Por Eduardo Villalobos
El alza aprobada por los representantes patronales el pasado 13 de julio, representa prácticamente el congelamiento salarial para los casi 180 000 trabajadores del sector público. El 1,21% aprobado implica cerca de 1500 colones a 2000 colones mensuales a los empleados con el salario base más bajo.
Anteriormente ya había decretado casi de la misma forma un aumento de apenas un 3% para los trabajadores del sector privado, basados, según el gobierno y los patrones, que este no alentaría el desempleo. Cabe mencionar que según cálculos del gobierno en la encerrona realizada sobre empleo, desde agosto del 2008 hasta mayo 2009, cerca de 1,4 millones de cotizantes a la Caja del Seguro Social, perdieron ya sus empleos.(Diario Extra, 15 de julio del 2009)
La mayor parte de estos empleos se perdieron en las grandes compañías, cerca de 6,7% de los empleos perdidos ocurrieron en este tipo de empresas.
Es decir que para un buen entendedor, el aumento salarial no es un factor que incide, como dicen los patrones en la disminución del empleo. Este fenómeno tiene que ver con una receta que siguen a nivel mundial, derecargar el costo de la crisis en la espalda de los trabajadores y trabajadoras del mundo, disminuyendo sus ingresos o bien por vía del despido.
En años anteriores, la dirigencia sindical había abandonado la lucha por los reajustes salariales de los dos sectores, públicos y privados confiados en la negociación que se obtuvo con el gobierno. Esta negociación implicaba que los aumentos iban a ser iguales a la inflación, lo que no se determinó es el cálculo no sólo de la inflación, sino también de otros factores como el índice de precios al consumidor y otros que afectan nuestra economía doméstica.
Otros factores que inciden en el aumento del costo de vida
La canasta básica familiar es determinada por el Ministerio de Economía y deja por fuera productos, bienes y servicios que forman parte del consumo de las familias costarricenses.
El aumento progresivo de las tarifas de los servicios públicos, además de los aumentos de las tasas de interés para los préstamos ha hecho que nuestros ingresos se hayan visto afectados más allá del porcentaje calculado por el gobierno para definir los aumentos. Hoyel ingreso familiar se ha vista disminuido por el hecho de que las cuotas de préstamos tanto de consumo como de vivienda se encuentran más altas y esta tendencia está calculada por las autoridades para controlar el gasto. A pesar de la implementación del plan escudo, que disminuyó vía decreto las tasas de interés, no ha logrado detener el alza y hoy de nuevo se cierne la amenaza de la pérdida de los bienes.
El reflejo de esto se da cuando la morosidad en los bancos estatales como el Banco Nacional aumenta más allá de lo “normal”, según la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF). Esto sin tomar en cuenta el anuncio del aumento de la tasa básica en 0,75%, lo que encarece aún más los créditos.(La Nación, 16 de Julio de 2009)
Otro factor es el tipo de cambio que en nuestro país aumenta en forma diaria, devaluando al colón de la misma forma. Los mayoristas han presionado para que el tipo de cambio aumente como forma de aumentar el valor de las exportaciones y disminuir los costos, dentro de ellos el salario.
Las organizaciones sindicales ante el decreto de aumento salarial
Las organizaciones sindicales en su conjunto prepararon el terreno para que este decreto fuera un hecho consumado, hasta el momento.
La propuesta levantada fue de reconocer un 5% a un 6% de aumento, tomando en cuanta una vieja reivindicación que es que se salde la deuda salarial de las administraciones anteriores que fijaron siempre aumentos por debajo de la inflación.
Sin embargo, la justeza o no de los argumentos no se mide solamente por la solidez de los mismos, sino que deben ir acompañados de medidas de presión y de movilización que las acuerpen. Antes de la negociación, ninguna de las organizaciones alertó o llamó a las bases para preparar la defensa del 5%. Simplemente se dieron cita el lunes 13 de julio y ahí descubrieron el decreto. Es más en palabras del propio Viceministro de Trabajo, Eugenio Solano” “Lamentablemente el monto es bajo, pero la situación de la economía, en cuanto a recursos, para poder plantear un ajuste adicional es complicada. Escuchamos a los sindicatos casi que por una cuestión de cortesía”. (La Nación, 14 de julio de 2009).
Es decir, la cortesía de la que habla el señor Solano es el reflejo de la realidad de la Comisión de Salarios cuando se dejaa este como un mecanismo parlamentario de definición.
La Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza, APSE, no hace más que lamentar el decreto de aumento y su presidenta, Beatriz Ferreto tan siquiera llama a movilizarse y simplemente sacar una moraleja, válida o no “A los representantes de los trabajadores les tiene que quedar como enseñanza que no deben precipitarse a firmar acuerdos sin un análisis exhaustivo”.(apse.or.cr)
La ANEP hace un llamado para que las bases definan en dos Asambleas una de filiales este lunes 20 y la otra para el 31 de julio, las medidas a seguir. Pero como mencionamos anteriormente las organizaciones fueron ilusionadas a la negociación, creyendo que el gobierno daría un mayor ajuste. El secretario general adjunto de la ANEP, Édgar Morales manifestó luego de la reunión” “Creíamos que el Gobierno aprovecharía la baja inflación para realizar un mejor ajuste, para mejorar la calidad de vida, pero prefirió seguir el camino de la concentración de la riqueza”.(La Nación 14 de julio de 2009).
la ANDE en su comunicado oficial, reclama en forma correcta varios puntos, como el reconocimiento de la deuda salarial y demanda un ajuste del 6%. Lo que omite el comunicado es con qué medidas vamos los trabajadores a garantizar la consecución de tales objetivos. El directorio no llama a una Asamblea de Presidentes de Base para definir medidas concretas.
Pareciera también que se busca obtener algunos pluses que puedan aplacar momentáneamente la situación. Esto se vería reflejado en los montos que se darían a los profesionales del título II, relacionados con el percentil 45 que entra en vigencia este mes de julio y todavía no está definido y depende del informe que presente Servicio Civil. Además, existen propuestas en el sentido de buscar un aumento del porcentaje de los aumentos anuales que en el caso de los trabajadores de la educación es de sólo un 1,94%, mientras que otras entidades gubernamentales llegan casi al 4%.
Las organizaciones deben convocar a un encuentro unitario para dar la lucha por el 6%
Ante esta situación queda demostrado que no podemos crear expectativas en el gobierno.
La única posibilidad de arrancar un mayor aumento es la de movilizar las fuerzas. Hay precedentes en el pasado que nos indican el camino, como cuando le arrancamos en una huelga unitaria un mayor aumento al gobierno de Calderón Fournier. Esta es una lucha impostergable que debemos dar los y las trabajadoras del país.
Es hora de que las centrales sindicales llamen a una Asamblea de trabajadores del sector público y llamemos a una Huelga Nacional por el aumento del 6%.
El movimiento popular en Honduras es la muestra de resistencia que debemos emular y garantizar un aumento digno para los 185,000 trabajadores del sector público y los compañeros del sector privado.