdad nos acompaña constantemente.
La discriminación de nuestra gente no es un tema actual, el rechazo hacia nuestra comunidad nos ha marcado desde siempre en este país del norte, pero hoy la diferencia radica en que es legal, puesto que aunque los promotores de la Ley SB1070 aseguren que no se usaran perfiles raciales, la realidad es distinta, es evidente que los únicos sospechosos de ser ilegales serán todos aquellos de apariencia latina, el tener ojos oscuros, piel morena y baja estatura, así como el acento en el escaso ingles serán las evidencias suficientes para detener a las personas, o es que acaso ¿Se aplicará la ley a toda la población incluyendo aquellos de color blanco?.
Con esta problemática solamente nos quedan temores y muchas dudas por responder ¿Es Arizona una reafirmación de la protesta neonazi que realizaron los miembros del grupo National Socialist Movement (Movimiento Socialista Nacional) a principios de abril en la Ciudad de los Ángeles, California, quemando y pisoteando banderas mexicanas? ¿Esta el gobierno de Estados Unidos completamente desinteresado en crear una verdadera solución sin que se afecten los derechos humanos? ¿Una reforma migratoria sería la solución o solamente paliativo a una crisis que el propio sistema ha generado? ¿Está el pueblo latinoamericano realmente preparado para emprender una lucha y sostenerla fuera de sus fronteras? ¿Es legítimo luchar y exigir una reforma migratoria en tierra ajena?, cuestionamientos que quedan para el debate basado en una conciencia social y en la ambición por un sistema equitativo y sin divisionismos de clase.
Por el momento solo nos resta apoyar a nuestros hermanos, impulsar el boicot en la economía de Arizona y no dejar de gritar a voces la consigna que nos acompañó el 1 de mayo “Todos somos Arizona”.
Como Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a toda la comunidad inmigrante latina trabajadora a luchar por que se garantice nuestros derechos humanos, que no se nos discrimine por ser latinos o estar ilegales, que se nos respete nuestros derechos laborales, paren las redadas y no separen las familias. Pero sobre a la unidad entre toda la clase trabajadora latinoamericana en este país, de inmigrantes trabajadores de otras regiones del planeta, afroamericana, y blancos que no estén permeados por el discurso y pensamiento racistas; para tener la claridad que los males de desempleo, crimen, salarios bajos no son producto de la inmigración que es un derecho sino de este sistema capitalista que explota a los trabajadores y campesinos del mundo y nos mantiene dividido por razas, etnias y grupos, a los trabajadores que somos una clase y nuestro enemigo es el capital imperialista.