El Plan Escudo, anunciado por el gobierno de Oscar Arias en enero de este año, ha vuelto a mostrar su verdadera cara.
Este impulsaba algunas medidas, que de acuerdo a la visión empresarial, buscaban solventar la crisis que en ese momento empezaba.
Dentro de ellas, la reducción de dos puntos porcentuales de las tasas de interés en los préstamos de vivienda en la Banca Estatal, la más fuerte del país, están tendiendo a hacer aguas.
El aumento en 2,75 puntos de la tasa básica pasiva, no hace más que encarecer los créditos que miles de familias costarricenses han hecho, fundamentalmente en el área de vivienda.
Como se puede ver, la intención sigue siendo la misma receta que aplican todos los gobiernos alrededor del mundo, descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores.
A pesar que todavía no se ha implementado el proyecto de ley concerniente a flexibilizar la jornada laboral, las organizaciones deben de empezar a preparar el terreno para dar esta lucha.
Como se ha visto con el asunto del aumento salarial de los empleados públicos y privados, al gobierno no le interesa resolver las necesidades nuestras. Si tienen que reducir nuestro nivel de vida lo hacen sin inmutarse.
En este sentido no podemos quedarnos cruzados de brazos esperando que el gobierno tome de nuevo la iniciativa y que aplique este nefasto plan, que en conjunto con las otras medidas buscar eliminar nuestras garantías laborales en función de aumentar las ganancias de los responsables de la crisis económica.