Por Marcial Rivera

En las últimas semanas se ha intensificado la discusión -por demás necesaria- sobre el tema del aumento al salario mínimo; esto como una firme necesidad de la población de percibir mayores ingresos para vivir en mejores condiciones ante el encarecimiento de la vida y de los servicios básicos que cualquier hogar necesita para subsistir. Las posiciones al respecto de este tema son distintas, e incluso antagónicas. Por un lado, el gobierno considera que el aumento del porcentaje del salario mínimo debiese ser del 10%; por su parte la Asociación Nacional de la Empresa Privada -principal gremial empresarial- considera que el aumento debiese ser únicamente del 8%.

Oligarquía Intransigente

Al respecto de esto, la oligarquía no está dispuesta a ceder sus márgenes de ganancia en función de cooperar con la clase trabajadora; pero al respecto la ASI consideraba “El año pasado, la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) pidió que la discusión sobre este tema se realice con base en un análisis técnico y no por razones políticas. El aumento del salario mínimo no le ayuda a quienes no tienen trabajo, al contrario, si subimos el salario mínimo podemos generar más desempleo y eso es lo que queremos evitar y en ese sentido estamos haciendo análisis técnicos para ver cuánto y si amerita hacerlo”, dijo el presidente de la ASI, Javier Simán, a finales de 2012” (Pastrán, Rosa María. Negociarán aumento al salario mínimo; La Prensa Gráfica, 23 de enero de 2013).

El hecho de que la población tenga una carga de la renta alta, también debiese ser considerado como un elemento de discusión sobre el aumento del salario mínimo; de manera que la temática debe abordarse de forma completa. En este sentido “Los dirigentes de las gremiales empresariales han mostrado cautela al hablar del aumento, accediendo a dar inicio a la discusión pero sin expresar una propuesta concreta. En algunos casos, los empresarios se han limitado a decir que la situación económica actual no es la mejor como para hablar de incrementos, considerando la sostenibilidad de sus empresas” (ContraPunto, Discusión del Salario Mínimo se Intensifica. ContraPunto, 08 de Abril de 2013).

Los sindicalistas han ido más allá de la propuesta de Funes: antes de que el presidente promoviera el aumento del 10%, algunos sindicatos consiguieron que la Asamblea Legislativa aprobara un recomendable dirigido al CNSM, en el cual –atendiendo a la solicitud sindical– sugirieron un aumento que nivele los salarios de todas las actividades del sector privado hasta alcanzar los $300 en la zona urbana y los $200 en la zona rural.

¿Por qué debe aumentarse el sueldo mínimo?

Lo que puede afirmarse es que el problema del aumento al salario mínimo debe abordarse desde la perspectiva integral. Lo cierto es que a partir de la dolarización El Salvador no tiene política monetaria propia, pues depende de la política monetaria Estadounidense. Por hoy es por demás sabido que el dólar se devalúa cada día que pasa, esto se traduce en que la capacidad adquisitiva de la población merme, pues la relación entre ingresos y costo de vida es inversamente proporcional. Esta realidad no se avizora únicamente en la ciudad o en las áreas metropolitanas, también se traslada al área rural. En consecuencia, la lógica de diferenciar los salarios entre área urbana y rural es simplemente falaz, lo que significa que si el aumento de salario se da en las ciudades, también debe darse en la misma proporción en el campo, sin diferenciaciones o segmentaciones de ninguna clase; lo anterior sin dejar de lado que al aumentarse el salario, también debiese aumentar el aguinaldo.

La clase trabajadora debe movilizarse para exigir un aumento justo y equitativo del salario mínimo al gobierno, y que éste no ceda a los intereses de la oligarquía rancia e intransigente -que únicamente busca mantener el statu quo. Debemos exigirle al FMLN y al órgano legislativo, que impulsen una reforma legal completa para blindar el aumento al salario mínimo, y que éste sea revisado periódicamente y aumentado automáticamente en proporción al aumento del costo de la vida, fundamentalmente de la canasta básica. El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), llama a la clase proletaria a hacer suya esta causa e ir al encuentro de la lucha por sus derechos, reclamando un aumento general de salarios en este 1 de mayo.

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