Desde el pasado mes de mayo, se inició una ronda de negociaciones secretas entre los gobiernos de Guatemala y de Estados Unidos, para establecer “acuerdos” que ayudaran a mitigar el fenómeno de la migración ilegal proveniente del triángulo norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras).
Desde finales del año pasado, desde Guatemala salen una gran parte de los migrantes que en caravanas huyen del hambre, la violencia y la miseria hacia los Estados Unidos, causando una verdadera crisis humanitaria en la frontera de México y el propio Estados Unidos. Este fenómeno migratorio tiene su origen en la bancarrota económica, social y política del proyecto burgués delineados en los débiles y pobres Estados en Centroamérica, nacidos a la sombra de la derrota de la revolución centroamericana (1979-1996).
Las negociaciones secretas entre ambos gobiernos llevaron al Departamento de Estado de los Estados Unidos y al propio presidente Trump, a afirmar en repetidas ocasiones que el gobierno de Guatemala estaba comprometido en la firma del acuerdo de “Tercer País Seguro”, por el cual Guatemala asumiría la tarea de recepción de los cientos de miles de migrantes de diferentes nacionalidades que solicitaran asilo o refugio ante el Servicio de Migración de Estados Unidos.
En un momento, ante las críticas, el gobierno guatemalteco reiteradamente negó haber negociado un acuerdo de ese tipo, primero por boca del vicepresidente Jafeth Cabrera y posteriormente por el presidente Jimmy Morales.
Trump le aprieta el pescuezo al gobierno de Jimmy Morales
Después de haber logrado arrodillar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, amenazando con imponer nuevos aranceles a los productos de este país, Donald Trump presionó nuevamente al gobierno de Jimmy Morales, por medio de otro tweet: “Guatemala, que ha formado caravanas y ha mandado un gran número de personas, algunas con registros criminales a Estados Unidos, ha decidido romper el acuerdo que tenían con nosotros, que era firmar el necesario “Acuerdo de Tercer País Seguro”. Nosotros estábamos listos para avanzar. Ahora estamos en busca de un veto… Tarifas (para exportaciones e importaciones) tasas de impuestos para la remesa o todo lo relacionado. Guatemala no ha sido buena y por eso, gran cantidad de los impuestos estadounidenses que se destinaban a ese país, fueron recortados por mí hace nueve meses”
Las presiones imperialistas de Trump tienen como escenario de fondo, la agonía del gobierno de Jimmy Morales (quedan pocos días para que asuma un nuevo gobierno), y la creciente crisis de régimen democrático burgués establecido en Guatemala por la reaccionaria Constitución del año 1985, y que la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, no han logrado resolver.
La inocua sentencia de la Corte de Constitucionalidad (CC)
La Corte de Constitucionalidad (CC) ha funcionado como ente de arbitraje en las controversias de intereses de los diferentes fracciones y grupos burgueses, así como cuando ocurren conflictos entre la Presidencia y el Congreso. Esta semana se produjo una nueva crisis cuando una sentencia de la CC, sobre un amparo interpuesto en relación a un posible acuerdo entre Morales y Trump, obligaba en los hechos a Jimmy Morales a recurrir ante el Congreso ratificar el virtual acuerdo de Tercer País Seguro con los Estados Unidos. Esta sentencia se produce días antes de la crucial segunda vuelta electoral.
El gobierno de Jimmy Morales respondió con un comunicado que reza así: “(La CC) ha querido limitar cualquier acción que por derecho corresponde al Ejecutivo, demeritando la buena relación que Guatemala ha construido, buscando principalmente el bienestar de nuestra población y de garantizar los derechos de los migrantes guatemaltecos”.
El magistrado Bonerge Mejía, presidente de la CC, respondió en rueda de prensa: “Este tribunal rechaza enfáticamente expresiones infundadas y reitera que su único compromiso es la defensa del orden constitucional. La CC no le prohibió ninguna acción al presidente de la República. La resolución únicamente señaló el procedimiento establecido para la firma de un convenio de esta naturaleza: según el 171 de la Constitución, le corresponde al Congreso aprobar, antes de su ratificación, los tratados, convenios o cualquier arreglo internacional que afecten el dominio la nación”.
Indignación popular por el acuerdo migratorio con Trump
La reciente firma del Acuerdo migratorio Morales-Trump, que convierte a Guatemala en un “tercer país seguro”, ha sido rechazado por la mayoría de la población, por considerar que es una entrega de la soberanía nacional y que con ello el país se convertirá en una amplia sala de espera del Servicio de Migración de los Estados Unidos (ICE).
Al final, el acuerdo probablemente sea enviado al Congreso para su aprobación, finalizando con ello la discusión con la CC. Pero incluso, la misma reaccionaria Constitución de 1985 contempla que “las decisiones políticas de especial trascendencia deberán ser sometidas a procedimiento consultivo de todos los ciudadanos”. Esto es lo que el gobierno de Jimmy Morales, y el que viene, quieren evitar: que el pueblo de Guatemala decida.
El Acuerdo migratorio Morales-Trump convierte al Estado de Guatemala en un simple empleado del ICE, entregando una parte de la soberanía nacional.
Debemos exigir que el Acuerdo migratorio Morales-Trump sea suspendido o anulado hasta que el pueblo de Guatemala tome la decisión final mediante una consulta popular.
Llamamos a defender la soberanía nacional de Guatemala y Centroamérica
La firma del acuerdo migratorio Morales-Trump es una afrenta para los pueblos de Guatemala y Centroamérica. La fracción de la burguesía, ligada a los militares, que ha predominado en el gobierno de Jimmy Morales, ha querido congraciarse con Trump, para evitar las causas judiciales antes numerosas denuncias de corrupción que fueron investigadas por la CICIG. El espaldarazo de Trump a esta fracción, genera preocupaciones a las otras fracciones de la burguesía.
La entrega vergonzosa de la soberanía nacional de Guatemala no se había visto desde la época de los enclaves bananeros y mineros. El gobierno de Estados Unidos pretende ejercer control directo sobre el territorio de Guatemala y Centroamérica, bajo el pretexto de combatir la inmigración ilegal.
Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a las centrales obreras, sindicatos, organizaciones estudiantiles, campesinas, indígenas a conformar un Comité Nacional por la Defensa de la Soberanía de Guatemala, conformado con todos los sectores que estén dispuestos a movilizarse y luchar.
Llamamos a desarrollar la más amplia unidad de acción para evitar que el imperialismo norteamericano convierta a Guatemala en una colonia. Rechazamos que el territorio de Guatemala se convierta en una cárcel para los migrantes centroamericanos y de otras nacionalidades.
Exhortamos a todos a desarrollar la más amplia movilización exigiendo la anulación del acuerdo migratorio Morales-Trump, firmado a espaldas del pueblo. Una vez más los asuntos más importantes de Guatemala se resuelven secretamente, sin tomar en cuenta la opinión del pueblo.
¡Abajo el acuerdo migratorio Morales-Trump!
¡Defendamos en las calles y con la movilización, la soberanía nacional de Guatemala!
¡Anulación inmediata del Acuerdo Migratorio Morales-Trump hasta que el pueblo de Guatemala tome su decisión mediante una consulta popular!
¡El futuro de Centroamérica, se juega en Guatemala!
Centroamérica, 26 de julio del año 2019
Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)
Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)