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Guatemala.- Lucha estudiantil contra la corrupta burocracia universitaria de la USAC

En Guatemala, varias organizaciones estudiantiles de la Universidad de San Carlos (USAC), entre ellos el Colectivo Estudiantil Universitario (CEU), el Frente Estudiantil Robin García (FERG) y una serie de pequeñas agrupaciones de los Centros Regionales en el interior del país, han tomado medidas audaces para enfrentar a la corrupta burocracia universitaria dirigida por el rector Murphy Paiz, quien intenta manosear el préstamo negociado con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Luego de realizar algunas acciones ante el Congreso de la República, donde se discute la versión final del convenio con el BCIE, los compañeros se tomaron los edificios de rectoría y de la Dirección General de Administración (DIGA) en el Campus Central de la USAC, ubicado en ciudad de Guatemala.

 

Al igual que anteriores tomas de instalaciones en la USAC, la actual presenta un gran problema potencial, que es el aislamiento de los grupos estudiantiles con respecto a la base estudiantil, en cuyo nombre se realiza esta acción. La ocupación del campus de la USAC en el año 2010 logró prolongarse por dos meses gracias al apoyo recibido de organizaciones sindicales y sociales, además de sectores del estudiantado sancarlista.

Sin embargo, esto no sucedió con la toma del edificio de rectoría en 2013, ni con la toma del campus el año pasado; en ambos casos los compañeros que ejecutaron las acciones llegaron a puntos muertos y al agotamiento debido al aislamiento en relación a las bases estudiantiles. En esa ocasión, los logros fueron raquíticos y las autoridades fácilmente lograron escamotear los acuerdos y conducir las mesas de negociación que se formaron, a callejones sin salida. Actualmente ya se estableció una mesa de diálogo con representantes del Consejo Superior Universitario (CSU). Pero el éxito de la presente toma dependerá, como en el pasado, de que los compañeros no queden aislados de las bases estudiantiles.

La primera acción a tomar para fortalecer la lucha actual, es crear una Coordinadora Estudiantil con todos los grupos que están involucrados, capitalinos y del interior, que se convierta en el estado mayor que planifique y dirija las acciones, destinadas a incorporar la mayor cantidad de estudiantes a la lucha.

El segundo problema que debemos resolver es la atomización a que ha quedado reducido el estudiantado por la emergencia sanitaria, debiendo recibir clases en línea en sus casas; no hay posibilidad de convocar a asambleas ni mítines con presencia física. En este caso las compañeras y compañeros de los colectivos deben ingeniárselas para organizar reuniones y foros virtuales, pequeñas reuniones presenciales, para explicar el motivo de las acciones, formar comisiones de apoyo en cada grupo virtual o presencial, que tome decisiones y medidas de solidaridad activa; todos los integrantes de los colectivos tienen presencia en chats con sus compañeros de cursos, pudiendo partir de esta base para divulgar las demandas de la toma y generar simpatías. La idea es generar una movilización estudiantil masiva en medio de la pandemia, que enfrente a las autoridades universitarias, con los colectivos a la cabeza.

El tercer aspecto esencial es generar apoyo de parte de las organizaciones sindicales y populares, en la USAC y fuera de ella, que geste un movimiento de solidaridad con el estudiantado sancarlista. En este punto hay que hacer notar la falta de apoyo de las bancadas de los partidos de izquierda parlamentaria WINAQ, Semilla y URNG, quienes en la sesión del legislativo del 10 de septiembre votaron en primera lectura a favor de la aprobación de los cambios al convenio con el BCIE solicitados por el rector Paiz. La dirigencia actual de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) no está respaldando las acciones de los colectivos, y mantiene una postura ambigua sobre la aprobación del préstamo. Los partidos mencionados y la dirigencia de la AEU deben ser desenmascarados y denunciados como contrarios al interés de los estudiantes y de la USAC.

Un cuarto aspecto es llamar a la solidaridad de todas las organizaciones y federaciones estudiantiles de Centroamérica, para que desde sus países realicen las acciones de solidaridad necesarias, para apoyar a quienes sostiene heroicamente la toma, en momentos en que prevalece una desmovilización general por la pandemia.

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