Por Nassar Echeverria
El 30 de mayo de 1961, fue asesinado, mediante una conspiración cívico-militar auspiciada por Estados Unidos, el dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien había logrado mantenerse en el poder durante 31 años. En febrero de 1962, se realizaron elecciones y Juan Bosch fue elegido presidente, pero su gobierno duró apenas algunos meses, fue derrocado por un golpe de Estado y sustituidos por varias inestables juntas de gobierno o triunviratos militares.
La primera junta provisional, presidida por Víctor Elby Viña Román, duró solamente un día. La segunda junta de gobierno, estuvo presidida por Emilio de los Santos (setiembre-diciembre de 1963) y duró apenas tres meses. Y la tercera junta de gobierno, presidida por Donald Reid Cabral, duró año y medio (diciembre de 1963 a abril de 1965).
Bajo el gobierno de Reid Cabral, se inició una lucha por el poder entre sectores leales al presidente Bosch, encabezados por el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, y el sector que apoyaba a Reíd Cabral.
Intento de restituir a Juan Bosch en la presidencia
El 24 de abril de 1965 se produjo un contra golpe, con la intención de restituir a Bosch en el poder, quien se encontraba exiliado en Puerto Rico. Reid Cabral fue hecho prisionero el 25 de abril, lo que encendió las alarmas en Estados Unidos.
Este levantamiento militar, fue encabezado por oficiales jóvenes del ejército, autodenominados «constitucionalistas». Este levantamiento militar dividió a las fuerzas armadas en dos bandos. En los hechos hubo dos juntas de gobierno, la “constitucionalista” y la “lealista”. La junta de gobierno constitucionalista estuvo presidida, primero por Jose Molina Ureña (duro solo dos días) y después fue presidida por el coronel Caamaño Deñó. Este sector reflejaba a las masas populares que se habían identificado con las propuestas reformistas de Juan Bosch.
La junta de gobierno “lealista” estuvo presidida por el general Pedro Bartolome Benoit (duro una semana) y después por el general Antonio Imbert, sobreviviente del grupo que había ajusticiado al dictador Rafael Leónidas Trujillo. Este sector representaba los intereses de la casta militar, la oligarquía y contaban con el apoyo de Estados Unidos.
Hubo una dualidad de poderes que se reflejó en dos juntas de gobierno que luchaban militarmente en las calles, por el poder. La guerra civil estalló
Se inicia la segunda intervención militar norteamericana
República Dominicana sufrió una primera intervención militar norteamericana en el periodo 1916-1924, con el objetivo de aplastar a fuerzas rebeldes nacionalistas. La segunda invasión se produjo el 28 de abril de 1965, cuando una fuerza anfibia de la Infantería de Marina de los Estados Unidos, desembarca por los primeros 500 soldados de un total de 20,000.
El presidente Lyndon B. Johnson justificó su decisión de invadir Republica Dominicana: “El movimiento revolucionario tomó un giro trágico. Líderes comunistas, muchos de ellos entrenados en Cuba, viendo una posibilidad para aumentar el caos, de ganar posiciones, se han unido a la revolución. Ellos adquirieron cada vez más control. Y lo que comenzó como una revolución democrática popular..., muy pronto cambió y fue tomada efectivamente v colocada en las manos de urna pandilla de conspiradores comunistas.
Muchos de los líderes originales de la rebelión buscaron refugio en embajadas extranjeras porque habían sido despojados por otras fuerzas nocivas. La revolución estaba ahora en otras y peligrosas manos”
El gran argumento de Jhonson para justificar la invasión fue que el sector “constitucionalista” estaba controlado por los comunistas que habían sido entrenados en Cuba, cuya revolución apenas cumplía dos años y medio de vida.
El triste papel de la OEA
Ellsworth Bunker, embajador norteamericano ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en su informe ante el Consejo Permanente de esa organización, “señaló que un grupo mixto de rebeldes civiles y militares controlaban Santo Domingo y que el movimiento se encontraba en manos de la extrema izquierda, posiblemente comunistas».
El Consejo Permanente aprobó la constitución de una «comisión investigadora y pacificadora», la que concluyó que había que constituir una Fuerza Interamericana de Paz (FIP), decisión que fue adoptada el 6 de mayo de 1965. México, Uruguay, Ecuador, Perú y Chile votaron en contra de la FIP, y Venezuela se abstuvo.
Con la resolución de la OEA no solo se avaló la intervención norteamericana, sino que también Estados Unidos logro arrastrar a la mayoría de países de América Latina a enviar tropas a Republica Dominicana
Caamaño Deñó elegido presidente provisional
Mientras la guerra civil se recrudecía, desembarcaban los marines para respaldar al sector “lealista”, el 4 de mayo el Congreso eligió al coronel Caamaño Deñó como presidente provisional.
Surgieron las propuestas de alto al fuego e inicio de negociaciones, con el objetivo de evitar el triunfo militar del coronel Caamaño Deñó. Pero la guerra civil se intensificó a pesar de la invasión norteamericana y la participación de la FIP. Todas las propuestas de alto al fuego eran irrespetadas. Santo Domingo, ciudad capital de República Dominicana, había sido dividida en dos sectores, cada uno en manos de bandos opuestos.
La Comisión Ad Hoc de la OEA
Pero no toda la OEA apoyó la invasión, y en el conjunto de América Latina se iniciaron movilizaciones contra la intervención norteamericana y la participación de la FIP en República Dominicana.
Por esta razón, el 2 de junio de 1965, la décimo cuarta sesión plenaria de la OEA creó una Comisión Ad Hoc que actuaría como mediador entre los bandos en lucha. En las dos semanas posteriores a su creación, la Comisión Ad Hoc estableció contactos con ambos bandos en lucha, proponiendo la creación de un gobierno provisional conjunto, es decir, regresar a la inestable situación antes del contra golpe del 24 de abril.
El 18 de junio, la Comisión Ad Hoc de la OEA sometió a consideración de los bandos en lucha, la "Declaración al Pueblo Dominicano”, que contenía 6 propuestas, siendo las más importantes las siguientes: “1. La celebración de elecciones generales con supervisión [de la OEA] en un período de seis a nueve meses. (…) 3. La terminación inmediata de la lucha armada... 4. La rendición a la [OEA] de todas las armas en manos de la población civil (…) 6. La formación de un Gobierno Provisional que conduciría al país a elecciones y la preparación de un Acta Institucional que serviría como carta constitucional provisional..”
EL documento no fue suscrito por los bandos, aunque el sector de Caamaño Deñó aceptó todos los puntos, excepto el desarme de la población civil, debido a que tenía el control sobre las milicias populares.
Después de intensas negociaciones, el 9 de agosto el Comité ad hoc de la OEA presentó una nueva propuesta de arreglo, titulado “Acta de Reconciliación Dominicana”, la que consistió en formar un Gobierno Provisional presidido por el empresario Héctor García Godoy, la aprobación de una amnistía general, y el desarme de los civiles ya no ante la OEA sino ante el nuevo gobierno provisional.
El 31 de agosto fue aceptada por el coronel Caamaño Deñó y firmada por la junta de gobierno constitucionalista, el "Acta de Reconciliación Dominicana", pero con una reserva sobre la determinación del retiro de la Fuerza de Paz, y por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en lugar del Gobierno de Reconstrucción Nacional del general Imbert, ya que éste se rehusó a firmar y había renunciado el día anterior. Ese mismo día fue firmada el "Acta Institucional", que fue negociada secretamente entre los bandos en lucha, y describía la organización del Gobierno Provisional, el sistema de libertades fundamentales, y la organización del futuro proceso electoral
El 3 de septiembre, el coronel Caamaño Deñó renunció a la presidencia provisional para permitir que el gobierno de Héctor García Godoy asumiera sus funciones.
Convocatoria a elecciones generales
Conforme el acuerdo político que puso fin a la guerra civil, y que implico la rendición política del sector liderado por Caamaño Deñó, las elecciones generales fueron convocadas para el 1º de junio de 1966, las que se llevaron a cabo bajo el control de la FIP. En esas elecciones resultó ganador Joaquín Balaguer, quien una vez que asumió la presidencia solicitó el retiro de la FIP, las que se retiraron el 21 de septiembre de 1966.
El asesinato de Caamaño Deñó
El coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó no fue derrotado militarmente, sino políticamente, a través de los mecanismos traicioneros de la OEA. Tiempo después, al parecer, consciente de su error, Caamaño Deño intentó continuar la lucha militar contra el gobierno de Balaguer, creando una guerrilla que no logró el apoyo de los partidos de oposición, ni logró crear una base social semejante a la que hubo durante la guerra civil de 1965.
En un intento de repetir la experiencia de Fidel Castro con el Granma, Caamaño Deñó desembarcó en República Dominicana el 2 de febrero de 1973 junto a Claudio Caamaño, Hamlet Hermann, Toribio Peña Jáquez, Juan Ramón Payero Ulloa, Mario Nelson Galán Durán, Alfredo Pérez Vargas, Eberto Lalane José y Ramón Euclides Holguín Marte.
Cuando la noticia del desembarco se supo, Balaguer ordenó aniquilar al grupo guerrillero. Caamaño fue capturado a las 2:00 de la tarde del 16 de febrero de 1973 y ejecutado a las 5:00 de la tarde.