Por Eduardo Villalobos
En las últimas semanas, la sociedad costarricense ha visto cómo, después de un proceso democrático formal como las elecciones, la aparición en cuerpo entero de los verdaderos métodos de la burguesía.
Concretamente, la concesión de obra pública, entendida como la privatización de los mejores y más rentables negocios que están en mano del estado, es una necesidad estratégica para la burguesía costarricense y el capital transnacional.
Hemos asistido antes y después de la firma del CAFTA, a un proceso acelerado de privatizaciones con el argumento de hacer más eficiente la gestión empresarial.
Pero tenemos sobrados ejemplos de que este argumento aparte de falaz, es una excusa para atacar las conquistas sociales y laborales de la población trabajadora.
La falacia es porque la privatización es la apropiación de las ganancias producidas por las empresas y el encarecimiento de los servicios para lograr la rentabilidad de las mismas. El caso de RITEVE, convertido en monopolio de la revisión técnica vehicular, es más que ilustrativo. Por otro lado, para ilustrar también tenemos el caso del aeropuerto, cuando estuvo en manos de ALTERRA, otra empresa traída al país por la administración de Rodríguez Echeverría.
ALTERRA violentó los plazos en forma continua y escandalosa, y aún así, no fue sancionada hasta que se volvió insostenible. Pero lucró con la administración del aeropuerto sin que este presentara mejoras sustanciales. Es decir, negocio redondo, poca inversión y tarifas de lujo.
La maniobra del gobierno
Si bien la dirigencia de SINTRAJAP había venido bajando el tono en cuanto a la defensa de Moín; pasó de la no privatización a negociar un monto de indemnización; el hecho es que para el gobierno de los Arias este aspecto es de vital importancia. Así como el TLC, los puertos del país deben de privatizarse bajo su administración.
El hecho de la destitución de la Junta Directiva y el montaje de una directiva títere del gobierno es parte de los métodos que ha impulsado el gobierno de Arias y el sector de la burguesía que representa.
La forma como Arias fue proclamado candidato por medio de una reforma constitucional al mejor estilo de los sandinistas, ha resuelto pasar los proyectos de cualquier manera.
Defendamos a los directivos de SINTRAJAP de la represión
En las últimas horas presidente de JAPDEVA, Francisco Jiménez, ha anunciado investigaciones y otros procesos en contra de la directiva del sindicato.
Esto no es más que represión en contra de los compañeros y del movimiento sindical que no se puede tolerar. Acá, aparte de las diferencias que se puedan tener con los compañeros, es necesario cerrar las filas, por el precedente que se pueda sentar.
Sólo la movilización de los trabajadores puede salvar SINTRAJAP
Si bien nosotros desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) apoyamos la lucha por que se respete el derecho sindical, no creemos en las alternativas que depositen las expectativas de los trabajadores en organismos que dependen de la burguesía.
Ya en muchas ocasiones, el Ministerio de Trabajo ha fallado en contra de nuestros intereses. Como uno de tantos ejemplos, en las negociaciones salariales ha cerrado filas para aplicar aumentos miserables que no compensan el costo de vida.
La dirigencia sindical, en innumerables ocasiones también ha llamado a confiar en estos organismos y en el derecho burgués.
Pero la historia ha demostrado lo contrario. Lejos de enfilar las baterías hacia todos estos recursos, debemos tomar medidas de carácter urgente e ir llamando de inmediato a un paro nacional.
La lucha contra el proyecto del TLC fue demostrativa. Mientras los trabajadores estuvimos movilizados, las posibilidades de triunfo eran mayores que cuando se cayó en la trampa del referendo.