Por Manuel Sandoval
Con la reglamentación de la Ley de Empleo Público que hizo Laura Fernández en el Ministerio de Planificación, antes de convertirse en mano derecha, o principal recadera de Chávez, que la puso en el Ministerio de la Presidencia en junio, cuando desertó Natalia Díaz, en todas las instituciones del Estado se está creando una brecha salarial descomunal entre los trabajadores en antigüedad y los que comienzan a ser nombrados.
Se esperaba que con la reglamentación de la Ley de Empleo Público se iba a imponer una escala salarial en la que los trabajadores con salario compuesto (con los incentivos anteriores), iban a quedar en mejor situación que los trabajadores que se nombraran con salario global (sin incentivos); pero Laura Fernández hizo la cosa al revés. Un educador que nombraron para el curso lectivo que termina, entró ganando entre ₡300 000 y ₡500 000 más (de acuerdo a la categoría profesional y al nivel educativo en que trabaje) en el mismo puesto que una compañera o compañero con veinte o más años de trabajo.
ABSOLUTAMENTE VULGAR, pero es una maniobra política neoliberal para dividir a las trabajadoras(es) creando una minoría servil y clientelista de muchachos y muchachas “milenians”, sin tradición de lucha ni conciencia de clase, que le sirva al gobierno (que pretende liquidar completamente al Servicio Civil y manipular los nombramientos) para dividir a los trabajadores del sector.
Las dirigencias del Magisterio, muy a gusto, cafeteándose con la Müller en la Comisión Paritaria, NO QUIEREN SABER NADA DEL PROBLEMA. No les importa que esté aumentando el endeudamiento del país, dejando para las calendas griegas la posibilidad de que no se aplique la regla fiscal y se recupere el 15% del valor adquisitivo del salario que se ha perdido con la reforma fiscal y el congelamiento salarial que se terminó de imponer con la regla fiscal.
Comenzamos esta nota señalando este contexto de la situación laboral del conjunto de las/los trabajadores del Estado, para resaltar la importancia de la lucha de los médicos especialistas.
La renuncia masiva es el último recurso que les quedó ante la desidia del gobierno para resolver el problema. En todo un año el gobierno no ha movido ni un dedo para impulsar una reforma legal que les permitiera trasladarse al salario global y los acuerdos con los médicos especialistas tendientes a acelerar la formación de nuevos profesionales van a paso de tortuga. (Dicho de pasada, quizás este batracio debería ser el símbolo del gobierno. El jaguar no le calza).
El gobierno está empeñado en sumergir a la Caja en crisis, para impulsar los procesos de privatización de servicios que quiere impulsar. La renuncia de los especialistas le cae al pelo para debilitarla más y violentar los mecanismos de control de la idoneidad del personal médico, como los que establece el Colegio de Médicos y Cirujanos. Este gobierno quiere manejar sin control los recursos del Estado y hacer nombramientos a como le venga en gana.
Los médicos especialistas, a diferencia de los educadores, pueden renunciar porque en la Caja hay escasez crónica de estos profesionales. Los doctores “viejos” (con la complicidad del Colegio de Médicos y Cirujanos y de las autoridades de la Caja, que no establecieron programas de formación de nuevos profesionales) establecieron un monopolio de las especialidades, para garantizarse ingresos altos gracias a las guardias y las horas extras. Estos médicos “privilegiados” (muchos de los cuales eran biomberos también) se han ido pensionando o muriendo, y ahora la situación es diferente, porque hay una gran escasez de estos profesionales y los especialistas más jóvenes están quedando salarialmente muy abajo. El sacrificio económico y de todo tipo que exige su formación profesional no está siendo compensado.
Es lamentable, sin embargo, que esta lucha tan importante para todo el sector público, haya terminado siendo orientada por las dirigencias médicas como una pelea exclusiva de los especialistas, cuando la generalización del salario global debería levantarse en todo el sector público, y enfocar la pelea como una batalla central en la defensa del derecho de la población trabajadora a recibir una atención médica de calidad. No por nada el gobierno sigue sin preocuparse mucho por el problema. La falta de especialistas es un ariete brutal contra la Caja. Sin especialistas no puede haber una atención de calidad en la Caja y no se improvisan de la noche a la mañana.
¡NO A LA BRECHA SALARIAL QUE ESTÁN CREANDO CHÁVEZ Y LAURA FERNÁNDEZ EN EL SECTOR PÚBLICO!
¡TODAS(OS) AL SALARIO GLOBAL!
¡APOYEMOS LA LUCHA DE LOS ESPECIALISTAS DE LA CAJA!
¡RECURSOS Y PRIORIDAD A LA FORMACIÓN DE LOS MÉDICOS ESPECIALISTAS QUE REQUIERE LA CAJA!
¡QUE SE META EN CINTURA A LOS EVASORES FISCALES, PARA PAGAR LA DEUDA DEL ESTADO CON LA CAJA!