Por Orson Mojica

A pesar de la evidente decadencia económica y militar de Estados Unidos, sigue siendo el gendarme del mundo. Todos los acontecimientos políticos dentro de Estados Unidos, tienen repercusiones en el resto del mundo. Por eso debemos prestar especial atención al desarrollo del actual proceso electoral

El relevo forzado de Joe Biden

Dentro del gobernante partido Demócrata se gestó una conspiración palaciega con el objetivo de sustituir al anciano Joe Biden, quien había desempeñado un desastroso papel en el primer debate con Donald Trump, a finales de junio pasado.

Biden fue forzado a renunciar a la candidatura presidencial, siendo sustituido por  Kamala Harris, una vicepresidenta anodina.

El debate Harris-Trump

Antes de la renuncia de Biden, Trump salió como seguro vencedor en las diferentes encuestas, pero la situación cambió con la postulación de Kamala Harris. Trump presionó por un debate con ella, pensando que podía limpiar el piso con Kamala, pero resultó un hueso duro de roer. Ahora Kamala Harris aparece como posible vencedora, pero muchos consideran que existe un empate técnico.

Ahora, Trump rehúye a los debates, no se arriesga a sufrir otra derrota y argumenta que ya no habrá otro cara a cara con Harris.

Recaudación de fondos

Apenas fue confirmada como candidata presidencial demócrata, la campaña de Harris recaudó en un mes la fabulosa cantidad de 540 millones de dólares. A mediados de septiembre, a campaña de Harris recaudó 361 millones de dólares, el triple de los 130 millones de dólares recaudados por Trump, quien arrastra un déficit de 110 millones de dólares. Harris gastó 137 millones de dólares en agosto en medios de comunicación, frente a los 47 millones que gastó la campaña de Trump.

La semana anterior al primer debate, Kamala Harris gastó 20 a 1 más que Trump en Facebook e Instagram. Desde que fue proclamada candidata, Harris duplicó el gasto de Trump, de 25,7 millones de dólares a 12,8 millones de dólares, en los siete principales Estados en disputa.

Recientemente, en una reunión con ejecutivos de Wall Strett, Harris recaudó 27 millones de dólares. Este apoyo financiero a Harris significa que el stabilishment, es decir, los grupos de poder que controlan Estados Unidos, se inclinan mayoritariamente por una continuidad de los demócratas en el poder.

El debate sobre el aborto

En el debate con Trump, Kamala Harris defendió el derecho al aborto, que fue cercenado por una sentencia de la Corte Suprema de Justicia, en junio del 2022, con mayoría de jueces conservadores, entre ellos los que propuso Trump. El tema del aborto toca la sensibilidad de millones de mujeres en Estados Unidos. Harris prometió promulgar una ley que restablezca el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.

En este debate, aunque Trump defendió la sentencia de 2022, reculó y al final dijo que este espinoso tema debía resolverlo cada Estado.

El sensible tema de los impuestos

Debido al auge de la candidatura de Kamala Harris,  y que un gran eje político del Partido Demócrata es aumentar los impuestos a las grandes corporaciones, para obtener fondos para el gasto social, Trump ha realizado un viraje en relación a su tradicional tema de recortes de los impuestos: plantea no solo reducir los impuestos a los ricos, sino que ha extendido su propuesta de recortes de impuestos a la medida de cada sector social.

Para los empleados de restaurantes y hoteles de Nevada, Trump ofreció “ningún impuesto sobre las propinas”. Para los jubilados que votan en gran número, dijo que eliminaría los impuestos sobre las prestaciones de la Seguridad Social. Para los ejecutivos de empresas, ofreció un recorte en la tasa de impuestos corporativos del 21 al 15 por ciento para los fabricantes nacionales.

A los residentes de Nueva York, Pensilvania y Nueva Jersey”, ofreció restablecer una apreciada deducción de los impuestos estatales y locales, conocida como SALT, una exención fiscal que limitó en el año 2027 bajo su mandato.

En esta campaña electoral, Trump ha modificado su tradicional propuesta de recortar impuestos a los ricos. Hace poco, en una visita a los lideres republicanos en el Congreso, Trump insinuó, a puertas cerradas, que se debía modificar el sistema tributario: ya no debía cobrarse impuestos con base a las rentas, utilidades o ganancias, sino cobrar altos aranceles a los artículos importados y un impuesto amplio sobre los bienes que los estadounidenses compran. En pocas palabras, financiar el gasto federal ya no con el impuesto directo sobre la renta (IR) sino con el impuesto indirecto al consumo o valor agregado (IVA) y con aranceles proteccionistas a los productos extranjeros. En Estados Unidos no se cobra el IVA

Evidentemente, se trata de propuestas económicas que tocan el bolsillo de los votantes. Karoline Leavitt, portavoz de Trump, lo resumió en estas palabras: “Si los estadounidenses quieren menos impuestos y más dinero en sus bolsillos, la única opción es votar por el presidente Trump”.

La pelea por ganar la mayoría en el Congreso

Mientras la atención se centra en los candidatos presidenciales, Nancy Pelosi aclara que el Partido Demócrata tiene la pretensión no solo de ganar la presidencia, sino también la mayoría dentro del Congreso.

 “Estoy buscando una trifecta: ganamos la Casa Blanca, Chuck Schumer sigue como líder de la mayoría (en el Senado) y Hakeem Jeffries se convierte en el speaker de la Cámara Baja. Tiene que ocurrir de este modo. Pensad en lo que hubiera pasado si el 6 de enero del 2021 yo no hubiera tenido el mazo (de presidenta de la Cámara). Ese día, Hakeem debe tenerlo en sus manos (…) A diferencia de la carrera presidencial, somos muy discretos, reptiles, y tenemos sangre fría. Sabemos cuáles son las carreras que tenemos que ganar, mientras otros se enfocan en ganar todo el país” (La Vanguardia 08/09/2024)

Lideres Republicanos a favor de Harris

Más de 100 ex funcionarios de seguridad nacional de administraciones republicanas y ex miembros del Congreso respaldaron la candidatura de Kamala Harris, concluyendo que Donald Trump, "no es apto para servir nuevamente como presidente".

En una carta pública, estos republicanos argumentaron que, si bien podrían “estar en desacuerdo con Kamala Harris” en muchos temas, Trump había demostrado “cualidades peligrosas”. “Como presidente promovió el caos diario en el gobierno, elogió a nuestros enemigos y socavó a nuestros aliados, politizó a los militares y menospreció a nuestros veteranos, priorizó su interés personal por encima de los intereses estadounidenses y traicionó nuestros valores, la democracia y los documentos fundacionales de este país (…) cualquiera que se ponga a sí mismo por encima de la Constitución nunca debería ser presidente de los Estados Unidos”.

Trump contra la invasión de migrantes

El tema de la inmigración divide al electorado estadounidense, a pesar que Estados Unidos se conformó como un país de inmigrantes. Muchos olvidan que sus abuelos descendieron de los barcos en harapos y con hambre. Debido a que la población blanca, de origen europeo, disminuye paulatinamente y en sentido inverso aumenta la población inmigrante que obtiene la ciudadanía, especialmente de la población de origen latinoamericano, y los hijos de estos que también tienen derecho a votar, el partido republicano, con Trump a la cabeza, es el abanderado de mantener la supremacía política de los blancos, y de evitar que un aumento de los ciudadanos con derechos políticos, cambia la composición de los distritos electorales y con ello disminuya la representación de los republicanos dentro del Congreso de los Estados Unidos. Es una pelea a muerte por mantener el statu quo del sistema electoral.

Trump volvió a la carga, esta vez disminuyó la importancia de construir el muro en la frontera con México, pero prometió ejecutar deportaciones masivas de millones de inmigrantes que se encuentran ilegales, “la mayor deportación en la historia de nuestro país”. Para calentar los ánimos, en un mitin en Carolina del Norte, Trump comparó la afluencia de migrantes con una “invasión”. “Vamos a detener totalmente esta invasión. Esta invasión está destruyendo el tejido de nuestro país. Todos los empleos que se crearon en este país en los últimos dos años y medio han ido a parar a manos de inmigrantes ilegales, todos los empleos”.

Esta es otra de las mentiras, que sus partidarios toman como afirmaciones reales. Las estadísticas demuestran lo contrario: los inmigrantes hacen los trabajos más duros, en el campo y las ciudades, que los blancos no quieren o no pueden hacer. Si no fuera por el flujo de migrantes, Estados Unidos perdería la competencia ante el surgimiento de nuevas potencias industriales o manufactureras como China e India, que disponen de una amplia masa de trabajadores que ganan salarios bajísimos.

En el debate con Kamala Harris, la mentira más fabulosa fue la denuncia de Trump de que en Springfield, una pequeña ciudad de Ohio, los haitianos se comían a los perros y gatos, dejando sin mascotas a sus ciudadanos, información que fue desmentida por su alcalde.

James David Vance, candidato a vicepresidente y compañero de fórmula de Trump, ha llegado al extremo de afirmar que el aumento en el precio de la vivienda es por los migrantes, son “gente que no debería estar aquí, gente que compite contra ustedes y sus hijos para comprar las casas que deberían estar en manos de los ciudadanos estadounidenses. Nuestro mensaje a Kamala Harris es: deje de darles casas estadounidenses a extranjeros que no deberían estar en este país, comience a dárselas a ciudadanos estadounidenses que merecen estar aquí”.

La moneda está en el aire

Con la candidatura de Harris esta ocurriendo el mismo fenómeno de la campaña del 2019, cuando la mayoría de los grupos de poder giraron a favor de Joe Biden, y le dieron la espalda a Donald Trump. Ella parece ser la ungida, para mantener la continuidad de los demócratas en el poder. Harris tiene un apoyo descomunal de los grandes medios de comunicación, pero todavía no lograr encandilar a las masas, como lo hizo Obama en su momento.

La situación se complica debido a que en Estados Unidos el presidente no se elige por voto directo de los ciudadanos, sino por voto indirecto por medio de los Colegios Electorales de cada Estado. No hay  duda, la moneda sigue en el aire.

Hemeroteca

Archivo