Por Marcial Rivera
En medio de la coyuntura preelectoral, en la que los distintos partidos gastan cantidades importantes de recursos económicos con miras a financiar sus campañas electorales, nuevas y nuevos actores se introducen en el escenario político nacional. Sin pedirlo ni pensarlo, el embarazo de "Beatriz" puso en el debate nacional el tema del aborto, que ha sido discutido en espacios de participación de las mujeres y otros, pero que por parte de las autoridades ha sido invisibilizado y no ha existido voluntad política por parte de ningún gobierno para abordarlo con seriedad. Sin embargo el nombre y el caso de Beatriz también resonaron en otras latitudes del mundo, y algunas organizaciones e instituciones importantes en Europa se pronunciaron al respecto, este caso sirvió de telonero para poner en evidencia al Estado Salvadoreño respecto al tema del aborto.
Los hechos
A mediados de abril, la sala de lo constitucional aceptó un amparo interpuesto por la joven, en la que planteaba que su vida correría peligro de continuar con el proceso de embarazo. En tal sentido se interpusieron una serie de prerrogativas que entre otras cosas contemplaba la presentación de un estudio médico por parte del Ministerio de Salud para determinar el estado de salud del feto y de la madre, y este a su vez hizo consultas tanto con la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, como de la Procuraduría General de la República. Ambas coincidieron en que debía tutelarse el derecho a la vida de la madre, en tal sentido el esposo y la familia de Beatriz, coincidieron en el aval para llevar a cabo el proceso de aborto.
La "Justicia"
Finalmente, después de un amplio debate, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia falló en favor de no permitir que se llevara a cabo el aborto que se pretendía, precisamente porque se basaron en el artículo 1 de la Constitución, que establece el reconocimiento de la vida, desde el momento de la concepción. Con esta resolución se establece un precedente que en el futuro impedirá que se practiquen abortos en El Salvador. Sin embargo según el reporte médico que se cita en la Edición del 30 de Mayo en el Diario de Hoy "En la sentencia, la Sala impone a los médicos la responsabilidad de decidir en estos casos, de acuerdo con sus conocimientos y análisis de registros y los riesgos de la profesión, "lo que clínicamente corresponda para garantizar la vida tanto de la madre como del nasciturus (la criatura)". Por otro lado debe destacarse que esta sentencia por demás polémica, dividió a los "cuatro magistrados" de la Sala de lo Constitucional, que por lo general han votado juntos en otras resoluciones.
Pese a lo anterior, en la audiencia otorgada a la joven, se afirma que nunca pidieron un aborto, sino una "interrupción del embarazo" que no necesariamente implicaba un aborto, sino una cesárea en la que extrajeran el feto y le dieran los cuidados necesarios en tal sentido, lo que podría sonar contradictorio con las peticiones que se plantearon al principio. Si bien es cierto, el caso se manejó con algún tinte político, y pese a los esfuerzos hechos para llevar el procedimiento de la mejor manera, al final le fue practicada una cesárea en la que el feto murió un par de horas después de arribar al mundo. Lo rescatable de esta coyuntura es que permitió la apertura del debate sobre el aborto terapéutico y la necesidad de la aprobación del mismo, o en su caso la despenalización del mismo.
Asamblea Nacional Constituyente
El caso Beatriz, si bien ha surgido en una coyuntura electoral, es una oportunidad propicia para allanar nuevamente el camino hacia la conformación de una Asamblea Nacional Constituyente, en la que se recojan las aspiraciones del Pueblo Salvadoreño, y transforme el país en favor de los oprimidos. Entre los cambios que debe establecer la ANC está el de cambiar el reconocimiento de la vida desde el momento de la concepción, y con esto buscar la despenalización del aborto, dejando de lado la puesta en peligro de la vida de las madres, y reducir los niveles de mortandad materno-infantil. Pero además, este caso debe servir para poner el tema en perspectiva, enlistarlo en la agenda nacional, y propiciar un amplio debate, que invoque a los distintos sectores de la vida nacional, en torno al tema de la despenalización del aborto, que por hoy es un tema tabú manejado con resabios moralistas y eclesiales.