Por Huautemoc Tit
Han pasado 81 años del heroico levantamiento de indígenas y campesinos, el cual fue reprimido por el gobierno del general Maximiliano Hernández Martínez, dejando como saldo entre 30,000 a 35,000 personas asesinadas, aunque la rebelión tuvo lugar en varias áreas del territorio salvadoreño las víctimas se concentraron principalmente en la región occidental del país.
La crisis económica mundial para 1932 agudizo más la pobreza de los campesinos e indígenas, lo que llevo a una enorme efervescencia social y constante represión por parte del estado, en ese contexto fueron realizadas las elecciones municipales y legislativas que terminaron en fraude electoral contra los candidatos victoriosos de la izquierda, siendo este el detonante de la rebelión.
Los pueblos originarios que desde la invasión han sido oprimidos y explotados lucharon y se movilizaron para defender sus derechos democráticos, contando únicamente con machetes, palos, piedras para defenderse ante un ejército que se encontraba mejor equipado.
¿Cuál fue el papel del recién fundado PCS?
Para 1932 el Partido Comunista Salvadoreño (PCS) que recién había sido fundado en marzo de 1930, incidió poco en el desarrollo de los acontecimientos, en donde Agustín Farabundo Martí, junto a un sector del PCS intervinieron valientemente en los acontecimientos revolucionarios, tratando de influir política y militarmente, para dotar de una conducción centralizada al movimiento insurreccional espontáneo de las masas indígenas, en realidad el joven PCS estaba abrumado, dividido en fracciones que luchaban entre sí ante el tema de la insurrección, y finalmente fue rebasado por la explosión social de los indígenas.
Quienes dentro del PCS propugnaron por la insurrección, terminaron siendo masacrados o fusilados tal fue el caso de Farabundo Marti, Luna y Zapata, etc. Quienes sobrevivieron a la matanza, reconstruyeron el PCS pero renegando de la experiencia revolucionaria, por ello nunca el PCS rescató oficialmente la figura de Farabundo Martí, fue hasta que Salvador Cayetano Carpio con la fundación de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) la rescatara la gesta y la figura de Agustín Farabundo Martí.
Honremos a los héroes y mártires de 1932
En este 81 aniversario de la insurrección los socialistas centroamericanos rendimos homenaje a todas las personas que murieron a causa de las acciones represivas del gobierno del general Martínez, de igual manera rendimos homenaje a los líderes indígenas entre los que a manera de ejemplo podemos mencionar a Feliciano Ama, francisco Sánchez, etc. Y a Farabundo Martí, revolucionario intachable, quien en 1925 fundó el Partido Comunista de Centroamérica (PCCA), antecesor del actual Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), que se reconstruye actualmente.
En estos 81 aniversarios del levantamiento indígena el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a todas las organizaciones de trabajadores, campesinos, pueblos originarios, estudiantiles y populares a conformar Comités para trabajar por la Dignificación y Reconocimiento de los Héroes y Mártires anónimos de 1932 a la vez misma insistimos y exhortamos a la dirigencia del FMLN y al gobierno de Funes a que se reivindiquen a todos los héroes y mártires de 1932 teniendo que realizar lo siguiente:
1.- Que el estado salvadoreño reconozca que las personas de los pueblos originarios masacradas en 1932 no eran vándalos, ni delincuentes, sino gente del pueblo que se levantaron, no solo por las condiciones de hambre, explotación y represión, sino también por la defensa de su derecho democrático a que se les respetara su propio triunfo electoral en el año 1932.
2.- Que la Asamblea Legislativa declare Héroes Nacionales de El Salvador, a Agustín Farabundo Martí y demás compañeros fusilados o ahorcados.
3.- Abrir todos los archivos del Ejército y la Policía, para que el pueblo salvadoreño conozca la verdad de la masacre de 1932; que se publiquen todos los documentos y se elabore una Memoria Histórica.
4.- Construcción de un monumento ejemplar en San Salvador, en honor a todos los héroes y mártires de 1932, así mismo se otorgue un resarcimiento a los familiares de las víctimas.
5.- Que se declare oficialmente el 22 de enero como día de la insurrección nahuat-pipil por la defensa de los derechos democráticos del pueblo salvadoreño.
Así mismo el PSOCA llama a la creación de un espacio organizativo en donde converjan todas las organizaciones de pueblos originarios y que unidos se levante un programa de lucha.