Para en esta lucha el PSOCA tuvo que pagar una cuota de sangre. El 23 de marzo del 2010, aprovechando el caos y la confusión, fue asesinado en Tegucigalpa, Honduras, nuestro inolvidable camarada José Manuel Flores Arguijo. A tres años, su asesinato impune fue un golpe muy duro en el naciente proceso de construcción de una dirección política centroamericana, donde la experiencia de cada cuadro tiene un valor irremplazable.

Pero, a pesar de las adversidades, en realidad el PSOCA no es un partido nuevo. Con la fundación el 4 de abril del 2009, reconstituimos la tradición del Partido Comunista de Centroamérica (PCCA) fundado en 1925 por un puñado de revolucionarios, entre los que se destacó Agustín Farabundo Martí. De igual manera, retomamos la tradición revolucionaria, antiimperialista, de decenas de héroes y mártires caídos en la lucha por la liberación de nuestros países

Todos los esfuerzos y sacrificios realizados por las generaciones anteriores, no se ha perdido. Es un capital valioso que no vamos a dilapidar. Debemos retomar el estandarte revolucionario en momentos en que la crisis mundial del capitalismo no se traduce necesariamente en una radicalización en Centroamérica, y se requiere trabajar ardua y discretamente para incidir y crear las condiciones que permitan una nueva oleada revolucionaria en la región.

A la clase trabajadora centroamericana le corresponde realizar las tareas democráticas de la liberación nacional y la reunificación socialista de la patria Centroamericana, bajo la forma de un Estado federal. Los logros obtenidos en estos 4 años son apenas primeros pasos para llegar a nuestra meta final.

Centroamérica, 4 de abril del 2013

Orson Mojica Alvarez.