Por Ricardo Ruiz
La educación superior es vista por los capitalistas como una mercancía. En el actual contexto de la aprobación de los asocios públicos privados vale la pena aclarar que el hecho de que se haya excluido de los mismos a la educación y a la UES no significa que estos hayan sido eliminados de la UES; por el contrario, servicios como el de vigilancia, limpieza, etc. podrían ser otorgados a empresas privadas. Las plazas de los trabajadores de la universidad que se desempeñan en estas áreas y pasen a jubilarse serian congeladas, pasando a cubrirlas trabajadores de empresas privadas a quienes les pagarían menor salario, pocas prestaciones, y no tendrían derechos sindicales.
Justificantes de planes de seguridad
Para muchos las actividades delincuenciales realizadas en la UES han sido planificadas y usadas para justificar la concesión de la seguridad a empresas privadas. Aún con vigilancia privada continuaron los robos, incluso propiciados por los mismos guardias, quienes además tienen un mal comportamiento hacia los estudiantes y el patrimonio universitario.
La universidad no cuenta con las condiciones para que los custodios puedan ejercer su trabajo a cabalidad, entre los horarios rotativos, el poco personal, el estrés y la falta de preparación de algunos, deficiencias que no se está intentando solventar.
Puertas giratorias para control estudiantil
Desde hace más de un año están implementando las puertas giratorias, conocidas también como rotondas o puerta carrusel, las cuales funcionarían como un embudo que sólo dejará pasar a las personas que tengan su carnet y el chip de éstos. Esta técnica represiva ayudaría a controlar a las masas estudiantiles cuando se dirijan a sus clases, además de prevenir la toma de la UES o la simple entrada de personas que no sean estudiantes universitarios.
Buscan borrar la memoria histórica
Ahora ya no es tan común que los estudiantes, o la misma universidad, hagan actividades en donde se recuerde a los grandes sucesos que han pasado en la historia de la UES, y son casi nulas las actividades donde se recuerden a los miles de mártires que han existido a través de la historia y que lucharon para defender al pueblo en general desde la trinchera del conocimiento.
Sin embargo, la universidad apoya y encomia a los coloridos nuevos murales, que lejana mente pueden hacer mención a un pasado de luchas y a la crisis sistémica en que hemos estado viviendo desde hace cientos de años. Se olvidan los ideales, las luchas, la sangre y las personas por unos dibujos atractivos, coloridos, más agradables a la vista, sin conflictos, emulando una sociedad armónica y que sea más atractiva a las personas.
Otros males, mismas magnitudes
Además de estos problemas, la universidad tiene una política de financiamiento de investigación, en donde mediante licitación se seleccionan a través de costo-beneficio a las que se han dar recursos y a cuáles no, aunque representen una ayuda significativa a la sociedad.
También podemos observar a las pequeñas empresas dentro de la UES, como la imprenta, la cual tuvo problemas en su estructura y dirección el año pasado; y el mega proyecto de CENIUES, Centro de Enseñanza de Idiomas Extranjeros de la Universidad de El Salvador, la escuela de idiomas con costo poco accesible al público en general, debido a que hay cuotas que alcanzan los $30 al mes, además de los costos de los libros originales que les obligan a comprar y que ellos mismos distribuyen.
Sin mencionar que los que ganan las licitaciones de las construcciones dentro de la universidad son las mismas empresas que han apoyado al rector Mario Roberto Nieto Lovo. Y que ahora se pueden apreciar a los camiones y mezcladoras de la empresa Holcim en construcciones dentro de la UES, aunque hay una falta de información y claridad del uso que tendrán estos edificios, sumado a los conflictos internos en donde se están peleando estos espacios.
Los problemas de la UES no se reducen a las cosas que podrían pasar al haberse aprobado la Ley de Asocio Público Privado que incluyera a la UES, sino a las cosas que ya están pasando y a los problemas que se han venido trayendo durante años.
La defensa de la educación superior y de la UES no es tarea solo de los trabajadores y de los estudiantes de la UES; sino también debe ser tarea de toda la clase trabajadora salvadoreña, y demás estudiantes. Ante esto el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a la conformación de colectivos de lucha con la participación de estudiantes, trabajadores administrativos y académicos.