Por Nicolás le Brun
La recién pasada cumbre del G-20 en la ciudad turística de Cannes, Francia, marcó un compromiso más fuerte por parte de los países participantes en llevar a cabo con más celeridad los planes de ajuste que el Fondo Monetario Internacional ha pedido desde hace tiempo atrás. Esto dentro de un contexto de gran inestabilidad de la Eurozona, provocado en mayor medida por la crisis griega que amenazaba de hacerla explotar financieramente.
Anteriormente a este evento, ya uno de los bancos de mayor fuerza en Bélgica, el banco Dexia, sucumbía a la crisis. Un plan de “salvamento” del mismo fue puesto en práctica para inyectar cerca de 4000 millones de euros.
Evidentemente, estos planes no tiene como objetivos la recomposición de los salarios, de las condiciones laborales ni de las condiciones de vida de los millones de trabajadores, desempleados y habitantes de estos países. Por el contrario, la receta es otra: la austeridad.
La austeridad aumenta las ganancias de los burgueses
Algunas personas podrán tener la idea que las deudas contraídas por los estados han sido deudas legítimas, como las que se contraen entre personas de igual condición.
Sin embargo eso no es así. Los países más poderosos del planeta, financiera y militarmente hablando, han dispuesto de formas de asegurar el control del resto de los países del mundo por medio de tratados, organismos y entidades que se expresan en diferentes campos.
La ONU, la OEA y otros similares aseguran que sus políticas puedan ser ejecutadas con “legitimidad”, como por ejemplo las invasiones a países que amenazan los intereses económicos y estratégicos de las potencias. Existen muchos ejemplos de estas, pero las más recientes en el Medio Oriente son parte de estas. Y cuando alguno de estos organismo no tocan la música que les conviene, pues les retira los fondos como el caso de la UNICEF con respecto al reconocimiento del Estado Palestino en su sede, lo que provocó que los Estados Unidos congelaran el dinero que entregan.
La OTAN asegura la supremacía militar de estos mismos países, liderados por los Estados Unidos, que sigue siendo la mayor potencia económica y militar del planeta. Otros países como Alemania, Francia, Inglaterra son potencias de segundo orden que la eurozona. Las dos primeras desde la Unión Europea, aseguran que la moneda única, el euro, sea el medio por el cual controlan a los países periféricos de la zona. Desde la implantación del euro como moneda única, el costo de la vida ha ido aumentando en los diversos países.
Las deudas contraídas por los países periféricos en Europa tienen el mismo carácter que las deudas que contrajeron los países semi coloniales con los bancos imperialistas. Créditos negociados en condiciones ventajosas para los acreedores, como cualquier banco, no busca “ayudar” al prójimo sino a obtener una jugosa ganancia. El problema se vino a profundizar cuando para hacer frente a los pagos de la deuda externa y a los gastos de la deuda externa estos países vieron que los bonos colocados en el mercado subieron y subieron producto de la especulación financiera. La misma especulación financiera que hizo estallar la bolsa en el 2008 y que arrastra todavía al conjunto del sistema financiero de crisis en crisis.
Concentración del capital
El capital no busca como dicen los ideólogos del liberalismo crear oportunidades para todos. Por el contrario, las grandes empresas buscan concentrar en sus manos la mayor parte del mercado y dirigir los hilos de las bolsas financieras.
Un estudio hecho sobre una base de datos de 2007, con 37 millones de empresas e inversores a nivel internacional de la que extrajeron 43.060 “empresas transnacionales” y la propiedad accionaria que las vincula. “Entonces construyeron un modelo de las empresas controladas a través de las redes de otros accionistas, junto con los ingresos de explotación de cada empresa, para cartografiar la estructura del poder económico." (New Scientist 22/10/11)
Lo que este ejercicio demostró es que un núcleo de tan sólo 1.318 empresas controlan efectivamente la mayoría de la actividad económica en el planeta. "Estas 1318 parecen apropiándose colectivamente a través de su participación en la mayoría de las empresas tecnológicas (blue chips) y las empresas manufactureras del mundo - la economía " real ". Ellas representan el 60% de los ingresos globales"
Pero los investigadores revelaron otro dato: “Una súper-entidad de 147 empresas aún más estrechamente interrelacionadas – que controla el 40% de la riqueza total en la red "
En otras palabras, sólo el 1% de las grandes corporaciones controlan efectivamente la economía mundial! "La mayoría eran entidades financieras. Las 20 más importantes incluyen Barclays Bank, JP Morgan Chase & Co y The Goldman Sachs Group."
Recesión a la vista
Las esperanzas de recuperación económica en Europa de hace seis meses se han desvanecido. El panorama que vislumbró ayer el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios y del Euro, Olli Rehn, es que "el crecimiento en Europa se ha estancado y existe el riesgo de una nueva recesión". El grave deterioro de la confianza está afectando a la inversión y al consumo, al tiempo que el debilitamiento del crecimiento global frena las exportaciones y el ajuste presupuestario lastra la demanda interior.
La previsión de crecimiento para la zona euro para el próximo año es del 0,5% frente al pronóstico del 1,8% de la pasada primavera. El estancamiento europeo se acentuará en el cuarto trimestre de este año (en que la economía de la zona euro se contraerá) y en la primera mitad de 2012, lo que supondrá "la paralización del crecimiento de empleo". Esto se refleja en diferentes países que entran vertiginosamente a las medidas de “rigor” para alimentar a los especuladores bursátiles.
Italia se comprometió a reformar el sistema de pensiones con el objetivo de incrementar gradualmente 65 a 67 años la edad mínima para comenzar en 2026. Además, el 30 de noviembre se pondrá en marcha un plan de disposición de bienes públicos por lo menos 5 mil millones por año durante tres años. Las regiones tendrán que definir "con urgencia" un programa de privatización de las empresas que controlan. Estas medidas están encaminadas a reducir la enorme deuda del país, 1 900 millones (120% del PIB), lo que preocupa a los mercados.
Debilitado por la crisis de confianza en Italia por la crisis griega, el Reino es ahora la primera línea. El Primer Ministro David Cameron ha dicho luego de la cumbre: "Hay que prepararse para cualquier eventualidad y eso es exactamente lo que hacemos. "
Si Italia era insolvente, el Reino Unido sería el tipo de interés a pagar en el caso de los préstamos, el doble del 2,5% al 5%, según un estudio realizado por la consultora de Londres. Los británicos podrían ver el riesgo de quiebra en sus finanzas pasar del 9% actual al 22%, si los italianos dejan de pagar la deuda con los bancos de este país.
Que la crisis la paguen los millonarios y los bancos
Pero la resolución de la crisis no es un asunto meramente aritmético, técnico. Es un asunto político y que depende de la clase donde nos ubiquemos.
Para los “expertos” y los presidentes la causa de la crisis son las conquistas de los trabajadores. Ellos para mantener su tasa de ganancia no dudan en meter mano y hacer desaparecer las conquistas adquiridas por la clase obrera durante años de luchas. Como hemos visto, el recorte de los salarios, el desempleo y la eliminación de los programas sociales les permiten salir momentáneamente de la crisis.
Pero para los trabajadores, que no hemos sido en ningún momento ni consultados ni tomados en cuenta en los planes económicos la única alternativa es la organización para enfrentar estos planes de ajuste.
Las huelgas generales en Grecia han mostrado el camino, pero no se puede vencer al monstruo de mil cabezas del capitalismo aislados. En eso el movimiento de los Indignados es progresivo porque plantea una lucha global, pero es insuficiente porque no hace el puente con las organizaciones obreras para actuar en conjunto.
Mientras los millonarios y las grandes corporaciones evaden el pago de impuestos a vista y paciencia de los gobiernos de cada país, los trabajadores son castigados con más impuestos y menores salarios.
Por eso se debe llamar de conjunto a jornadas de movilización que paralicen las labores y en este caso, los trabajadores europeos están en un desafío gigantesco. O la resistencia derrota estos planes o se imponen causando una gran derrota de la cual no podremos esperar más que un endurecimiento de las condiciones de vida para la mayoría y una mayor concentración de la riqueza en una minoría.