Los rumores se han finalmente disipado. El vicepresidente Nicolás Maduro dio a conocer al mundo, el día 5 de Marzo del año en curso, la lamentable noticia del fallecimiento del coronel Hugo Chávez Frías, quien perdió la gran batalla de luchar por su vida, ante el silencioso y mortal avance del cáncer.
Con una enorme valentía y firmeza, desafiando al corrupto sistema bipartidista venezolano, el coronel Hugo Chávez Frías intentó cambiar las cosas en 1992 por medio de un golpe de Estado, el cual fracasó en sus objetivos de derrocar al gobierno de Carlos Andrés Pérez. Tuvo que soportar dos años de cárcel, pero en reconocimiento a semejante osadía, obtuvo a cambio las simpatías del pueblo que venía de soportar las trágicas consecuencias de la masacre conocida como El Caracazo. Al salir de la prisión en 1994, se colocó el frente la lucha democrática de las masas venezolanas, hasta finalmente conquistar la Presidencia el 2 de febrero de 1999.
El coronel Hugo Chávez representa ese vigoroso fenómeno político y social en Venezuela, donde un sector nacionalista de las fuerzas armadas empalmó con el descontento de las masas empobrecidas, creando el movimiento social que hoy conocemos como chavismo, y que ha tenido a Hugo Chávez como su principal dirigente
El gobierno de Hugo Chávez y los cambios democráticos que impulsó en Venezuela, alentaron el surgimiento de gobiernos nacionalistas en América Latina: Evo Morales en el 2005 en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador en el 2006, el retorno de Daniel Ortega en Nicaragua en 2007, el giro a la izquierda del gobierno de Mel Zelaya en Honduras durante el año 2008, etc.
Este proceso estuvo repleto de luchas y contradicciones. El 11 de abril del 2002 la oligarquía venezolana, con el apoyo del imperialismo norteamericano y un sector de las fuerzas armadas, dieron un golpe de Estado, que desalojó momentáneamente a Chávez del poder, pero que fue derrotado en poco tiempo por la movilización y radicalización de las masas.
La firma del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), conocido también como Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - (ALBA), en el año 2004, suscrito entre Venezuela y Cuba, con la posterior incorporación de Bolivia y Nicaragua, fue un momento álgido del nacionalismo latinoamericano.
La consolidación de un bloque de gobiernos latinoamericanos alrededor de Venezuela, representó un victoria política y diplomática del presidente Chávez, y reflejó al mismo tiempo un auge de los gobiernos nacionalistas que, aunque en términos generales no rompían con el sistema capitalista, cuestionaban las políticas más salvajes del neoliberalismo, diseñando políticas de asistencialismo social a favor de los sectores más vulnerables. Con ello, Venezuela y estos otros países lograron bajar los históricos índices de pobreza, aunque no a los niveles deseados.
Indudablemente, uno de los grandes méritos históricos del presidente Hugo Chávez consistió en encabezar un gobierno políticamente independiente de las estrategias del imperialismo norteamericano, aunque en el último periodo dio muestras de gran moderación al normalizar las relaciones con el gobierno de Colombia.
Otro de sus grandes méritos fue el de revivir la discusión sobre el socialismo, al que muchos consideraban muerto después del derrumbe de la URSS en 1990, con su famosa consigna del “socialismo del siglo XXI”.
Una de las grandes diferencias que sostuvimos con el presidente Chávez fue precisamente que, a pesar de las nacionalizaciones, en realidad Venezuela no avanzaba al socialismo, sino que se consolidaba un capitalismo de Estado, que amamantaba a una nueva burguesía que se cobija con el manto de la revolución bolivariana.
Pero nuestras criticas al presidente Chávez, no nos impiden reconocer ante su lamentable fallecimiento, a un gran dirigente político, a un vibrante orador, a un gran luchador antimperialista que murió a la mitad del camino y que no pudo terminar el gran sueño de Simón Bolívar.
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) transmite a la familia del presidente Hugo Chávez Frías, nuestras sinceras condolencias y solidaridad, así como a sus millones de seguidores y simpatizantes en Venezuela y resto de América Latina, que hoy lloran su deceso.
De la misma manera que en vida, el presidente Chávez fue el líder continental de los gobiernos nacionalistas, ahora con su muerte y ausencia, el imperialismo norteamericano y las oligarquías iniciarán una contraofensiva política en todos los niveles para reconquistar el gobierno en Venezuela y revertir los procesos nacionalistas en América Latina.
Llamamos a los trabajadores de Venezuela a cerrar filas en la defensa de las conquistas democráticas, económicas y sociales, obtenidas bajo la revolución bolivariana, y a iniciar una ofensiva antiimperialista que realmente unifique la lucha de nuestros pueblos. El futuro inmediato de América Latina se juega en Venezuela, por ello los trabajadores centroamericanos debemos cerrar filas con nuestros hermanos venezolanos.
Centroamérica, 6 de Marzo del 2013
Secretariado Centroamericano (SECA)
Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)