Por Mario Carranza.
A partir del mal llamado Acuerdo de Paz, el país entero se ha visto sitiado por una etapa de neofascismo que con el curso del tiempo va cobrando más fuerza. Al participar en elecciones “democráticas” el actual partido oficial en 1994 y conseguir sus primeros escaños a la par de los partidos de derecha.
Desde ese momento ya está participando en el desarrollo de un orden neofascistas que dio inicio precisamente con la llegada de ARENA al gobierno desde 1989, de esta forma el FMLN independientemente de que profesara una tendencia de izquierda o una izquierda mediocre, más bien a la derecha, el hecho a resaltar es que, tuvo que venir cogobernando con el mismo manual de ARENA y de los demás partidos de derecha, apoyando de cierta manera medidas neofascistas que mucho daño le han ocasionado al pueblo, y ahora en el gobierno la mayor parte de lo que se puede esperar es eso.
Cuatro periodos de la derecha arenera.
Al terminar los cuatro periodos del gobierno de ARENA y llegar el FMLN este heredó lo peor de aquellos y entre eso está la herramienta del neofascismo que le está siendo útil para reprimir el indiscutible descontento popular, generado por los discursos populistas del presidente Funes y las medidas contradictorias y expoliantes de este y el FMLN, dirigidas a la población salvadoreña más vulnerable, teniendo para prueba el incremento al agua potable, negándole a muchos el acceso a tan importante recurso que va adherido al derecho a la salud, el cual es obligación del Estado proporcionar.
Desde esa tendencia alcista podemos ver que, lo que se está dando es una violación sistemática de la constitución burguesa que a duras penas y de vez en cuando y a regañadientes concede algunos de esos vitales derechos y así de esa manera está pasando lo mismo con la energía eléctrica, con la telefonía fija y posiblemente con el gas propano, ya no se diga de la canasta básica que ha subido de manera que se vuelve inalcanzable para la inmensa mayoría de la población, todo esto está alcanzando su máxima expresión con la gran cantidad de despidos, para hacer espacios y cubrir la deuda política y partidista adquirida en el evento electoral con los correligionarios.
Se ha iniciado la militarización de la sociedad civil
Otra y una de las más recientes medidas neofascistas ha sido la puesta en marcha de un plan de seguridad donde el ejercito apoya al cuerpo policial con 2,600 elementos, para realizar una labor que es especifica de la PNC, lo que nos permite ver a un país que sigue las medidas neofascista de los anteriores, solamente que ahora ya no es solo política, económica y social, sino que también es represión militar hacia todos los sectores, que con la ignorancia que le han cultivado durante muchos años, hasta ha apoyado inocentemente esta desatinada decisión del gobierno.
La excusa del Estado, de que se hace por que hay demasiada delincuencia, es pobre, porque los delincuentes son producto del mismo sistema y sus instituciones amañadas que han manejado políticas de exclusión social hacia un pueblo desocupado al que no se le ha garantizado un trabajo digno que les permita llevar de comer a su familia; pero esto no es todo, tras esta secuela de desgracias que le llueven al pueblo
Los Estados Unidos de Norte América han estado presionando para que el Estado aprobara las escuchas telefónicas y, ya lo lograron, con ello las organizaciones sociales tiene otra soga al cuello, porque es una de las medidas neofascistas mas descaradas, y como institución será la fiscalía general de la república institución la encargada de manejar dicha herramienta al menos oficialmente, pero como aquí las cosas se acuerdan de una manera y se hacen de otra, habría que ver.
Lo más seguro es que la policía corrupta estará tras de todo eso, estas últimas medidas dan al traste con la poca democracia que se hacía creer de El Salvador, porque ya no hay donde perderse, estas se apegan a los principios del neofascismo y desde ese contexto, está claro que nos encontramos ante el desarrollo de un régimen neofascista de los peores, lastimosamente será la clase trabajadora, los campesinos, los indígenas y todos los sectores explotados quienes cargaran nuevamente con las obscuras consecuencias de este negativo orden.
Detengamos la avanzada del neofacismo
Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), llamamos a la movilización de las organizaciones sociales y a manifestarnos contra las medidas neofascistas y antipopulares dictadas y ejecutadas desde el ejecutivo por el gobierno de Mauricio Funes y del FMLN, a la vez misma no se tiene que olvidar que la Asamblea Legislativa juego también un papel determinante por ser esta quien también aprueba medidas neofascista.
Contra el neofascismo organización y movilización de la clase trabajadora, el campesinado, los pueblos originarios y demás sectores populares.